Edición:
Libros del Asteroide, 2016 (trad. Cristina García Ohlrich)
Páginas:
288
ISBN:
9788416213863
Precio:
18,95 € (e-book: 10,99 €)
Hay
libros que producen un efecto de ensoñación, de encantamiento, como esas
historias que se mueven entre la
realidad y la ilusión para recordarnos que, quizá, los acontecimientos del
pasado no ocurrieron tal y como nos han contado, que todo —los personajes, los
lugares, los hechos— está teñido de una dimensión mágica inherente a su
existencia. Leo Perutz (Praga, 1882-Bad
Ischl, 1957), escritor y matemático de origen sefardita que escribió
en alemán y gozó de un gran éxito en los años veinte, provoca una sensación
semejante en De noche, bajo el puente de
piedra (1953), considerada su obra maestra, en la que evoca su ciudad natal
a finales del siglo XVI y principios del XVII, en tiempos del Sacro Imperio
Romano Germánico. En el libro, que se desarrolla principalmente entre la corte
y el antiguo barrio judío, aparecen figuras como el emperador Rodolfo II, el
próspero judío Mordejai Meisl o el gran rabino Loew, aunque el autor se acerca
a ellos con un enfoque más propio de la fabulación que de la reconstrucción
histórica pura. Libros del Asteroide recupera la traducción de Cristina García
Ohlrich que ya había sido editada por El Aleph en 1991.
La
obra tiene una estructura singular: a priori, se compone de quince relatos
independientes, presentados sin un orden cronológico; con todo, en la
práctica están todos interrelacionados. Muestran distintos episodios
de una misma historia —el amor entre el emperador Rodolfo II y la bella Esther,
esposa de Mordejai Meisl, que puede considerarse la trama principal— y, además,
en conjunto conforman un retrato maravilloso (en todos los sentidos) de Praga,
un mundo ya extinto que, en contraste con el pensamiento racional del siglo en
el que Leo Perutz lo escribió, se revela ante los ojos del lector como una
especie de cuento de hadas, o como Las
mil y una noches germánicas. La forma de enlazar los relatos bebe asimismo de
la tradición oral: un tal Jakob
Meisl, un joven estudiante de Medicina descendiente del rico judío, se encarga
de transmitírselos a un discípulo muchos años después, cuando la ciudad que
conocen apenas se parece a aquella Praga hechizante. Jakob los explica porque «los
profesores de historia que enseñan en los colegios y los señores que escriben
los libros de historia para ellos no saben ni entienden nada» (p. 38). La
verdad, para él, está en lo que escapa a la razón. Y es, desde luego, más
fascinante que una lección académica.
El
primer relato, «Peste en el barrio judío», insinúa el romance ilegítimo entre la bella Esther y el emperador, del que
se volverá a hablar en textos como «De noche, bajo el puente de piedra», «El
pintor Brabanzio» o «El ángel Asael», en los que se narra de manera más
explícita la peculiar naturaleza de su aventura. No obstante, en un buen cuento
de aires tradicionales no pueden faltar, además del amor, las rivalidades y la
sed de poder, que no se desarrollan aquí con un combate al uso, sino como una
tensión en la que el ingenio y las trampas juegan un papel importante, como en el
frío enfrentamiento entre Mordejai Meisl y Rodolfo II («La vela consumida») o en
otros adversarios del monarca («Enrique, el del infierno»). Ellos, por cierto,
no son los únicos personajes que existieron históricamente: sin ir más lejos,
en «La estrella de Wallenstein», el más extenso y uno de los más hermosos, el
protagonista, un joven militar que todavía no ha cosechado los éxitos que lo
conducirían a la fama, hace una consulta al matemático y astrónomo Johannes Kepler,
que le asesora sobre la posición de los astros una noche en la que tiene
encomendada una misión.
En
la mayoría de historias, el affaire
del emperador solo se perfila como tema de fondo, mientras que la trama gira
alrededor de protagonistas menos «ilustres», gente sencilla que se gana la vida
con trabajos humildes. En muchos casos, se trata de personajes judíos, o bien
de acontecimientos que se sitúan en su barrio, que adquiere simbolismo como
espacio donde se funden el mundo terrenal y el espiritual. Siguiendo las
creencias de la cábala, en el barrio
judío es posible el esoterismo, como en los relatos protagonizados por una
pareja de cómicos, «Peste en el barrio judío» y «La jarra de aguardiente», en
los que el cementerio tiene un papel providencial. Las peripecias a menudo desencadenan una
moraleja crítica con los abusos que los poderosos han cometido contra los
judíos (quizá el ejemplo más evidente es «La zarabanda», en el que también interviene
el rabino Loew). Hay personajes pillos, como el muchacho de «El tálero robado»,
y otros consumidos por su patetismo, como el hombre de «El coloquio de los
perros». En general, el tono es simpático y mordaz, bien lejos de la
grandilocuencia, y suele sorprender en la últimas páginas con un giro
argumental que cierra el conflicto a la perfección (como en el divertido «La mesa
del emperador»).
Leo Perutz |
«En
la corte de Praga [...] lo extraordinario
es cotidiano y a nadie sorprende» (p. 78), reza. Y así es De noche, bajo el puente de piedra, una
novela hecha de pequeñas historias en las que lo maravilloso encaja con
naturalidad, como en una leyenda. Leo Perutz da vida a una sociedad cuya concepción de la realidad no era ajena a disciplinas como la alquimia, la
astrología o el misticismo, y se ayuda de los recursos de los cuentos
medievales (como la magia, los sueños y
los equívocos) para materializarlas en los relatos, para mezclar historia y
prodigio con una gracia encomiable. Reinventa la vieja corte de Praga y el
barrio judío hasta convertirlos casi en un mito. Ya no se escriben libros como De noche, bajo el puente de piedra,
libros que dominan el arte de contar historias con el sabor de una fábula, libros
que embelesan al lector con una literatura que le sugiere una fascinación similar
a la de los cuentos que leyó en su infancia. Por todo esto y más, he aquí una
gran lectura.
Hola!
ResponderEliminarPor el momento no creo que lo lea pero tampoco lo descarto, quizás un poco más adelante... Muchas gracias por tu reseña, me ha encantada.
Un beso
No lo descartes del todo. Es bueno, y una estupenda opción para leer algo "diferente" a lo que se publica habitualmente.
EliminarLo compré en un arrebato cuando lo vi en la librería, como si me estuviese llamando, y me alegra muchísimo comprobar que merece la pena. En cuanto pueda me pongo con él. ¡Estupenda reseña!
ResponderEliminarHas hecho una buena adquisición. Yo lo leí sin saber exactamente qué iba a encontrar y me maravilló desde el primer relato. Praga, la magia, ese humor suave... Tiene muchas cosas que lo hacen encantador.
EliminarConvencida totalmente me tienes. Y encima el relato es un género que suele gustarme mucho, así que no tengo razones para dudar.
ResponderEliminarBesotes!!!
Estos son muy buenos, tanto por separado como en conjunto. Leo Perutz me ha parecido un narrador finísimo, va dejando caer la información de la trama principal como quien no quiere la cosa, pero todo encaja.
EliminarHola Rusta:
ResponderEliminarEste es uno de los libros que algún día debo leer :), me gustan mucho los cuentos tradicionales, y este autor me era completamente desconocido hasta hoy.
Saludos!
Me alegro de habértelo descubierto. Es muy bueno, y por lo que comentas creo que te gustará.
EliminarHe leído tu reseña y me lo pedido sobre la marcha. Praga me fascina y si encima se trata de historias bien contadas, no hay más que hablar. En cuanto pueda, me pongo con él.
ResponderEliminar¡Qué bien! Espero que lo disfrutes.
EliminarQué sorpresa me he llevado con tu reseña! No tenía ni idea de qué iba el libro, ni conocía al autor, pero me has convencido totalmente.
ResponderEliminarA parte de los típicos cuentos que leí de niña, no había leído nada similar hasta hace poco. A mediados de este año leí "The Buried Giant" (que publica Anagrama el próximo mes), que es en esencia una preciosa fábula para adultos y que me envolvió totalmente. No es una lectura perfecta y tiene un par de pegas que me molestaron, pero a día de hoy es uno de los libros del año de los que más me acuerdo con más claridad. Y ahora mismo me encuentro leyendo el libro de Angela Carter que va a publicar Impedimenta, que es una estupenda colección de cuentos de diferentes culturas con mujeres protagonistas y que me está divirtiendo mucho.
Todo este rollo para decir que tengo ganas de más libros que me envuelvan en ese tipo de ambiente, de fábulas y de cuentistas:)
Justo el otro día, mirando la web de Acantilado, me fijé en la novela "Boy, Snow, Bird", de Helen Oyeyemi, que al parecer es como un retelling de "Blancanieves". Tiene muy buena pinta.
EliminarPor cierto, este tipo de ambiente de fábula también lo encontrarás en algunas novelas de Jeanette Winterson, a ver si te animas :).
Sí, yo tengo pedida la edición inglesa (no tardará en llegar), pero no supe que lo habían traducido hasta que lo vi en tu Facebook. He leído cosas bastantes positivas de Helen Oyeyemi, así que tengo ganas de leer algo suyo. Siguiendo con esta corriente, también estoy esperando "While Beauty Slept", que lo reseñaste hace tiempo. Hay una cantidad enorme de retellings en el mercado (sobre todo en YA), pero no me fio un pelo de la mayoría jaja Con estos dos voy sobre seguro, creo yo:)
EliminarTienes razón, ya me vale con Jeanette Winterson. Ya te dije que tengo "Oranges...", he leído la primera página y me ha encantado, así que no tengo excusa!
Pues precisamente en "Oranges..." hay una trama paralela con un cuento de hadas, no puede ser más oportuno ;). Me encanta esta frase del comienzo del libro, por cierto: "My father liked to watch the wrestling, my mother liked to wrestle".
Eliminarlo se, tambien me impresiono
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