Edición: HQÑ, 2013
Páginas: 339ISBN: 9788468731339
Precio: 2,99 € (solo disponible en e-book)
Hay cosas que un hombre jamás debería consentir. No debería permitir que se le cayera el pelo antes de los treinta, que dejaran de echar el fútbol por la tele, que una chica le ganara a los videojuegos, que alguien comprara su ejemplar reservado de la revista Playboy en el kiosco de la esquina o que, de pronto, su madre se negara a hacerle la colada. Está claro que esto es completamente inaceptable; pero, aun así, por encima de estas cosas, aún hay algo que un hombre no debería pasar por alto. Nunca, jamás en la vida, bajo ningún concepto, en ninguna ocasión, cualquier hombre que se vistiera por los pies debe aceptar que su novia y su mejor amigo más guapo, más listo y con más éxito que él se conozcan. Mucho menos que hablen a escondidas. Y mucho, muchísimo menos, que acaben acostándose.
Con estas palabras
arranca Carlos, Paula y compañía, una
comedia romántica fresca y actual
que tiene una particularidad muy interesante: está escrita por un hombre y contada
desde el punto de vista del chico
que la protagoniza. Es lo que se considera una novela de dick-lit o lad-lit, la
versión masculina del género chick-lit. Su autor, Fernando Alcalá (Cáceres,
1980), es profesor de secundaria y ha publicado previamente una novela juvenil
(Ne obliviscaris) y una infantil (Tormenta de verano). Con su nuevo libro
no solo demuestra que no quiere encasillarse en la literatura para niños y
jóvenes, sino que además deja claro que es un autor versátil al que no se le
caen los anillos por narrar un tipo de historia que, en principio, siempre se
ha asociado más a las mujeres. La obra ha sido primera finalista del Premio HQÑ
Digital de novela romántica, una iniciativa de Harlequin Ibérica para promover
a los autores de habla hispana gracias a la publicación de sus títulos en
formato digital.
En general, Carlos, Paula y compañía narra el chico
conoce a chica que todos conocemos. Él es Carlos, torpe, obstinado y
espontáneo; y ella es Paula, dulce, inteligente y atenta. Les acompañan Óscar,
Rey y Marcos, tres secundarios de lujo que ponen la nota de humor (y de
perversidad) a la historia. El más completo me parece, sin duda, Carlos, un narrador tan normal y cercano que
enseguida inspira simpatía. El fragmento citado al principio solo es una
pequeña muestra: toda la novela está escrita con el mismo estilo ágil y
divertido, con muchos diálogos que le dan fluidez. En los demás personajes se
podría haber profundizado más, en especial en Paula, aunque comprendo que vista
a través de los ojos de Carlos resulta lógico que parezca una joven demasiado perfecta. En cualquier caso,
esta cuestión es bastante habitual en el género, puesto que cuando el relato está
narrado desde la perspectiva de la chica ocurre lo mismo con su visión del
enamorado.
Por otro lado, la
trama engancha desde el principio y mantiene al lector con una sonrisa en los
labios; es un libro para pasárselo bien
leyendo y desconectar de la rutina. Tiene sus momentos de chicos contra
chicas y viceversa, y por supuesto algunos más exclusivos de los hombres, lo
que supone una novedad muy atractiva. A propósito del tema, el hecho de estar
narrada por un chico no implica que sea una lectura exclusiva para chicos: yo
he disfrutado tanto como cuando son ellas las protagonistas, pero, además, creo
que también puede gustarles a ellos porque carece de todos esos detalles típicamente
femeninos que abundan en el chick-lit (salidas de compras, cotilleos entre
amigas, anotaciones de diario a lo Bridget Jones…). Aunque de entrada el
planteamiento pueda parecer previsible, tiene algún giro argumental bien traído
y su final es uno de los más bonitos que recuerdo de las novelas de este tipo.
Por si fuera poco —y
este es con probabilidad uno de sus rasgos más característicos—, está
ambientada aquí, en nuestra tierra, y tiene todo el sabor español para que nos resulte próxima (sin caer en los tópicos
de la España profunda ni pretender hacernos una ruta turística por los
edificios más emblemáticos de la zona). Sí, señores: no hace falta buscar en el
mercado anglosajón para leer una buena comedia romántica. Carlos, Paula y compañía aprovecha el material autóctono para
hacernos disfrutar con bromas, refranes y expresiones que cualquier persona de
la edad de los personajes emplea a menudo. Utiliza un vocabulario actual, cercano
y natural, un tono simpático sin pretensiones que enseguida conquista al lector
por su franqueza.
Fernando Alcalá. |
Seas hombre o mujer,
si buscas una lectura para divertirte y pasar un buen rato no te pierdas Carlos, Paula y compañía, una novela en
clave de humor sobre las relaciones chico-chica muy afín a la realidad de la
calle y sin más pretensiones que entretener. Fernando Alcalá sabe lo que se
hace y ha logrado escribir esta obra desde una perspectiva sincera y espontánea
que no cae en las estridencias ni en el lenguaje soez. En definitiva, una
historia simpática, fresca y adictiva que demuestra que no hace falta buscar en
el mercado anglosajón para leer una buena comedia romántica.
Enlaces de interés:
Página de Facebook de
Carlos, Paula y compañía. Lista de tiendas online donde comprar el libro.