22 noviembre 2010

Sinsajo - Suzanne Collins

Editorial: Molino
Páginas: 426
ISBN: 9788427200388
Precio: 16€

Pocos libros consiguen cautivarme hasta el punto de hacerme salir corriendo a la librería el día del lanzamiento de su tercera y última parte. Sinsajo tiene el honor de haber sacado mi lado groupie, además de ser una de las escasas novelas en llevarse un 10/10 de calificación (creo que este año sólo he dado cuatro o cinco, y he leído casi cincuenta libros). Yo, que no he leído Harry Potter y llegué tarde al fenómeno Crepúsculo, he encontrado en esta trilogía futurista una historia que me ha hecho vibrar y sentir nervios a medida que se acercaba la anhelada fecha de publicación de esta última parte. Quizá parezco poco exigente al disfrutar tanto de una novela juvenil a mi edad, pero aun así, ¿no os parece maravilloso que la literatura sea capaz de aportarnos tanto?

Sinsajo

[Contiene spoilers del final de En llamas]

Ha llegado el momento: empieza la guerra para derrotar al Capitolio, esa guerra que lleva tanto tiempo gestándose y gracias a Katniss-Sinsajo podrá ponerse en marcha. Ella se encuentra a salvo en el Distrito 13, pero enseguida se hace patente que las cosas no son tan bonitas como pintaban al principio y nuestra joven protagonista deberá tener mucho cuidado porque dar un paso más o uno menos puede costarle la vida. Por suerte, tiene a su lado a Gale, Haymitch, Prim, Finnick y compañía, y cada uno de ellos pondrá de su parte para ayudar a Katniss y ganar la batalla. Peeta, por su parte, sigue retenido en el Capitolio y pronto enseñan unos vídeos extraños por televisión. Quizá la mayor sorpresa de Sinsajo es que Peeta no es el mismo de siempre, y lo que le han hecho marcará el camino de los personajes, además de complicar su (ya complicada de por sí) relación con Katniss.

Impresiones

Los Juegos del Hambre fue la sorpresa, el impacto y la crítica a una sociedad avanzada en todo menos en ética y moral. En llamas la transición, el calentamiento, la preparación para lo que viene después. Sinsajo es la culminación de todo ello, la puesta en práctica de todas las críticas que se habían hecho, la novela más brutal de la saga y, sobre todo, la demostración de que las cosas no son blancas o negras y no basta con derrotar a un dictador para conseguir que las cosas vayan bien. La autora ha hecho un grandísimo trabajo con esta trilogía: habría sido muy sencillo ir a lo fácil y caer en el maniqueísmo de bueno-malo (y seguro que los lectores la habrían aclamado igualmente), pero Collins ha dotado su historia de realismo y credibilidad aunque eso implique cargarse la bondad y la ternura que desprendían sus personajes inicialmente. Me gusta que los escritores arriesguen y muestren valentía al escribir, así que sólo puedo aplaudirla por su magnífica creación.

El comienzo del libro me ha recordado bastante a En llamas, en el sentido de que pasan cosas pero todavía no se sabe hacia dónde llevará todo. No se sospecha nada del final, pero aun sintiéndome perdida, se palpa, se siente que algo gordo ocurrirá… La narración en presente ayuda mucho a crear ese efecto. La tensión va en aumento a medida que avanzan las páginas y en la recta final se vuelve sumamente trepidante. Las últimas cien páginas me parecen lo mejor de la novela, guerra en estado puro. He podido encontrar batallas y luchas en otras novelas, pero nunca tan bien plasmadas como esta: brutal, desgarradora, cruel… Me parece magnífico que la autora se haya atrevido a tocar un tema así en el género juvenil, y más teniendo en cuenta que cuando se publicó la primera parte el panorama estaba invadido por historias azucaradas que nada tienen que ver con lo que impera aquí.

Por otra parte, mientras leía me gustó saborear los pequeños detalles característicos de esta saga: el primer capítulo que siempre va de los mismos temas, la dulce hermanita de Katniss que siempre está a su lado, el gato insoportable, etc. Son cosas que en una lectura rápida quizá no se aprecian tanto, pero yo intenté leer poco a poco para disfrutar más de todo ello y despedirme en condiciones de esta estupenda trilogía. No me canso de alabar a la autora, en este caso por haber creado una serie con identidad propia, capaz de absorberte en su atmósfera e ir más allá del entretenimiento al que nos tienen acostumbradas las novelas juveniles de temática similar.

Con respecto a los personajes, su evolución me parece acertada y me ha gustado que nos sorprendiera con Peeta y Gale. Se habían hecho muchas cábalas sobre lo que sucedería en este desenlace, pero no he encontrado a nadie que acertara al respecto. Sí, todos esperábamos una guerra, pero el modus operandi y la personalidad de los personajes se nos escaparon de las manos. Eso sí, con respecto a los secundarios es de bastante ayuda para conocerlos mejor y encajar piezas que quedaron sueltas en los primeros libros.

A modo de anécdota (aunque en el momento me hizo de todo menos gracia), compré el libro en su edición catalana el mismo día que se publicó. Cuál fue mi sorpresa al llegar al final y descubrir que le faltaba un capítulo y el epílogo. Tuve una sensación muy extraña, pensé que el libro no podía tener un final tan “cortado” y me puse a leer un ejemplar en inglés que había descargado en el ordenador. Menos mal que se me ocurrió hacerlo antes de ponerme a leer spoilers, porque todavía me faltaba la traca final y ese epílogo que genera amor y odio a partes iguales (a mí me encantó, lloré como una magdalena al terminarlo). Por lo visto toda la primera tirada fue defectuosa y al cabo de unas semanas pude cambiarlo. Nunca me había ocurrido algo así con un libro, y manda narices que la primera vez haya sido con el esperadísimo Sinsajo. Si no hubiera sabido inglés no sé qué habría hecho.

¡Cuidado! Esta parte contiene spoilers del libro

Me ha parecido muy bien que en el Distrito 13 no sean unos santos y se nos presenten como una especie de Capitolio en versión pobre y ejercitada. Ahí la autora ha sido inteligente: ha demostrado que los extremos nunca son buenos y no ha caído en el recurso fácil que esperábamos todos (que en el 13 serían todos unos salvadores). El personaje de Coin resulta especialmente atractivo, me gustan los malos que no lo parecen a simple vista e incluso me da pena que no haya aparecido antes (aunque es comprensible porque era necesario sorprender al lector en esta última parte). Ni qué decir tiene que su final me ha encantado, por muy previsible que fuese.

A decir verdad, el único ‘pero’ que le veo al libro es la forma en que se dan algunas muertes: la de Finnick, visto y no visto, y la de Cinna, que al principio te hace sentir esperanzas pero luego te las quita de golpe. Al ser personajes carismáticos me habría gustado que tuvieran su momento Rue; no obstante, comprendo que lo principal era plasmar una guerra y en esta situación no hay tiempo para llorar a los muertos ni hacer homenajes. En fin, que aunque me hubiera gustado que esos momentos se alargaran más, entiendo lo que ha hecho la autora y me parece bien.

Hablando de muertes, la de Prim me la esperaba. Siempre tuve claro que al final sucedería lo que tendría que haber ocurrido desde un principio, cuando Prim fue la seleccionada para ir a los Juegos. Me gustó mucho que involucraran a Gale en la trama, eso sí que me sorprendió y me encantó el debate interno que deja en Katniss. Yo comprendo el odio de Gale, reconozco que en el libro me cayó mal, pero lo comprendo: ha tenido que mantener a su familia desde muy jovencito por culpa de un gobierno que no le daba opciones más allá de trabajar en la mina; su mejor amiga estuvo a punto de morir en los Juegos, etc. Puede ser cruel, pero en determinadas circunstancias es lógico generar ese odio interno y no tener reparos a la hora de ponerlo en práctica. No digo que me parezca bien, pero sí lo considero mucho más creíble que un final en el que todos fueran buenísimos a pesar de lo que han sufrido.

El epílogo es una monada. Como ya he comentado en varias opiniones, me parece un final esperado pero agridulce al mismo tiempo (y en mi opinión los finales agridulces son los mejores, te dejan una sensación muy especial dentro, a la par que angustiosa). Yo siempre esperé que Katniss y Peeta acabaran juntos, así que ver cómo se deben apoyar el uno en el otro para salir adelante me gustó mucho. Ya no hay Juegos, ya no hay guerra, pero todos esos recuerdos imborrables permanecerán siempre en su interior. No había otro final posible para esta saga.

Conclusión

Con respecto a la trilogía, me parece de lectura obligada para todos. Por una vez os pido que no tengáis prejuicios por tratarse de una novela juvenil: a mí me parece apta para todas las edades y, en cualquier caso, tiene tanto trasfondo que incluso pienso que los adultos sabemos encontrarle más cosas que un adolescente de catorce años. Trata temas difíciles y atípicos en una novela del género, no tiene nada que ver con los libros juveniles del montón. La primera parte me pareció la maravilla hecha libro y las otras dos no me han defraudado, así que os animo a leer la saga ahora que ya están las tres partes publicadas.

En cuanto al final, Sinsajo, ha conseguido conmoverme y entretenerme a partes iguales. Un desenlace que sorprende, aunque cada vez estoy más convencida de que no podía acabar de otra forma. Suzanne Collins ha hecho un grandísimo trabajo con esta saga, ha arriesgado y ha demostrado tener todos los cabos bien atados. A pesar de la temática bélica del libro —que normalmente me aburre—, lo he disfrutado muchísimo y la forma de plasmar una guerra me ha parecido sencillamente impresionante. Hay gente que se ha llevado una decepción con el libro, pero ha sido más por lo que ocurre en él y no por el libro en sí, y yo soy de la opinión de que cuando una novela consigue hacerte enfadar porque no cuenta lo que tú esperabas, es porque en el fondo su historia te ha llegado más de lo que crees. Por mi parte, sólo puedo decir de nuevo que recomiendo esta trilogía encarecidamente. Para mí, una de mis mejores lecturas de este año.



Mi valoración: 10/10

17 noviembre 2010

Hermosa Oscuridad - Kami Garcia y Margaret Stohl

Editorial: Espasa
Páginas: 401
ISBN: 9788467034448
Precio: 16,90€

Hay libros que pasan por tu vida sin pena ni gloria y al cabo de unos meses ni siquiera eres capaz de recordar su argumento. Otros, en cambio, te hacen disfrutar y los recuerdas con una sonrisa en los labios. También hay algunos capaces de hacerte sentir el odio más profundo, aunque pasado un tiempo sólo quede ese recuerdo negativo y no tanto los motivos que te llevaron a tener esa percepción. Todavía queda una categoría, la más selecta y especial, aquella a la que pertenecen las novelas capaces de llegar a lo más hondo de nuestro ser y maravillarnos hasta el punto de dar gracias al mundo por permitir que existan obras tan exquisitas como estas. Si me acerqué a Hermosa oscuridad fue precisamente porque su primera parte entra en mi grupo de lecturas inolvidables.

Kami Garcia y Margaret Stohl

La Saga de las Dieciséis Lunas está escrita a cuatro manos. Kami Garcia es licenciada en Educación y trabaja a tiempo parcial como profesora y guía de lectura para niños y jóvenes. Margaret Stohl, por su parte, es licenciada en Filología Inglesa, ha estudiado escritura creativa y durante un tiempo se dedicó al diseño y la creación de videojuegos. Las dos son amigas desde hace tiempo y residen en Los Ángeles.

La idea de escribir una serie de novelas surgió en una comida en la que gastaron muchas servilletas de papel para apuntar todas las ideas que acudían a sus mentes. Según ellas mismas cuentan, escribir el primer libro fue lo más fácil, lo difícil vino después con las correcciones y la puesta a punto para convertirlo en una novela redonda (y os aseguro que el trabajo que se realizó en este aspecto es sencillamente magnífico). Hasta el momento han publicado dos libros, Hermosas criaturas y su continuación, Hermosa oscuridad. Está previsto que la saga tenga cuatro libros y la publicación de los dos últimos se prevé para 2011 y 2012, respectivamente. Además, Warner Bros ha comprado los derechos para hacer la adaptación al cine y se habla de estreno el próximo año.

Antecedentes: Hermosas criaturas

Desde que me he aficionado a la literatura juvenil fantástica he encontrado muchas novelas entretenidas que me han proporcionado un rato agradable, pero sólo unas pocas han conseguido pasar a mi lista de lecturas que valen la pena de verdad y van más allá del mero pasatiempo. Además de Crepúsculo —que tendrá todos los fallos que queráis, pero me introduje en el género gracias a él y le estaré eternamente agradecida—, destaco las sagas Los Juegos del Hambre de Suzanne Collins, Vampire Academy de Richelle Mead y finalmente La Saga de las Dieciséis Lunas a la que pertenece el libro que os comento hoy. Todas ellas me parecen maravillosas, cada una en su estilo, así que si os gusta la literatura juvenil os recomiendo que no os las perdáis.

Hablando de Dieciséis Lunas, el gran atractivo de esta serie, en mi opinión, reside en su magnífica ambientación: un pueblo pequeño del sur de Estados Unidos, en la línea de Matar un ruiseñor, el clásico de Harper Lee. El estilo gótico sureño le da un aire oscuro y tétrico a la historia, un detalle que le aporta personalidad y evita que se convierta en una novela juvenil del montón. Pero todavía hay más: el tipo de magia que aparece es innovador con respecto a las criaturas fantásticas que aparecen en este tipo de libros. Aquí no hay vampiros ni hombres lobo, sino Casters: personas normales en apariencia pero con un poder particular. No digo más para mantener la sorpresa si todavía no habéis leído la primera parte, pero os adelanto que los poderes y todo el misterio que gira en torno a la protagonista Caster dan mucho de sí.

Hermosas criaturas me pareció un libro redondo en todos los sentidos: muy bien escrito, recreación exquisita, buena trama, personajes interesantes, secundarios jugosos, magia distinta… Para mí, lo tiene todo para convertirse en una obra de referencia dentro de este género. Ahora bien, ha recibido bastantes críticas por lento y aburrido; yo reconozco que no es la historia más trepidante del mercado, pero un ritmo pausado no tiene por qué ser un inconveniente si el relato te atrapa, y a mí me atrapó. Independientemente de lo que comente a continuación sobre la segunda parte, os recomiendo Hermosas criaturas encarecidamente.

Hermosa oscuridad

[No hay spoilers como tales, pero si no habéis leído la primera parte es posible que no entendáis nada.]

La novela empieza con un funeral. Al terminar, los Íncubos familiares del difunto desaparecen pero hay uno que se queda un rato más y le deja un regalo a Lena antes de irse. Es un Íncubo extraño: soporta la luz del sol y tiene los ojos verdes, como los Caster. Ethan se sorprende pero no hace preguntas y permanece al lado de su chica.

Con el paso de los meses, Ethan se da cuenta de que Lena no es la misma: se aleja de él, se siente culpable por los sucesos de su pasado cumpleaños y para colmo sale con su prima Ridley y el Íncubo misterioso del funeral. Él no se resigna a perderla, pero en verano conoce a Liv, la nueva ayudante de Marian en la biblioteca, y el hecho de tener una amiga humana diferente a las chicas de su pueblo le hace replantearse las cosas: con Liv podría tener una relación normal, sin las dificultades que le implica salir con una Caster como Lena.

La situación se complica cuando Lena huye y la malvada Sarafine amenaza con convocar la Decimoséptima Luna antes de tiempo. Lena debe decidir entre Luz y Oscuridad, pero Ethan está dispuesto a hacer todo lo posible para salvarla y por ello se adentra en los túneles del submundo Caster junto a Liv y Link. Lo malo es que allí no sólo les espera Lena, sino toda una serie de enemigos y diversos obstáculos que deben superar. ¿Serán capaces de llegar a tiempo?

Una digna segunda parte

En primer lugar, la historia está bastante bien construida y su ambientación es tan exquisita como en la primera parte. Da gusto perderse en Gatlin a través de una trama mucho más elaborada que la de otras novelas juveniles: esta vez la novedad reside en los túneles Caster, que ya los habíamos visto de pasada pero ahora se convierten en los protagonistas de la historia, ¡hay tanto por descubrir en ellos, y encuentros tan inesperados…! El libro tiene algunos defectos que comentaré más abajo, pero en conjunto sigue la línea de Hermosas criaturas, así que si os gustó su estilo no creo que este os decepcione.

Los personajes están muy bien. Cada vez que leo una novela juvenil suelo acordarme de los protagonistas de otra, así que es un punto favorable que con esta no me ocurra lo mismo. Destaco el papel de los secundarios Link y Ridley, que para mí son lo mejor del libro: Link ya me había caído bien en la primera parte, pero Ridley me resultaba bastante indiferente y confieso que aquí me ha encantado. Los protagonistas me siguen gustando, pero ya los tengo más vistos y la oportunidad de conocer mejor a esta pareja hace que Ethan y Lena brillen menos que antes. Supongo que en la tercera parte, cuando ella recupere protagonismo, las cosas cambiarán.

También merecen una mención los personajes nuevos. Cuando hablamos de una saga, me parece muy importante saber dotar cada uno de los libros con elementos característicos que hagan que no se parezcan entre sí y el lector sea capaz de recordar cada novela por una cosa concreta (Richelle Mead lo hace muy bien en su saga Vampire Academy, por ejemplo). Uno de los recursos más frecuentes es la incorporación de nuevos personajes, y aquí esto se da por partida doble: Liv y John, o lo que es lo mismo, parejas alternativas para Ethan y Lena. El tema de introducir terceras personas está bastante visto, pero los dos citados también tienen un papel importante en el desarrollo de su historia, con lo que se evita caer en los tópicos de siempre. De John no quiero hablar mucho porque él en sí es uno de los misterios del libro, pero de Liv puedo deciros que es una chica normal y no tiene nada que ver con las rubias peligrosas que forman la punta del triángulo en libros similares.

En relación con lo anterior, me gusta que tanto Ethan como Lena sean personas normales y se pongan celosos cuando toca, entre otras cosas. Su actitud me parece mucho más realista que la de los chicos demasiado comprensivos y las chicas excesivamente paranoicas e inseguras. Las autoras han vuelto a acertar al apostar por unos protagonistas creíbles y naturales: quizá Ethan no enamora como un Edward Cullen o un Dimitri Belikov (aunque a mí me inspira mucha ternura), pero me gusta encontrar personajes con los que el lector se pueda identificar en lugar de tanto Dios griego.

Como no podía ser de otra manera, Ethan sigue con las visiones del pasado, que esta vez son más extrañas que nunca: la persona que aparece en ellas se dirige directamente a él. ¿Qué ocurre? En relación a estas visiones se hacen descubrimientos muy interesantes, información que descuadra todo lo que sabíamos en la primera parte. En cierto modo, nada es lo que parecía, y lo mejor es que todavía queda mucha tela que cortar en los siguientes libros (tan sólo espero que no lo conviertan en un culebrón).

En general, se puede decir que cuando cogí el libro no sabía lo que iba a encontrar (el verano en Gatlin, pero nada más) y su lectura me ha sorprendido gratamente, por su calidad y porque prácticamente en cada capítulo se hacen nuevos descubrimientos mágicos. La magia Caster tiene más peso que en la primera parte, y lo mejor de todo es que el final te deja con mucha intriga y plantea un nuevo misterio que de entrada promete más que el que se cierra aquí. ¡Qué ganas de tener el libro en mis manos!

Los ‘peros’

Me sabe fatal tener que escribir este apartado en una opinión sobre una saga que me parece magnífica, pero quizá por eso mismo soy más exigente con las autoras e inevitablemente me vuelvo más crítica al leer. El principal fallo que le veo es que, para mi gusto, le falta arriesgar más: el libro plantea una historia creíble (dentro de lo fantástico), nos da pistas para la resolución del misterio de Lena, pero cuando llega el momento de resolverlo… ¡Tachán! ¡Solución alternativa! Es decir, todo lo que habían planteado hasta ahora no sirve para nada (bueno, para el desarrollo). Estas cosas hacen que me sienta un poco engañada como lectora, habría preferido que se decantaran por una cosa u otra en lugar de buscar una opción intermedia en el último momento, después de tenernos con la miel en los labios durante dos libros. De todas formas, por lo que he podido ver, es un mal del que adolecen las mejores autoras del género: Suzanne Collins lo hizo en el final de Los Juegos del Hambre (aunque al menos avisó de ese pequeño ‘cambio’ unas páginas atrás) y Richelle Mead lo hace en Blood promise, el cuarto libro de Vampire Academy. Y de las escritoras mediocres ya no hablo… En fin, el libro me sigue pareciendo maravilloso e infinitamente superior a lo que se publica últimamente, pero habría preferido un final más arriesgado, aunque tuviera que lamentarme por algunas pérdidas.

En segundo lugar, me ha gustado mucho saber más sobre la magia Caster y todo lo que rodea a Lena, pero a veces me ha parecido que se abusaba de estos recursos. Me explico: cada situación que se plantea se soluciona con un nuevo truco o aparece un personaje de la nada dispuesto a ayudar a los protagonistas. Un poco de esto vale, pero de vez en cuando me gustaría que ellos mismos tuvieran que ingeniárselas sin recurrir a otras personas ni utilizar nuevos trucos. Es algo así como leer sin saber a lo que vas, porque en cada capítulo te sorprenden (y esto es bueno y malo a la vez).

Por último, me ha parecido que el padre de Ethan está bastante desaprovechado (para lo poco que sale más valía dejarlo en la clínica todo este tiempo) y cierto suceso relacionado con Link me recuerda muchísimo a algo que pasó con Simon de Cazadores de Sombras. Me recuerda no, es lo mismo cambiando el nombre. Aun así, se lo perdono porque sé que va a dar juego en la tercera parte.

Conclusión

A pesar de no ser tan bueno como su predecesor, Hermosa oscuridad es una dignísima segunda parte y me ha hecho pasar un buen rato mientras duraba la lectura. La ambientación del submundo Caster es de lo más atractiva, envolvente y llena de misterios, está mucho más trabajada que la recreación de otras novelas juveniles de corte similar. Por otra parte, la historia está muy bien construida y los personajes resultan creíbles y cercanos, en especial la pareja de Ridley y Link y el enigmático John, que le dan una vidilla increíble a la saga. ¿Lo malo? El final decepcionante, aunque de todas formas las autoras se las han ingeniado para plantear un nuevo misterio que deja con ganas de leer el siguiente libro. ¡Sólo espero que no nos hagan esperar demasiado!

Si alguien se ha quedado con ganas de más, os remito a mi artículo sobre el estilo gótico sureño de la saga que escribí para El Tiramilla.



Mi valoración: 8/10

*La ilustración de los protagonistas es de Barnsdale11.

03 noviembre 2010

La Universal - Toti Martínez de Lezea

Editorial: Maeva
Páginas: 299
ISBN: 9788492695126
Precio: 18,50€

Me interesé por este libro porque Toti Martínez de Lezea es una de mis autoras de novela histórica favoritas. La descubrí hace dos años y medio y desde entonces he leído nueve obras suyas, que se dice pronto. Resulta muy extraño que yo lea tanto de un mismo escritor en tan poco tiempo, pero Toti tiene algo que engancha al lector y en cuanto descubres su obra no puedes parar de leerla. De los libros que he leído destaco La herbolera, Los hijos de Ogaiz y La calle de la judería, además del que os comentaré hoy, aunque la realidad es que no he encontrado ninguno que me decepcionara (quizá Las torres de Sancho por aburrido, pero en los temas históricos está a la altura del resto).

La Universal

La novela empieza el 31 de mayo de 1906 en Madrid, el mismo día en que un anarquista intentó atentar contra los recién casados reyes de España. Antón Ozaeta es un hombre de mediana edad que vive con su mujer y su suegra en un piso de la calle del Rollo. Las cosas se ponen difíciles para la familia cuando la anciana resulta herida en el atentado y su hija deja de salir a planchar para quedarse a su lado. El cabeza de familia tampoco tiene trabajo en su taller, y entre unas cosas y otras al final se le ocurre la idea de convertir el piso en una pensión a la que pone el nombre de La Universal: es la solución perfecta para conseguir ingresos y además le permitirá dar alojamiento a unos conocidos que no tienen dónde ir.

Entre los huéspedes de la pensión se encuentran un profesor en paro, un joven abogado, un anarquista muy visceral, una ex prostituta y una vidente, a los que debemos añadir la criada, el mozo y una muchacha sin recursos que Antón recoge de la calle. Unas personalidades muy variadas que aportan un aire peculiar a la historia, aunque será el abogado quien se lleve el protagonismo, junto al dueño de la pensión. Ignacio Wallinstein trabaja en un bufete donde es el último mono y nunca recibe un encargo importante, hasta que le asignan el caso de la desaparición de un tal Mendoza. Al principio parece que todo consistirá en darlo por muerto para que su viuda pueda recibir su dinero, pero pronto descubrirá que hay intereses ocultos en esta historia y arriesgará su carrera para descubrir la verdad, siempre acompañado por la troupe de La Universal.

A todo esto, enseguida se hace patente que la mayoría de habitantes de la pensión no pueden pagar lo que les corresponde y, como no es capaz de dejarlos en la calle porque les ha cogido cariño, Antón toma una decisión que de entrada parece un disparate: montar un circo. A pesar del disgusto aparente de su esposa, que piensa que ha perdido el juicio, el proyecto sigue adelante y cada uno de los inquilinos empieza a buscar su habilidad para mostrarla ante el público.

Contexto histórico: Madrid a principios del siglo XX

Para quienes conocemos la obra de Toti Martínez de Lezea, La Universal ha supuesto un cambio de registro en toda regla: la mayoría de sus novelas están ambientadas en el País Vasco o Navarra, mientras que esta se desarrolla en Madrid (aunque el protagonista es de origen vasco, eso sí); además, la acción se sitúa a principios del siglo XX, una época mucho más reciente que la que sirve de marco en el resto de su obra. El libro pertenece al género de la novela histórica, pero no cabe duda de que es una novela histórica muy distinta a la que la autora nos tiene acostumbrados.

Aun así, hay algo en lo que Toti no cambia: la ambientación es buenísima, como siempre. Desde las primeras páginas te traslada al Madrid de la época y en los detalles se nota que hay un gran trabajo de documentación a sus espaldas. Si algo tienen las novelas de esta autora, es el hecho de que resultan muy didácticas: siempre te enseñan un poco de historia, y lo mejor es que lo hacen de una forma muy amena, a través de unos personajes entrañables y una historia con gancho. En este caso, la novela me ha parecido interesante por el modo en que plasma las diversas ideologías de la gente, el impacto que supuso el atentado del 31 de mayo, la forma de vida en aquellos tiempos, etc. También relata algunas curiosidades, como por ejemplo el origen del nombre de la calle del Rollo. He disfrutado muchísimo con su lectura, pero a bien seguro que los madrileños todavía la apreciarán más.

Por otra parte, La Universal se sitúa en un periodo histórico en el que España se encontraba en recesión económica. No sé si es casualidad o si Toti escribió el libro pensando en el presente, pero me ha parecido un grandísimo acierto ofrecer un relato cargado de optimismo en plena crisis, especialmente por el hecho de que los personajes utilizan el ingenio para salir adelante y solventar sus problemas de dinero. Está claro que leer el libro no nos va a solucionar la vida, pero te deja con una sonrisa en los labios (y eso, tratando un tema tan delicado ahora mismo, no me parece fácil).

Impresiones

He devorado La Universal con fruición y he cerrado sus páginas satisfecha. Sabía que me enfrentaba a una Toti renovada y distinta, pero ha cumplido mis expectativas con creces: la novela se disfruta de principio a fin, las dos tramas principales están muy bien construidas y el interés no decae en ningún momento. No tiene nada que ver con el resto de su obra, pero en cierto modo pienso que el cambio de registro le ha venido fenomenal: quizá porque escribe sobre una época en la que está menos viciada, el resultado es más fresco y sorprendente.

A los cambios en el contexto debemos añadir unos guiños divertidos de aquellos que sólo un escritor experto es capaz de plasmar sobre el papel. Un sentido del humor sutil, que te mantiene con una sonrisa en los labios y en parte es el culpable de esa frescura que rebosa La Universal. Curiosamente, una de mis novelas preferidas de Toti, La herbolera, tiene un final triste y hay tramos de la historia que desprenden un tono amargo, acorde con las circunstancias que se narran. Me gusta comprobar que esta autora es capaz de convencerme en las dos facetas, la seria y la simpática.

Con respecto al argumento, es digna de mención la forma en que se desarrollan las dos tramas principales y el modo en que conectan entre sí. Por un lado tenemos la pensión-circo con Antón a la cabeza, y por el otro el caso de la desaparición de Mendoza que lleva Wallinstein. Este último habla del tema con el resto de inquilinos y consigue que se involucren e intenten ayudarlo en la medida de sus posibilidades. Reconozco que yo no soy amante de las historias de temas jurídicos ni policíacos, pero esta no es una investigación al uso y la manera en que los personajes conversan y hacen planes para averiguar cosas me ha parecido muy curiosa. Sin embargo, esto también es uno de los escasos defectos que le veo al libro: a veces abusa de las casualidades. Entiendo que en la ficción todo está permitido, pero hay dos situaciones en concreto que me parecieron excesivas (el momento en que Wallinstein ve a cierta señorita por casualidad y los comentarios que oye en la presentación del circo). El otro fallo que le encuentro es el hecho de que la trama del abogado se hace un poco enrevesada en determinados momentos, principalmente porque los nombres de los familiares y el parentesco entre ellos puede llevar a la confusión. De todas formas, son pequeños errores que no alteran mi percepción general de la novela.

Por otra parte, y como era de esperar, el libro está muy bien escrito y engancha desde la primera página aunque no sea el típico best seller. Alterna partes de descripción y de diálogo de tal modo que resulta informativo y ameno al mismo tiempo, sin aburrir. En general, todas las novelas de esta autora tienen historias con gancho que te aportan algo más que entretenimiento. Pese a no gozar de una gran popularidad, Toti Martínez de Lezea es una de las mejores autoras españolas de novela histórica, así que cuando nos acercamos a una de sus novelas sabemos que estamos ante una obra de calidad.

Conclusión

Aunque no sea un libro diez, sin duda es de lo mejorcito que he leído últimamente y he disfrutado mucho con su lectura. En esta ocasión, Toti Martínez de Lezea nos presenta un surtido de personajes carismáticos que conviven en una pensión y en cierto momento deciden montar un circo para salir adelante, además de una trama de investigación que consigue despertar el interés del lector. Curioso, fresco, agradable, simpático… Son muchos los términos que se me ocurren para definir el libro, pero lo que más pesa en mí tras terminarlo es el recuerdo de la sonrisa que supo sacarme desde la primera hasta la última página. Lo pongo al nivel de La herbolera, Los hijos de Ogaiz y La calle de la judería, mis favoritos hasta ahora. Si ya conocéis a Toti, no os podéis perder su última novela porque os sorprenderá y encantará a partes iguales, y si todavía no habéis leído nada suyo, esta puede ser una buena opción para descubrirla. ¿A qué estáis esperando?


Mi valoración: 8/10

01 noviembre 2010

¿Qué es lo que nos lleva a leer un libro?

La encuesta del mes de octubre hacía esta pregunta: ¿En qué te basas para decidir leer un libro? Se podía votar más de una opción y después de 117 votos (récord del blog, ¡gracias!), estos son los resultados:

Reseñas de internet o revistas...........64 votos (54%)
Recomendaciones de amigos..............41 votos (35%)
Sinopsis de la contraportada..............79 votos (67%)
Título.....................................................37 votos (31%)
Portada.................................................40 votos (34%)
Autor conocido.....................................35 votos (29%)
Otros.....................................................5 votos (4%)

Gana la sinopsis de la contraportada: es de cajón, no creo que a nadie la apetezca leer un libro sin saber mínimamente de qué va (otra cosa es que las sinopsis no siempre se correspondan al contenido de la novela, pero eso es otro tema). Seguidamente vienen las reseñas de internet o revistas, opción escogida por más de la mitad de los votantes. A la vista está que los blogs de opinión y demás portales relacionados están a la orden del día; la gente ya no se gasta el dinero a la primera de cambio y quiere conocer las impresiones de los demás antes de tomar una decisión de compra. Por otra parte, me sorprende que el autor conocido no tenga más apoyo: es frecuente que un autor que ha cosechado éxitos se coloque en la lista de más vendidos con sus siguientes novelas (Zafón, Stephenie Meyer, Julia Navarro...). Confieso que yo peco muy a menudo con esto (y así me llevo los chascos que me llevo).

En cualquier caso, la conclusión general que se puede sacar de la encuesta es el hecho de que un motivo se apoya en otros (por ejemplo, la sinopsis se apoya en las reseñas), es raro que alguien escoja un libro por una sola razón, salvo que ésta resulte especialmente convincente.

Para terminar, os dejo con una nueva encuesta que se cerrará el 30 de noviembre. La pregunta que os hago es la siguiente: ¿Qué tipo de edición prefieres?

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