La escritora alemana Brigitte Reimann. |
Brigitte Reimann
(Burg, 1933 – Berlín Este, 1973) fue una voz singular de la literatura alemana
de la RDA. En toda su obra, que comprende novelas, reportajes y diarios, late
una intensidad contagiosa, una personalidad apasionada que también se reconoce
en su biografía: comenzó a publicar con poco más de veinte años, se casó cuatro
veces, tuvo un intento de suicidio y murió de cáncer a los treinta y nueve
años. Una vida demasiado corta, pero suficiente para dejar su huella en todo lo
que escribió. Por la época y el lugar en los que vivió, además, Reimann estuvo
comprometida con el Partido Socialista, una ideología que se plasma en sus
primeras obras, si bien con el tiempo su perspectiva se fue modificando y
empezó a mostrarse crítica hacia lo que observaba a su alrededor. La mirada de
Reimann es una mirada lúcida e involucrada con la vida cultural de su ciudad, una
mirada brillante que no ha perdido lustre con las décadas. Como curiosidad, fue
amiga de una autora más conocida por estos lares, Christa Wolf.
Libros
recomendados: En la ciudad del mañana,
La verde luz de las estepas.
Marisa Madieri
(Fiume, 1938 – Trieste, 1996) publicó poco, pero ese poco tiene más solidez que
algunas trayectorias prolíficas. Su literatura se funde con su vida, una vida
marcada por el Éxodo istriano-dálmata posterior a la Segunda Guerra Mundial. Al
igual que en la producción de su esposo, Claudio Magris, la noción de frontera
reverbera en su obra por esas tensiones entre el lugar de origen y el lugar de
refugio, donde se instala de forma definitiva. En su diario recuerda los años
de su infancia en el campo del Silos de Trieste, unos años de pobreza que más
tarde hicieron de ella una mujer comprometida con los más desfavorecidos. Entre
estas mismas páginas de su diario medita asimismo sobre la memoria y el paso
del tiempo, sobre los familiares que murieron y la conciencia de la finitud de
su propia existencia. Unos textos, en suma, escritos con contención y
sobriedad, que dejan constancia del testimonio de una mujer que supo plasmar la
serenidad con la que se enfrentó a los vaivenes de la vida.
Libro
recomendado: Verde agua.
Hija
de un escritor de westerns de segunda,
Jean Stafford (Covina, California,
1915 – Nueva York, 1979) pertenece a esa generación de autores norteamericanos
que elevaron el relato al máximo nivel, en gran medida gracias a las revistas
en las que publicaban; me refiero a la generación de Eudora Welty, John Cheever, Flannery
O’Connor y Katherine Anne Porter. La vida de Stafford estuvo marcada por un
accidente de tráfico por el que tuvo que someterse a una reconstrucción facial,
así como por las tensiones conyugales con sus dos primeros maridos, que
desembocaron en problemas con el alcohol y depresión. En sus cuentos se centra
con frecuencia en el desencanto de las mujeres de su generación, en los
conflictos del matrimonio, la soledad o la sensación de desarraigo al abandonar
la casa paterna. En su brillante relato «El castillo interior», además, recrea
una intervención quirúrgica desde una perspectiva singular, inspirada en su
experiencia. Ganó el Premio Pulitzer en 1970 por el conjunto de su narrativa
breve.
Libro
recomendado: Los niños se aburren los domingos.
Lidia Chukóvskaia
(San Petersburgo, 1907 – Moscú, 1996), mujer de letras —fue
novelista, poeta, crítica literaria y editora— y amiga de Anna Ajmátova, constituye un
ejemplo del uso político de la literatura, del compromiso con los problemas de su realidad social. En concreto, Chukóvskaia
conoció en primera persona las purgas de Stalin en los años treinta: su marido
fue arrestado y poco después ejecutado, aunque a ella le comunicaron que se
encontraba en un campo de trabajo sin derecho a correspondencia. En su única
novela traducida al castellano, la autora se pone en la piel de una mujer que
podría ser ella misma, una mujer que ve cómo le arrebatan a su familia sin
darle explicaciones. La particularidad de su enfoque reside en el hecho de
centrarse en las mujeres, que no eran arrestadas con tanta frecuencia como los
hombres, pero sufrían otro tipo de dolor: la soledad, las largas colas, la ausencia
de certezas sobre el estado de sus seres queridos. Lo narra, además, con una
simplicidad que aumenta la eficacia para comunicar su denuncia.
Libro
recomendado: Sofia Petrovna. Una ciudadana ejemplar.
Mary MacLane
(Winnipeg, Canadá, 1881 – Chicago, 1929) tuvo una vida convulsa, y esa
agitación se plasma en sus textos, de carácter autobiográfico. Publicó su
primer libro con apenas veinte años, una obra que se convirtió de inmediato en
un éxito de ventas y que suscitó controversia por su voz punzante y socarrona.
Lo que hace interesante a MacLane no es lo que cuenta —el desamparo de la
adolescente literata que se siente incomprendida y sola a pesar de estar
rodeada de gente—, sino cómo lo cuenta: un estilo
irreverente, introspectivo y meditativo, que adelanta a escritoras experimentales
de la talla de Virginia Woolf y Clarice Lispector. Su libro tiene la inmediatez
del fulgor y la rebeldía juveniles, antes de que estos sean apagados por la
madurez. Gracias a esta falta de complejos, MacLane se permite proclamar a los
cuatro vientos que desea que venga el Diablo, un Diablo entendido como la
diversión perversa que ha de romper su monotonía. Ella, de hecho, se acabó
reconciliando con la vida: abandonó su pueblo para trasladarse a la ciudad y
moverse en los círculos intelectuales, hasta que murió en extrañas
circunstancias en una habitación de hotel de Chicago.
Libro
recomendado: Deseo que venga el Diablo.
Y
tú, ¿a qué escritora olvidada o desconocida recomiendas?
Gracias por acercarnos al lado femenino de la literatura. Besos
ResponderEliminarNo hay de qué. Lo hago todos los meses con mis reseñas :).
EliminarOlga Tokarczuk. Su único libro publicado en español se titula "Un lugar llamado Antaño".
ResponderEliminarsaludos
Gracias, no la conocía. Me pongo ahora mismo a buscar información :).
EliminarPues tomo nota porque no las conocía. Gracias
ResponderEliminarUn beso
Espero que te animes a leerlas. Son muy buenas.
Eliminar¡Hola!
ResponderEliminarSolo conocía dos pero no he leído a ninguna.
Gracias por las recomendaciones, pero no se me ocurre ninguna "desconocida" para devolverte el favor, pues mis favoritas son bastante leídas (o por lo menos conocidas): Pardo Bazán y Nothomb.
¡Un saludo!
Pardo Bazán es una de mis eternas pendientes (me tengo que poner las pilas con los clásicos españoles). A Nothomb la leí hace muchos años y no acabó de convencerme, aunque a veces pienso que debería volver a probar, porque mi criterio ha cambiado bastante con el tiempo.
Eliminarquedan apuntadas todas estas señoritas!
ResponderEliminar¡Bien hecho! :)
EliminarPues aunque parezca increíble no las conocía pero las añadiré a mi lista de pendientes ;) gracias
ResponderEliminarBueno, esa era la idea, recomendar a autoras muy poco conocidas, ¡je, je! Espero que las disfrutes :).
EliminarApuntadas me las llevo, que no las conocía.
ResponderEliminarBesotes!!!
Espero que te animes a leerlas, merecen la pena.
EliminarHola
ResponderEliminartengo "verde Agua" de Madieri y , en mi lista de pedidos estaba Mary Maclane. ahora están todas, gracias.
Con tu permiso te propongo dos, mis muy queridas Maria Dermout, Y DOrohty Parker. Las conocerás pero si no es así, es un placer leerlas.
gracias de nuevo por los nombres
Tengo muchas ganas de leer a Dorothy Parker; me la han recomendado mucho y estoy segura de que me va a encantar.
EliminarA Dermout no la conocía, ¡gracias por la recomendación!
hola. que hermosa reseña. ya no estan olvidadas porque tu las recordaste y es asi como se cuidan los libros, leyendolos y compartiendolos. a traves de las letras de las que las conociamos y las que no, cobran vida de nuevo. gracias por participarnos de este hermoso milagro. besos. gracias!
ResponderEliminarPara eso tenemos blogs, para contagiar lo que nos entusiasma :).
EliminarTomo nota porque no he leído nada de ellas. Gracias!
ResponderEliminarYo recomendaría a Ayn Rand, una pedazo escritora bastante olvidada
No la conocía, buscaré información. ¡Gracias!
EliminarReleo tu artículo y me estoy acordando de que una publicación me encargó un artículo que debía llevar por título "Libros que nadie conoce y deberías leer". Finalmente no nos pusimos de acuerdo en la extensión y no se publicó. Lo repaso ahora y veo que incluí alguna mujer. Como decía en la introducción, no sé muy bien qué es eso de desconocidos. En tu entrada me pasa algo parecido. Para mi vergüenza, sólo he leído a Marisa Madieri (de las demás... silencio), que me gustó aunque esperaba mucho más desarrollo de la historia, que es una maravilla.
ResponderEliminarSi tengo que aportar algo, citaré alguna de las autoras que debí incluir: Adelaida García Morales,Yoko Ogawa, Esthet Hautzig, Sahar Delijani y Gail Tsukiyama. Seguramente las conocerás a todas: no son ignoradas y alguna ha obtenido premios recientemente, aunque no son narrativa best-seller. Me escuece especialmente el silencio que hubo tras la muerte de Adelaida García Morales, que sólo por "El Sur" debe ser recordada, un prodigio de evocación con el mínimo de palabras, la prueba de que el exceso de adjetivación y las frases infinitas no convierten en bueno a un autor.
Yo también estuve tentada de redactar una introducción para concretar lo que entiendo por "desconocido". El término es relativo, desde luego. En este caso, he tenido en cuenta dos condiciones: que sean desconocidas en España, y por lo tanto poco traducidas (hay muchos autores que tienen un gran éxito en su país, pero fuera de ahí, nada de nada); y, en segundo lugar, que sean desconocidas para gente que lee con cierta asiduidad (no tendría ningún mérito hablar de autores desconocidos para la población que no lee. Casi todo valdría). Pero aun así es complicado delimitar lo que significa "desconocido", sí.
EliminarGracias por las recomendaciones. Solo me sonaban las dos primeras, aunque no las he leído. Me gusta lo que cuentas sobre Adelaida García Morales: yo también aprecio mucho la literatura sobria, sin excesos. Detesto que ciertos autores (sobre todo lo veo en jóvenes que comienzan) piensen que escribir bien consiste en escribir recargado (lo que no quita que haya escritores con un estilo "barroco" espléndido...).
Fe de erratas: Esther, terminado en 'r'. Lo siento, las prisas.
EliminarTiene gracia lo que dices de los autores (autoras en este caso) desconocidos para el público que no lee. Un día tienes que escribir sobre los lectores de tapas y solapas. Es un buen tema.
Creo que te gustará leer ese libro de Adelaida García Morales. Y si ves la película... más aún. La protagonista es una adolescente Iciar Bollaín...
Ah, de autores barrocos me apunto a Javier Marías, el boss de todos ellos. Últimamente no me interesa lo que escribe, pero leerlo es como meterse droga dura en vena. En el otro extremo, mi maestro Albert Camus: parece que hizo promesa de no adjetivar apenas.
Has nombrado a dos autores a los que quiero leer este año: Marías y Camus. Me da hasta vergüenza no haberlos leído todavía, pero, en fin, pronto le pondré remedio.
EliminarSólo conocía a dos. Me apunto el resto de recomendaciones.
ResponderEliminarBesos
Sobre todo no te pierdas a Brigitte Reimann (no sé si es de las que ya conoces). Es maravillosa.
EliminarMe las apunto :)
ResponderEliminarHace un par de veranos descubrí a Irène Némirovsky. Me pareció muy buena por lo bien que retrata la intimidad de las personas, sus sentimientos… facilita mucho comprender y empatizar con sus personajes.
Es una de mis preferidas :).
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