Edición: Errata
naturae, 2018 (trad. Regina López Muñoz)
Páginas: 88
ISBN: 9788416544585
Precio: 12,00
€
En
los albores del siglo XX, una familia se dispone a reunirse un domingo en la
casa del patriarca, en los alrededores de París. El anciano señor Ladmiral, pintor de renombre, viudo y quejicoso, recibe a su hijo Gonzague, a su nuera y a
sus nietos, que vienen de la ciudad, como todas las semanas. Comen, charlan, ríen;
las costumbres apacibles. Esta vez, no obstante, se presenta alguien más:
Irène, la querida hija del señor Ladmiral, una mujer soltera e independiente
que aporta su toque de alegría y vitalidad a la velada («Irène quería estar
sola. No tanto libre como sola. Y con esas dos palabras puede uno juzgar a las
chicas que deciden poner tierra de por medio.», p. 69). Nadie sabe qué estilo de
vida lleva Irène ni qué secretos guarda, pero este día todos están unidos por
la rutina familiar. El escritor, periodista y guionista francés Pierre Bost
(Lasalle, 1901 – París, 1975), un intelectual destacado del periodo de entreguerras, no necesita más que un sencillo encuentro familiar para
condensar en pocas páginas las tensiones latentes en Un domingo en el campo (1945), su última
novela, en la que se basa la película homónima de Bertrand Tavernier estrenada
en 1984.
Con
una simplicidad aparente, el autor traza una escena costumbrista en la que el silencio tiene tanta importancia o más que los acontecimientos. Por fuera: cháchara, riñas, bromas, ligeras muestras de acercamiento, detalles que
sacan de quicio a unos y otros. Por dentro: inseguridades, decepciones,
extrañamiento, preguntas que nadie se atreve a formular («Gonzague pensó una
vez más que la virtud está precisamente en llevar a cabo todos aquellos
pequeños gestos en secreto y sin recompensa.», p. 32). Como demostró Virginia
Woolf en La señora Dalloway (1925),
un día puede dar mucho de sí en literatura, puede remitir al pasado, a las
expectativas insatisfechas, a la época en que eran otros y les resultaba más
fácil hablar. Puede abarcar toda la existencia en un instante… El
punto de inflexión lo marca la llegada de la hija, que bajo su imagen de tía
moderna encantadora con los sobrinos se esconde un misterio para los adultos;
pero también entre Ladmiral padre e hijo se aprecia la distancia en minucias
como el nombre con que lo llama el primero, oponiéndose al que prefirió el
segundo. Lo que arrastran, lo que ocultan, se asoma de forma casi imperceptible
en esta reunión.
Pierre Bost |
Esta
es una obra precisa, sutil, exquisita. Emociones contenidas, silencios que dicen más que una frase. Va
de todo y va de nada; del ruido que mantiene los lazos afectivos y del abismo
interior de cada uno, de esa frontera que no se llega a cruzar, y que es
mejor no cruzar para que la estructura de las relaciones familiares no se
derrumbe («para cada hombre hay cierto número de verdades incómodas contra las
que no tiene más que una defensa, aunque soberana: el rechazo. “No quiero
saberlo”», pp. 71-72). Pierre Bost escribe con hondura y delicadeza, sin
estridencias. Nada chirría, nada sobra. Un libro, en fin, hermoso, que se suma a otros
textos breves de narradores francófonos que Errata naturae ha recuperado,
todos esmerados, todos de naturaleza intimista: Hace cuarenta años (1936), de Maria van Rysselberge, Élisa (2003), de Jacques Chauviré, Un jardín en Brujas (1996), de Charles
Bertin, entre otros. Pequeños hallazgos que se empiezan sin saber nada de ellos
y al final permanecen en el lector, que cierra la novela conmovido, pleno, como
con toda buena lectura.
Y así es... . Un día da para muchísimos descubrimientos.
ResponderEliminarUn beso muy grande,
Noa
Y tanto. Gracias por comentar :).
EliminarTiene una pinta muy interesante la verdad. Todavía no he probado ninguno pero me llaman unos cuantos títulos con la naturaleza como protagonista.
ResponderEliminarErrata edita unos libros geniales.
Besos.
En este caso el campo solo es el telón de fondo, el espacio donde se desarrolla la acción, pero igualmente es una muy buena novela.
EliminarPara libros sobre naturaleza, los de la colección Libros Salvajes, como "Refugio", de Terry Tempest Williams, "Una temporada en Tinker Creek", de Annie Dillard, etc.
Me ha parecido muy interesante tu recomendación.
ResponderEliminarGracias, la tendré en cuenta en mi lista de lecturas pendientes.
Me alegra que te haya interesado. Es un libro bonito.
EliminarImpresionante novela y película muy interesante
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