Edición:
Seix Barral, 2015 (trad. Carlos Gumpert)
Páginas:
96
ISBN:
9788432224539
Precio:
5,00 € (e-book: 3,99 €)
Leído en la edición en catalán de Sendra
(trad. Iban L. Llop).
La palabra contraria
es el panfleto con el que Erri De Luca (Nápoles, 1950) denunció el proceso
judicial al que iba a ser sometido por promover
el boicot a las obras del tren de alta velocidad Lyon-Turín. El librito (treinta
páginas más anexos y muchos espacios en blanco) vendió cien mil ejemplares en
Italia en apenas tres meses desde su publicación, y se tradujo a numerosas
lenguas, por lo que se puede afirmar que cumplió su cometido: difundir su caso
entre el gran público y lograr que los principales medios de comunicación se hicieran eco de la
noticia. En octubre de 2015, fue absuelto de la acusación. Dado que se trata de
un texto escrito en unas circunstancias muy concretas, que ya han quedado atrás
por la resolución del juicio, cabe preguntarse qué interés tiene leerlo ahora, en 2016,
suponiendo que tenga algún interés todavía. No llega a la categoría de ensayo,
ni tampoco dice nada nuevo sobre la libertad de expresión. Sin duda, cualquier
obra literaria del autor, como El día antes de la felicidad, El peso de la mariposa o Tú, mío, tiene más
provecho que este panfleto. Ahora bien, partiendo de esta constatación, mi
sugerencia es aproximarse a La palabra
contraria para conocer mejor la
naturaleza comprometida de este gran escritor.
La
implicación política le viene de lejos: antes de dedicarse a la escritura —no publicó
su primer libro hasta 1989, con casi cuarenta años, y gracias a la casualidad:
una amiga había comenzado a trabajar en una editorial y mostró sus manuscritos
al editor—, De Luca trabajó como obrero y camionero, participó en los
movimientos del Mayo del 68 y militó en el
grupo autónomo de extrema izquierda Lotta Continua. No tiene el perfil
habitual del escritor criado entre algodones, militante de salón, aunque entre
el trabajo y el compromiso encontraba tiempo para leer. Aun así, según explica
en La palabra contraria, nunca se
interesó por la literatura de temas políticos o sociales; de hecho, su
producción literaria, aun tomando a menudo motivos de su propia vida, de la Nápoles humilde y embrutecida de la posguerra, carece de una crítica explícita; solo importa
el lado íntimo de sus vivencias. Con todo, hubo una excepción notable en sus
lecturas: Georges Orwell, que con su Homenaje
a Cataluña (1938) lo empujó a convertirse en militante. Ahí estaba la semilla.
De
Luca fue denunciado por expresar su opinión en una entrevista de 2013 (incluida
en este libro). Entre otros comentarios, dice que «el TAV se tiene que
boicotear» y que «[el sabotaje y el vandalismo] son necesarios para que se
comprenda que la línea del TAV es una obra nociva e inútil». De Luca no es
ningún ingenuo, en Italia lo conocen bien por la contundencia de sus
posicionamientos, que, a la vista está, no siempre caen en gracia. Los motivos
por los que se opone a la construcción se resumen en: es negativo para
el medio ambiente, la población de la zona lo rechaza y, por supuesto, hay
intereses de empresas privadas detrás. Esta vez el problema es un tren, pero se puede equiparar a otros conflictos territoriales, como las centrales nucleares o el fallido
Eurovegas: un proyecto suscita polémica porque puede dañar la calidad de vida de
una zona y se produce un desacuerdo entre las instituciones políticas y los lugareños, que se organizan en movimientos opositores para sabotearlo. Hay
un diálogo insuficiente (o,
directamente, inexistente) entre
ambas partes, y la voz de una figura intelectual reconocida puede hacer que
la protesta se escuche más.
Erri De Luca |
El fin de La palabra contraria no
es poner en entredicho el TAV —sobre eso ya se explayó en su momento—, sino defender
el derecho a la libertad de expresión,
a la «palabra contraria». Tan simple (y tan fundamental) como eso. Estar en
desacuerdo con los organismos oficiales sin que esto conlleve un proceso
judicial. Él insiste en que no lo juzgan por sus acciones, sino por sus palabras. La denuncia de la empresa (reproducida
en el libro) alega que sus declaraciones instigan a delinquir; se escuda en el
argumento de que la opinión de un intelectual puede influir en la población y propiciar
una reacción violenta. De Luca fue absuelto, pero no ha sido el primer escritor
ni será el último en encontrarse en esta situación, como él mismo recuerda en
estas páginas. Más allá de los casos particulares, este texto intenta
concienciar acerca de la importancia, no solo de formarse una opinión crítica,
sino de movilizarse, como escritor o como persona anónima, para ejercer presión y participar en política,
por ejemplo a través de manifestaciones. Esta reflexión sobre el compromiso resulta inseparable de su biografía,
pero también va en consonancia con fenómenos recientes (la
PAH, el 15-M…). Quizá estas dos ideas —libertad de expresión y compromiso
activo— son las que definen mejor el contenido del panfleto y, por extensión, el
pensamiento de un autor, por lo demás, extraordinario.
Hola Rusta! Me he perdido un montón de entradas, pero ya me alegro de pensar en la de libros que me voy a apuntar cuando empiece a leer tus reseñas:)
ResponderEliminarLeí "El peso de la mariposa" y no me acabó de gustar... Me parece que captura muy bien la naturaleza y tiene algunos párrafos realmente evocativos, pero no acabé de conectar con el autor. De hecho si no hubiera sido tan cortito no lo habría terminado.
Creo que el principal problema fue su estilo, se me hizo muy pesado de leer. No me importa releer frases o incluso páginas si no lo he entendido a la primera, pero en este caso incluso tras la relectura se me escapaba lo que intentaba expresar. Algunas frases eran tan rebuscadas y estaban formuladas de manera tan obtusa que dificultaban la lectura.
Si el resto de su obra es así está claro que no es para mí. ¿Qué me recomiendas? Con lo que te he dicho, ¿crees que me podría gustar "El día antes de la felicidad" o mejor dejarlo?:)
Vaya, siento que no hayas terminado de conectar con Erri De Luca. Si te soy sincera, ahora mismo no te recomendaría nada más de él, porque su estilo es el que es y podrías encontrarte con el mismo problema. Quizá podrías intentarlo de nuevo dentro de unos años; a veces el momento en el que nos pilla una lectura influye mucho en nuestra forma de disfrutarla.
EliminarPuede que hoy ya no tenga la vigencia de entonces, pero sin duda es interesante, ya que hay que defender el derecho a la expresión, y hay que recordar que tenemos derecho a opinar. Muy interesante tu reseña.
ResponderEliminarBesooos!!
Sí, por supuesto. El caso de Erri De Luca es una muestra (una más) de las barreras a las que todavía tenemos que hacer frente.
Eliminar