Edición: Lumen, 2013
Páginas: 432
ISBN: 9788426421791
Precio: 20,90 € (e-book: 11,99 €)
Los escritores
que han cosechado un buen número de ventas con un libro se enfrentan a un gran
reto con su siguiente obra: consolidar a ese público que una vez confió en
ellos y ahora les puede criticar tanto por ofrecer algo demasiado parecido a esa
novela triunfante (Carlos Ruiz Zafón) como por proponer un relato completamente
diferente (María Dueñas). La inglesa Diane Setterfield (Berkshire, 1964), ex
profesora de literatura francesa, se encuentra en esa situación: su debut, El
cuento número trece (2006), se convirtió en un best-seller internacional y ahora todas las miradas están
expectantes ante El hombre que perseguía
al tiempo (2013), su esperada nueva novela, de la que ella misma ha dicho
que procuró que no se pareciera a su anterior libro porque «el lector se merece nuevos mundos». He descubierto a la autora con esta última publicación, de modo
que no podré hacer las comparaciones que, intuyo, estarán presentes en la
mayoría de reseñas.
El hombre que perseguía al tiempo transcurre en
Londres durante la época victoriana. El protagonista, William Bellman, está marcado por un suceso de su infancia,
aunque él no es consciente de ello: mató a un grajo con un tirachinas, una
hazaña con la que se ganó la admiración de los otros niños del barrio, que
crecieron convencidos de que su colega, por su fuerza y su convicción, llegaría
a ser alguien importante. En efecto, el William adulto empieza a trabajar en
una fábrica de tejidos, pero su entusiasmo y su disciplina enseguida le
permiten ascender. Sin embargo, el pasado le persigue en forma de un misterioso hombre vestido de negro
que aparece en las circunstancias más trágicas de su vida. De eso, y de las
manadas de grajos que sobrevuelan la ciudad…
Diane Setterfield
ha construido una historia victoriana intrigante
y oscura que posee influencias de la literatura inglesa decimonónica. Su
narración, elegante y evocadora, de ritmo ágil, logra plasmar la atmósfera
misteriosa de la época desde la primera página —el comienzo de un prólogo
deslumbrante—, una sensación que se ve acentuada por la presencia del grajo,
ese pájaro parecido al cuervo que juega un papel fundamental en esta novela, y
del caballero vestido de negro, que surge como una dama del alba y hace crecer
la emoción cada vez que se cruza con William. Estos elementos se relacionan con
la memoria y la muerte, dos temas que
aumentan el suspense y resultan menos predecibles de lo que cabría esperar.
La novela está
escrita con un estilo bastante afín al de autoras como Kate Morton, Katherine Webb y Victoria Álvarez, con ese gusto por la época victoriana y la combinación
de intriga y sentimientos. Aun así, a diferencia de ellas, esta obra no se
caracteriza por la acción, sino que el misterio más bien es algo que flota en
el ambiente y Diane Setterfield no necesita relatar grandes aventuras para que
el lector se interese por lo que sucederá. Por otra parte, la obra nos acerca
al sector de la industria textil y
funeraria del periodo, los ámbitos en los que se mueve el protagonista,
para los que la autora se ha documentado a fondo (resulta interesante conocer,
por ejemplo, cómo se vivía el duelo y cómo cambiaron las costumbres cuando se
aprobó la incineración). La historia también abarca el lado familiar, muy
doloroso para William, pero es su faceta de hombre de negocios la que resulta, en
mi opinión, una aportación más notable. Todos estos temas conducen a una reflexión sobre el tiempo y las
oportunidades, a modo de moraleja de cuento, que sigue siendo aplicable en
la actualidad.
No obstante,
mentiría si dijera que me ha parecido una novela redonda. Peca de simplificar en
exceso las cosas, incluso para tratarse de una obra destinada a ser un best-seller: personajes secundarios
superficiales (quizá con la excepción de Dora) y relaciones entre ellos poco elaboradas,
desarrollo previsible en algunos aspectos (la carrera laboral de William), etc.
En la segunda parte, las abundantes y repetitivas descripciones sobre los
avances de la industria lastran la narración; hay mucha información superflua
que se podría haber recortado. En cambio, he echado de menos que se potenciara
más el misterio del personaje vestido de negro. También considero que, sobre
todo en la recta final, la frialdad del protagonista se traspasa al texto; no
he llegado a experimentar esa implicación emocional necesaria para conectar con
una historia, aunque soy consciente de que este apunte es puramente subjetivo.
Diane Setterfield |
En conclusión,
pese a no ser una novela perfecta, estoy segura de que El hombre que perseguía al tiempo va a satisfacer las expectativas
de muchos lectores, porque reúne cualidades que el público aprecia, como un
misterio distinto a lo habitual, una prosa amena y hermosa al mismo tiempo, una
cuidada recreación del periodo victoriano y una trama que atrapa desde el
principio. En definitiva, es una obra para
disfrutar, una lectura evasiva que, aunque con altibajos en el ritmo,
cumple su promesa de entretener e intrigar hasta su desenlace. No estoy a tiempo
de incluirla en mi lista de libros para regalar estas fiestas, pero seguro que estará
presente en los escaparates de muchas librerías y, sin duda, es una buena
opción para obsequiar a alguien (o a uno mismo).
Me gustó "El cuento número 13", así que seguramente leeré éste. Creo que por lo que dices me puede gustar, pero tampoco es que me atraiga mucho. De hecho, la que leí tampoco es que me entusiasmara. Me gustó, pero en momentos era un poco pesada.
ResponderEliminarBesos, y feliz Navidad!
@Saramaga. Yo ahora tengo muchas ganas de leer "El cuento número trece". En su momento leí muchas opiniones entusiastas y tengo la sensación de que es aún mejor que este.
ResponderEliminarAme encanto el cuento nº 13 en su momento asi que a este igual lo voy a leer, aunque tenga la sensacion de que no será taan bueno como su 1º novela.
ResponderEliminargracias!
@Analia Alvira. De todas formas, conserva esa ambientación evocadora que gustó tanto de su primera novela :).
ResponderEliminarNo me acaba de llamar mucho la atención así que lo dejo pasar.
ResponderEliminarBesos!
@Kristineta. Lástima, aun con sus peros es una novela que no está nada mal.
ResponderEliminarMe gustó mucho El cuento número 13 cuando la leí, así que seguramente lea esta también. De todas formas, tendré en cuenta estos inconvenientes que mencionas para no hacerme unas expectativas excesivamente elevadas.
ResponderEliminarBesos:)
@Sara. Estuve leyendo opiniones de los lectores anglosajones y hay de todo: a algunos les ha decepcionado y a otros les ha encantado. Eso sí, parece que hay que tener claro que es bastante diferente a su anterior libro.
ResponderEliminarMe gustó mucho el cuento nº 13 así que supongo que éste me gustará también. Gracias por la reseña.
ResponderEliminarBs y feliz navidad
Me gustó mucho Elcuento número 13, por lo que ya había echado el ojo a esta nueva novela. Por cierto, el anterior también teníaun aire victoriano
ResponderEliminarYo llevo leída la mitad de la novela y, en efecto, creo que le falta ese toque de originalidad de el cuento número 13.
ResponderEliminar@Ángela León. Ya nos contarás qué te parece :).
ResponderEliminar@Pedro. A mí cada vez me gustan más las historias con este ambiente victoriano, este año me he puesto las botas...
@Eva M. Martín. En mi opinión, lo peor del libro es en la segunda parte, cuando detalla tanto el crecimiento de la empresa. A ver qué te parece.
Me extraña un montón que no hayas leído "El cuento número trece"
ResponderEliminarPor lo que cuentas, aunque las historias sean distintas, veo puntos en común con la anterior novela. .Eso y las comparaciones con las autoras que mencionas, hacen que tenga aún más ganas de leerlo.
Un beso
@Laky. "El cuento número trece" es uno de esos eternos pendientes, ya me llamó mucho la atención en su momento y ahora que he leído esta novela todavía me apetece más. Seguramente lo cogeré de la biblioteca.
ResponderEliminarCreo que "El hombre que perseguía al tiempo" puede gustarte.
Me llamó la atención cuando la vi entre las novedades y tras tu reseña me sigue interesando, a pesar de los fallitos que destacas. De todas maneras, yo también tengo pendiente "El cuento número trece" y me llama algo más que éste, así que empezaré por ahí.
ResponderEliminar1beso:)
@Elena:). Sí, aunque no sea un libro diez me sigue pareciendo recomendable. Ya me dirás qué te parece "El cuento número trece" :).
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