Edición: Errata naturae, 2019 (trad. Núria
Molines Galarza)
Páginas: 130
ISBN: 9788417800086
Precio: 14,00 €
Carolina Schutti (Innsbruck, 1976) narra una historia de iniciación,
pérdida y redención en Una vez caminé
sobre la suave hierba (2012), su primera obra traducida al castellano, por
la que recibió el European Union Prize for Literature. La protagonista, Maja,
es una niña que tras la muerte de su madre queda a cargo de una tía, que vive en
un país extranjero. La tía cuida de ella, pero Maja no entiende su lengua;
entablan una relación llena de silencios. Más que hostil, este nuevo hábitat le
resulta sombrío, desconcertante. Maja se encierra en sí misma, se convierte en
una muchacha introvertida, con mucho que echar de menos a pesar de su corta
edad. Por suerte, Marek, un anciano polaco, la ayudará a abrirse al mundo, a
descubrir la naturaleza y recuperar la esperanza. Él también sabe lo que
significa dejar atrás el lugar en el que uno nació, y este sentimiento de pérdida
establece un vínculo entre ambos, entre dos personajes de diferente origen y
generación pero unidos por el desarraigo. Más adelante, la Maja adolescente
emprenderá al fin la búsqueda de sus raíces.
La
novela está narrada de forma particular. Del mismo modo que Maja calla sus
emociones, el núcleo del libro está asimismo «contenido». La
protagonista tiene una matrioshka, una de esas muñecas rusas que guardan
réplicas exactas, cada vez más pequeñas, en su interior. La autora hace un
experimento inspirado en ellas con la organización de la obra: de cada historia
sale otra historia; independientes en apariencia, pero interconectadas, aunque
eso solo se comprende con el curso de la narración, que conduce a un desenlace que,
por supuesto, se compone de fragmentos muy, muy breves, como las matrioshkas
minúsculas. El pasado, las vivencias de los personajes que se cruzan con ella. La
forma es coherente con la naturaleza de su protagonista: ella se mantiene en
silencio; la narración se apoya en las elisiones. Esta es una de esas historias
en las que lo que no se dice cuenta tanto o más que lo expresado abiertamente. Una
novela corta, compacta, precisa, con más capas de lo que puede insinuar su
argumento. Explora los temas de siempre –niñez, desarraigo, amistad, retorno–
con una voz propia; y reivindica la importancia de la lengua materna como patria.
Carolina Schutti |
El
título, tan sugerente, alude a la primera infancia, esa etapa de la que uno
mismo no conserva recuerdos. Maja tiene una fotografía en la que, siendo muy
pequeña, camina sobre la hierba. Ella apenas recuerda la sensación de pisar el
césped fresco, pero sabe que lo hizo porque la instantánea inmortalizó el
momento. La imagen, además, es especial porque en ella también aparece
su madre. Esta escena, esta anécdota, actúa como metáfora de su existencia:
desde la muerte de su progenitora, y en los sucesivos cambios que le esperan
(de país, de allegados, de idioma), la niña trata de no olvidar sus orígenes.
O, mejor dicho, los olvida, cómo no los va a olvidar si solo es una chiquilla;
pero toma conciencia de que esos orígenes están ahí del mismo modo en que sabe
que una vez caminó sobre la suave hierba. Tal vez así no se borren del todo. Palabras
exactas, imágenes con fuerza poética, mensaje imperecedero; así podría
definirse esta propuesta de Carolina Schutti.
Otro libro que no me sonaba de nada. Y resulta muy tentador. Otro que me llevo apuntado.
ResponderEliminarBesotes!!!
Se acaba de publicar. Es un libro "peculiar"; merece la pena para salir de las lecturas habituales.
Eliminar