Edición: Errata naturae, 2019 (trad. Ibon
Zubiaur)
Páginas: 168
ISBN: 9788416544974
Precio: 17,00 €
Este
es un libro en el que confluyen la vida, la Historia y la literatura. La vida,
porque explora unos acontecimientos que trenzaron el relato familiar de la
autora. La Historia, porque se enmarca en un periodo convulso del pasado
reciente, cuya narración a la postre resulta instructiva para el lector. Y la
literatura, por supuesto, porque Barbara Honigmann (Berlín Oriental, 1949)
tiene el talento para narrarlo con pulcritud. Esta reconocida escritora y
pintora alemana judía, no traducida hasta la fecha al castellano, ya contaba
con una larga trayectoria literaria cuando en 2004 publicó Un capítulo de mi vida, una obra en la que escribe sobre su madre, una
mujer que durante mucho tiempo ocultó, valga la redundancia, «un capítulo de su
vida», relacionado con los vaivenes políticos que le tocó vivir.
«Los
fragmentos de vida de mi madre tenían aristas cortantes». Alice
Kohlmann (1910-1991), más conocida como Litzi Friedmann, nació en Viena y se
casó tres veces: con el sionista Karl Friedmann, con el célebre espía británico
Kim Philby y con el periodista Georg Honigmann, padre de Barbara. El misterio
en torno a Alice se relaciona con la época que compartió con el segundo, un alto
cargo que desempeñó un papel fundamental para los servicios secretos durante dos
décadas. Ella misma, al parecer, también se convirtió en agente. Sobre esa
etapa surgen las incógnitas: quién fue, qué hizo, cómo sobrellevó sus múltiples
identidades, qué viraje tomó su existencia. Nunca lo reveló, nunca habló claro; Barbara
descubrió apenas unas pinceladas que, después de la muerte de su progenitora, trató
de recomponer a partir de los recuerdos y de la investigación.
Este
pequeño libro tiene interés por dos motivos. Para empezar, por su retrato de la
primera mitad del siglo XX, tomando como centro a una mujer que participó de
los movimientos clandestinos, que se movió entre unas corrientes contradictorias en
apariencia, entre las raíces judías y el cosmopolitismo, entre la cultura
occidental y el socialismo. Alice Kohlmann era militante comunista en Viena cuando
conoció a Kim Philby. Más tarde vivió entre Austria, Gran Bretaña –donde se
exilió junto a su marido durante el nazismo–, Alemania y Rusia, si bien siempre
mantuvo un gran apego a su país natal. Tras la Segunda Guerra Mundial, se estableció
en Berlín, donde creció Barbara. La autora evoca su infancia en la RDA, con una
madre nostálgica, taciturna, que no se adaptó, o no quiso, o no pudo adaptarse a las
nuevas circunstancias. Diferencias culturales, desarraigo, personajes
variopintos. La figura de Alice Kohlmann, o de Litzi Friedmann, emerge como un
rompecabezas en el que las piezas no terminan de encajar, pero cada una
constituye un valor, un capítulo digno de contarse.
Barbara Honigmann |
Más
allá de su dimensión sociohistórica, destaca por su vertiente
intimista de la relación entre madre e hija: a diferencia de otros títulos
autobiográficos, aquí la autora no pretende abarcarlo todo, admite desde el
principio las zonas de sombra de la vida de su madre que no ha podido
desentrañar. Esta es una idea relevante, que trasciende su tiempo: no se llega
a conocer a fondo a nadie, ni siquiera a una madre con quien se ha compartido
tanto. Ibon Zubiaur dice, con criterio, que «en su decoro está el secreto de su
logro, tanto literario como moral». Esa es la sensación que da: una
inmersión escrita desde el respeto y la prudencia, sutil, que insinúa sin
explicitar. Un hallazgo que se suma a la excelente selección de Errata naturae de
autores que escribieron sobre la agitación de aquel tiempo, como Brigitte Reimann o Lidia Chukóvskaia.
Qué interesante! Tal como lo cuentas la haces muy apetecible
ResponderEliminarCreo que te gustará. Todos los libros que traduce y edita Ibon Zubiaur me parecen muy interesantes.
EliminarGracias por la recomendación! Lo he leído de un tirón, era imposible dejarlo.
ResponderEliminarLa verdad es que la edición es impecable, y los comentarios del editor incluidos al final son un buen cierre. Ojalá se publicarán más libros de esta autora, ya que no puedo leerla en idioma original.
Saludos!
Ah no, de inmediato lo busco. ¡Gracias!
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