Edición: Lumen, 2018 (trad. Miguel Temprano
García)
Páginas: 320
ISBN: 9788426404466
Precio: 22,90 € (e-book: 8,99 €)
Hacía
tiempo que me apetecía leer cuentos de Navidad que no fueran los clásicos del
siglo XIX, sino propuestas más actuales. He tenido la suerte de que Jeanette Winterson (Manchester, 1959), una de las escritoras que más admiro –haced el favor
de leer La pasión (1987), Escrito en el cuerpo (1992) y La niña del faro (2004), por ejemplo–, sea una
entusiasta de estas fiestas. A Winterson la adoptó un matrimonio evangélico que la educó para ser misionera y renegó de ella cuando, a los
dieciséis años, se enamoró de una chica. No tuvo una infancia al uso, pero por
eso mismo esta celebración es un recuerdo especial para ella: era uno de
los pocos momentos en que su madre estaba contenta. Días de Navidad (2016) recoge doce relatos que ha escrito a lo
largo de los años durante estas fechas, acompañados de recetas (placer doble:
lectura y comida) y reflexiones amenas de esas que nos hacemos cuando llega la
hora de hacer balance.
El
«cuento de Navidad» constituye un género en sí mismo, con su pizca de magia, de
ensoñación, de creer en los milagros. Sus motivos recurrentes: el muñeco de nieve,
los niños huérfanos, las casas encantadas, los cuentos de hadas, la redención. Winterson,
que desde sus comienzos se ha nutrido de la tradición oral –su debut, Fruta prohibida (1985), alterna la historia
principal con una fábula de tintes medievales–, conjuga en estos textos la herencia de las
narraciones decimonónicas con la mirada, tan punzante como sarcástica, del siglo XXI. Magia, sí, pero además consumismo, pantallas, grandes almacenes y comilonas. Algunos parecen suspendidos en el tiempo, homenajes que van del género
gótico de «Navidad siniestra», «La segunda mejor cama» y «La novia de muérdago»
(este último digno de Angela Carter) a la inocencia de la fábula en «La Mami de
Nieve» o «La Rana de Plata», pasando por una aproximación (personalísima y
simpática) al relato bíblico en «El león, el unicornio y yo».
Otros, en cambio, están impregnados del aire de nuestro tiempo, como «El
espíritu de Navidad», el primero de la compilación, una suerte de vuelta de
tuerca al clásico de Dickens: en lugar de comprar, de recibir regalos, de sumarse
al exceso, se invita a los personajes a desprenderse de lo superfluo, porque lo
que nos define, lo que define nuestra era, es lo que tenemos de más, y no solo en el sentido material: también nos sobran los miedos… y ahí
está la genialidad de Winterson para convertir este tema en un hermoso cuento. En
varios cuentos, de hecho, porque el miedo a afrontar lo que tememos es un planteamiento
habitual en este libro. En general, la autora escribe en un registro más amable
de lo que acostumbra –abundan, cómo no, mensajes de amor, reconciliación,
esperanza, ilusión–, pero sin ñoñerías ni cursilería. Y, lo más importante, con
humor. Ella misma dice que se sienta al teclado para jugar, y vaya si se nota.
Winterson se divierte y nos divierte; así se podrían resumir estos Días de Navidad. Sin renunciar a la
creatividad, a la imaginería, a la plasticidad del lenguaje, a la emoción. Hasta
para contar recetas tiene gracia. Winterson es una de esas autoras que trabajan
el estilo, una artista de la forma. Se nota en cada palabra que escribe, en los
cuentos, pero todavía más en los comentarios que los acompañan. Con las
recetas comparte recuerdos: las comidas en compañía son una parte fundamental
de la Navidad, y a ella no le faltan amigos. Esta no será, tal vez, una de sus obras
más ambiciosas, pero, paradójicamente, es una de las más personales, por cuanto
no lees solo el fruto de su oficio como narradora –las ficciones– sino un
pedazo de su intimidad, de su manera de vivir la Navidad. Como en sus (extraordinarias) memorias, ¿Por qué ser feliz
cuando puedes ser normal? (2011) –por favor, leedlas también–, se abre al
lector sin recrearse en el dolor, sin autocompasión. Suena natural y sin
complejos, como una voz amiga.
Jeanette Winterson |
¿Por qué leer Días de Navidad? Por el encanto de la magia. Por el misterio. Por el
humor. Por el amor. Por los recuerdos. Por la esperanza. Por la riqueza de géneros. Por tomarse un respiro entre otras lecturas. Por el humor (sí, lo repito). Porque
es Navidad. Porque es Jeanette Winterson. Este es uno de esos libros que te reconcilian con la vida. No quiero incentivar (más) el
consumismo, pero me parece el regalo perfecto para una persona querida o, por
qué no, para uno mismo. Además, la encuadernación en tapa dura y las
ilustraciones lo hacen aún más bonito (ay, he escrito «bonito»; lo siento, es
Navidad).
***
Con
esta entrada aprovecho para desearos felices fiestas. Por mi
parte, no publicaré más reseñas hasta el año que viene, pero os espero el día
31 con mi lista de mejores lecturas de 2018 (y ya os adelanto que habrá sorpresas). ¡Feliz Navidad!
No conocía este libro!!!! Me encanta la Navidad así que me lo apunto para cuando lo encuentre. Besos
ResponderEliminarTe gustará seguro. ¡Felices fiestas!
Eliminar¡Felices fiestas! Tengo "La niña del faro" esperando en mi estantería de pendientes, pero me apunto este también, quizás ya para la próxima Navidad. De nuevo, que pases una felices fiestas y esperamos con ansia ese recuento del año. Un saludo :-)
ResponderEliminar"La niña del faro" fue mi primer Winterson. Un libro precioso, que también está lleno de magia, a su manera (a ver si lo vuelvo a leer). ¡Felices fiestas!
EliminarMe lo compré en inglés hace unas pocas semanas (no he leído tu reseña porque me gusta que la lectura sea sorpresa), junto con "Why Be Happy When You Could Be Normal". ¡Son los primeros que leo de esta mujer! Este de Navidad me lo empezaré ya. A ver qué tal...
ResponderEliminarTe has comprado dos grandes libros (sobre todo sus memorias, que son extraordinarias, y te recomiendo complementarlas con su primera novela, "Oranges Are Not the Only Fruit", que es en parte autobiográfica).
Eliminar¡Gracias, te haré caso! La verdad es que los he comprado bastante a ciegas, pero tengo grandes esperanzas puestas en ellos.
EliminarYa me contarás. Todavía no he encontrado a nadie que no haya disfrutado de sus memorias; es uno de esos libros que te hartas de subrayar...
EliminarNo lo conocía, pero como me gustan mucho los cuentos de Navidad, me lo llevo sin dudar. Gracias por presentárnoslo (y en mi caso por presentarme a la autora)
ResponderEliminarBesos!
Jeanette Winterson me parece una de las mejores escritoras de nuestros tiempos, aunque aquí aún no se la conoce mucho. Te recomiendo, además de este libro de cuentos, que eches un vistazo a novelas como "La pasión", "La niña del faro", etc. Tiene un universo narrativo muy singular.
EliminarLa edición me ha atraído poderosamente, qué preciosidad.
ResponderEliminarY me llama mucho que sean sus propias vivencias, además de las recetas, ya que me encanta la pastelería, con lo que en Navidad me dedico a engordar a todos mi familiares XD
¡Gracias por la recomendación y felices fiestas! =)
Entonces lo disfrutarás mucho. Creo que Jeanette Winterson es una autora que "cae bien" cuando escribe sobre sus vivencias, le pone humor, desdramatiza... Bueno, yo es que de esta autora leería hasta la lista de la compra, ¡je, je!
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