Edición:
Errata naturae, 2015 (trad. Regina López Muñoz)
Páginas:
280
ISBN:
9788415217893
Precio:
18 € (e-book: €)
El
primer baile en sociedad era en tiempos un
rito de paso entre dos edades, como bien plasma la escritora británica Rosamond Lehmann (1901-1990) en Invitación al
baile (1932), una novela ambientada en la Inglaterra de entreguerras que
narra las vivencias de Olivia, una joven tímida e insegura, desde que cumple
diecisiete años y le regalan la tela para hacerse un vestido de noche hasta que
acude al tan ansiado acontecimiento. Lehmann, que procedía de una familia de
intelectuales, estuvo muy ligada al Círculo de Bloomsbury y publicó una decena
de novelas, que fueron bien recibidas por la crítica y el público. En los
últimos años, su obra está siendo redescubierta, en parte gracias al interés de
autores actuales, como Jonathan Coe, prologuista de las recientes reediciones
inglesas. Permanecía inédita en castellano hasta la publicación de este
libro.
Narrada en tercera persona, Invitación al baile se divide en tres
partes con la estructura temporal definida: en la primera, se narra el día del
cumpleaños de Olivia; en la segunda, que se desarrolla unos días más tarde, la
preparación de la protagonista y su hermana para el baile; y, finalmente, en la
tercera ambas acuden a la fiesta. Lehmann
recrea con mucha perspicacia el «universo
femenino» de una muchacha de la época. La trama, simple en apariencia, le permite
desarrollar con sutileza los preparativos, las dudas y las esperanzas que suscitaba
un evento como este, con una voz íntima y elegante. La acción comienza con el
cumpleaños de Olivia: recibe la seda para el vestido y acude rauda a la
modista. Será un vestido rojo, un color poco frecuente en los trajes de las
jóvenes, pero que dará fuerza (por dentro y por fuera) a una adolescente más
bien apocada como ella.
La
relación entre las dos hermanas es el
otro gran tema de la novela. Son bastante diferentes: Kate, la mayor, es espabilada y con
carácter; Olivia, buenaza y discreta, una chica que disfruta con aficiones
tranquilas como leer o escribir en su diario. Aunque se llevan bien, no faltan
los momentos en los que se intuyen celos y Olivia suele sentirse pequeña a su
lado. Comparten esos momentos de coquetería que Lehmann convierte en
trascendentales: los rituales de belleza previos al baile, las apreciaciones
sobre los vestidos, etc. Como era de esperar, en el baile viven situaciones muy
diferentes: mientras que Kate baila toda la noche con el mismo chico, Olivia
cambia de pareja continuamente, sin terminar de sentirse cómoda con ninguna. El
planteamiento recuerda, salvando las distancias, al de las muchachas casaderas
de Jane Austen.
Quizá
lo más extraordinario de esta novela es que, para narrar el paso de Olivia
hacia el mundo de los adultos, Lehmann
hace convivir lo frívolo —vestidos, maquillaje, baile— con un retrato
descorazonador de la realidad, que se nota en los perfiles (brillantes) de
los numerosos secundarios. La mayoría solo aparece en una escena, pero cada
capítulo está tan bien delimitado que es suficiente para dejar entrever qué aporta
cada uno a Olivia. Los personajes van desde una modista solterona a la que se
le escapa la juventud («Ella hacía vestidos para que otras bailasen», pág. 50)
al taciturno tío Oswald que desayuna con ellas, pasando por una extraña vendedora
a domicilio o los hermanos pobres que responden a coro. Los hombres con los que
Olivia baila también tienen algo «oscuro»: un poeta con ínfulas, un joven
ciego, un anciano que va detrás de las jovencitas, etc. Sin duda, unas imágenes que impactan en una mente aún inocente como la de la protagonista.
Rosamond Lehmann |
Con
el contraste entre las ilusiones previas y el desencanto posterior, Lehmann
relata en Invitación al baile la
aventura de hacerse adulta, una aventura en la que una chica que luce un
vestido rojo se abre al mundo con alguna que otra sorpresa, porque nada resulta
tan fascinante como ella pensaba… o, más bien, resulta fascinante de una manera
inesperada. Todos los pensamientos de una chica tímida —la sensación de no
encajar, el no saber si se ha dicho lo correcto, los juicios inmediatos al conocer
a alguien, los anhelos románticos— desfilan por estas páginas con mucha
delicadeza e ironía, dando forma a un libro a priori «ligero», pero que, al
igual que ocurre con las experiencias de Olivia, evoluciona hacia algo más
profundo de lo que cabría imaginar.
Fuente de las imágenes: El sitio de Jane.
No había oído nada sobre este libro, y leyendo tu reseña veo que es de esas historias que me suelen encantar. Tengo que buscarlo.
ResponderEliminar¡Besos!
Está muy bien y creo que puede gustar a bastante gente (lo "British" de esta época suele tener buena acogida, me parece).
EliminarÉsta es una de mis novelas favoritas y nunca pensé que la vería traducida. Lo cierto es que la he vuelto a leer en castellano y me produce las mismas sensaciones que cuando la leí por primera vez. Ahora tengo ganas de leer la segunda parte (no me había atrevido antes).
ResponderEliminarUn beso.
Nunca hay que dar nada por perdido ;). Por cierto, no sabía que hubiera segunda parte, tendré que echarle un vistazo.
EliminarGuau, me encantan las novelas de transición entre adolescencia y edad adulta, pero nunca había leído una en este contexto, así que me la apunto sin dudarlo, porque es el tipo de historia que me encanta.
ResponderEliminarBesooss!!
A mí también me encantan estas historias: es una época de muchos cambios y me gusta comparar cómo la trabajan distintos autores. De Lehmann destaco la concisión de su escritura y la capacidad para dar un enfoque "femenino" sin convertirlo en sentimental. Creo que la disfrutarás ;).
Eliminar¡Buenas!
ResponderEliminarNo conocía este libro ni a su autora pero me lo apunto. Me encanta leer sobre este tipo de temas, la educación, el saber estar, la vestimenta, el día a día de las jóvenes casaderas,... genial.
¡Un saludo!
Entonces estoy segura de que te va a encantar ;). Es una novela breve, pero con las páginas muy bien aprovechadas.
EliminarMe gusta los temas que trata este libro y la época en que se desarrolla. Otro que se viene a la lista de pendientes.
ResponderEliminarBesotes!!!
Está muy bien. Creo que lo disfrutarás.
EliminarHe estado estos días saqueando por la Feria del Libro de Madrid y alguna que otra librería y tuve este libro varias veces en la mano. Lo miraba y lo miraba porque quería que me convenciera (me gusta mucho la editorial, Errata Naturae) pero no surgió la chispa. Vengo con la saca llena así que de momento lo dejaré pasar.
ResponderEliminarPor cierto, que sobre esta temática, el paso de la adolescencia a la "madurez" acabo de leer un libro que a ti te gustó mucho ("Flores de febrero") y a mí me ha dejado algo templada, aunque al final del libro me ha dejado mejor sabor de boca pero en general, siendo una historia que está bien, como que no ha conseguido destacar del pelotón de novelas del estilo, aunque sí la pondría en el grupo de cabeza del pelotón...
Un abrazo
Hace años que leí "Flores de febrero", no sé si ahora sería más exigente al valorarla. De todas formas, esa novela siempre ha sido más una debilidad personal que una obra de gran "valor literario". Debería releerla para saber qué opino ahora...
EliminarLástima que no te animes con "Invitación al baile". Es una novela muy bonita (y adictiva). Quizá podrías dejarla para más adelante :).
Tiene toda la pinta de ser una novela para mí. No conocía ni el título ni la autora, así que me alegra que me la hayas descubierto. Una más para la lista de pendientes de Errata Naturae. He dicho que de este año no pasa, el problema es que en las librerías de mi ciudad no tienen novelas de la editorial y si no las ves como que da más pereza pedirlas...
ResponderEliminar1beso!
Te entiendo: cuando voy a la librería y no encuentro lo que busco, me llevo otros libros (los más difíciles de encontrar los acabo pidiendo por Internet). De todas formas, cuando te estrenes con Errata, si conectas con sus propuestas ya verás que no te dará pereza buscarlos. Su catálogo es magnífico, y las últimas incorporaciones, como esta autora o Belén García Abia, aún lo hacen mejor. Me gusta la atención que prestan a los temas típicamente "femeninos", planteados, eso sí, con inteligencia y sin sensiblerías.
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