Edición:
Errata naturae, 2015
Páginas:
80
ISBN:
9788415217930
Precio:
10,00 €
La
no-maternidad cuando se desea ser
madre es el eje del debut literario de Belén García Abia (Madrid, 1973), filóloga
y autora de materiales didácticos para docentes. Con El cielo oblicuo (2015), una novela breve y sugerente, hereda el
estilo experimental de Clarice Lispector —el título está tomado de un pasaje de
La hora de la estrella: «Sin duda, un
día iba a merecer el cielo de los oblicuos, donde solo entra quien es torcido»—
para dar forma a un texto preciso, equilibrado y sutil que convierte en
literatura pura algunas grandes inquietudes de las mujeres contemporáneas. Como
en muchas obras de la célebre escritora brasileña, en El cielo oblicuo nos habla una voz despersonalizada, de la que solo
se sabe que es mujer y ha intentado (sin éxito) ser madre. Empieza su relato
unos años después de esta experiencia, desde la serenidad que proporciona el
tiempo, para no dejarse llevar por la ira.
La
narradora expresa su frustración por la no-maternidad, las esperanzas perdidas,
la aceptación de una realidad contraria a sus deseos; pero su texto no se
centra solo en esta vivencia individual, sino que —y aquí está gran parte de su
interés— incorpora las ideas sobre el hecho de ser madre que una mujer
interioriza desde pequeña. El libro comienza con un capítulo titulado «La
Anunciación»; la mujer más importante del catolicismo lo es por ser madre. Solo
que el ángel de El cielo oblicuo no anuncia
la llegada de un bebé, sino que muestra a un no-hijo y lo guarda de nuevo bajo
su túnica. Inculca una meta y la frena. Esta no es la única imagen que Belén
García Abia subvierte: los juegos
infantiles, las palabras transmitidas de una generación de mujeres a otra, los
cambios fisiológicos de la pubertad. La cultura occidental, desde sus
raíces, ha relacionado a la mujer con la maternidad.
Cuando
una mujer no quiere o no puede ser madre, se enfrenta a unos valores sociales
que promueven lo contrario. Para liberar la represión de la no-madre, la
narradora deja salir a la que llama su «mujer feroz», la voz interior que ha
callado durante demasiado tiempo, una voz políticamente incorrecta, intensa, rotunda,
que revisa la concepción tradicional de
la feminidad, la maternidad y el cuerpo. Esta mujer feroz, a su vez,
dialoga con otras escritoras que a lo largo de la historia han creado un corpus
literario sobre mujeres, que han sacado a la luz ese espacio privado. Nombra a
Spark, Duras, Munro, Némirovsky, Welty, entre otras, y de este modo manifiesta la
voluntad de continuar ese hilo de lo femenino, con inteligencia, sobriedad y,
por supuesto, ferocidad, una ferocidad necesaria
para deconstruir los lugares comunes y seguir enriqueciendo este legado.
La
influencia de Lispector resulta evidente en la forma fragmentada, creativa y lírica, como pequeñas píldoras
conectadas con exactitud para construir un significado. En El cielo oblicuo no predomina la trama; su
género se encuentra a caballo entre la narrativa y la poesía, un planteamiento
muy íntimo que va en consonancia con la literatura sobre la «vida interior» que
han cultivado tanto y tan bien muchas autoras. La obra se divide en cinco
capítulos, cada uno con un tema bien acotado, diferenciado del resto y al mismo
tiempo perfectamente conectado con el conjunto para mostrar una evolución en el
mensaje y el tono de la narradora. El epílogo da un giro sorprendente con un
monólogo interior que cierra con contundencia el relato.
Belén García Abia |
Con
esta novela, Belén García Abia entra en el panorama literario como una voz íntima
y potente que transgrede el territorio de lo femenino con la incorporación de
símbolos que expresan el desencanto de las mujeres del siglo XXI con respecto a
ciertas ideas que se les han asociado desde la infancia acerca de lo que debe
ser y hacer una mujer; una voz deudora de otras autoras, pero con la suficiente
personalidad para elaborar un discurso propio sin que resulte un pastiche. Se
trata, además, de la primera autora española inédita publicada por Errata
naturae en su colección de narrativa; una apuesta valiente, por lo singular del
texto, que es ya una de las mejores
óperas primas de 2015.
Fotografía
de la serie Para concebir (1985-1986),
de la artista cubana Marta María Pérez Bravo, una mujer feroz del arte visual.
Tengo que decir que según te iba leyendo no estaba decidida a añadir este libro a mi mochila, si bien los libros de Errata Naturae me resultan muy atractivos. Pero he llegado a lo de las influencias de Lispector y, claro, ahí ya no pude persistir en mi tozudez, porque una primera novela en la que la autora refleja esas influencias me parece muy valiente. Y me gustan los/las escritores/as valientes, más aún cuando es con una ópera prima.
ResponderEliminarUn abrazo
Creo que no te defraudará. Es un buen texto, contundente y con estilo. Se agradecen las propuestas como esta.
EliminarNo me llama la atencion asi que lo voy a dejar pasar.
ResponderEliminarSaludos
Hace un par de semanas comenté un libro que creo que te podría interesar: "Invitación al baile", de Rosamond Lehmann, una autora que podría ser algo parecido a una Jane Austen del siglo XX :).
EliminarNo puede interesarme más. Estaba esperando tu reseña, me fío tanto.. Es un libro comentadísimo en las redes pero últimamente hay un exceso de promoción de algunos libros. Muy sobrevalorados. Me he llevado alguna gran decepción. No es el caso de "El cielo oblicuo", seguro. Lo leeré.
ResponderEliminarMarta
Gracias por tu confianza, Marta. En este caso no me sorprende que el libro esté recibiendo buenas críticas porque Belén García Abia ha hecho un gran trabajo. Ha logrado algo muy difícil: escribir con contención (y estilo) sobre un tema por el que sería fácil dejarse llevar por la rabia o el sentimentalismo. Ya me contarás qué te parece.
EliminarUn tema difícil el que trata este libro. Y por lo que cuentas parece que está muy bien tratado. No lo conocía así que me llevo bien anotado el título.
ResponderEliminarBesotes!!!
Es muy interesante, ya lo verás. Cuando se sabe escribir, no hay ningún tema "difícil".
EliminarMagnífica reseña. Me interesa el tema pero sobre todo ese planteamiento de la "mujer feroz". Un descubrimiento, gracias.
ResponderEliminarAquí es mucho más importante el tono que el tema. Espero que la disfrutes.
EliminarTiene una pinta buenísima. El tema que trata, las expectaciones que la sociedad en general tiene sobre las mujeres, me parece interesantísimo. A principios de año leí "Cómo ser mujer" de Caitlin Moran y recuerdo que comentaba que cuando estuvo trabajando en una revista haciendo entrevistas a diferentes cantantes, sus supervisores le indicaban que tenía que preguntar a las mujeres cuándo pensaban tener hijos, lo que no se preguntaba a los hombres. Una distinción de los más sexista.
ResponderEliminarAsí que me interesa mucho ver como trata esta autora la cuestión.
Gracias por la recomendación!
1beso
No he leído a Caitlin Moran, pero, por lo que comentas, "El cielo oblicuo" es una novela mucho más literaria, una gran propuesta estilística. La autora no hace una crónica convencional de sus vivencias, aunque las ideas subyacen en el texto. De todas formas, estoy segura de que la disfrutarás. Es una apuesta diferente, arriesgada... y merece la pena.
EliminarSiento ser la nota discordante, pero para mi ha supuesto una auténtica decepción. Bajo mi punto de vista ha querido imprimir tanto desgarro contenido en la historia que, finalmente, se queda muy muy vacío. Repito que es mi humilde opinión. Me esperaba otra cosa muy distinta.
ResponderEliminarLamento que no te haya gustado. Gracias de todas formas por compartir tu opinión :).
Eliminar¡Hola! Hoy he terminado el libro. Me ha gustado, consigue transmitir mucho en tan poco espacio. Una vez más, maravillosa reseña, Rusta. Yo no habría sabido reseñar este libro.
ResponderEliminarUn pero: me gustó el epílogo, pero no entiendo su relación con el resto de capítulo. ¿Me lo aclararías?
Ya que te escribo, te comento otra cosa: ahora siempre leo tus reseñas antes o después de haber leído el libro en cuestión. Esto se debe a que, cuando iba por la mitad de "Ritos Funerarios", vine a leer tu reseña y... Zas. Al continuar con la lectura del libro empecé a fijarme en todas las carencias que señalabas en tu reseña, ¡y hasta ese momento me estaba gustando mucho! Jajaja.
Y otra cosa más, por curiosidad: ¿sigues a algún booktuber? Ahora hay booktubers que hablan de clásicos y literatura contemporánea.
¡Sigue así! Besos :*
Con el resto de capítulos*
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