Edición:
Funambulista, 2017 (trad. Juan Francisco González Sánchez)
Páginas:
240
ISBN: 9788494712982
Precio:
17,00 €
La
cubierta del libro reproduce el cuadro «Los
que duermen y el que vela por ellos» (1870), del pintor
prerrafaelita Simeon Solomon, una imagen que le sirvió de
inspiración a Kaori Ekuni (Tokio, 1964) para concebir Luz
brillante
(1991), su primera novela, con la que obtuvo un gran éxito dentro y
fuera de su país, y que permanecía inédita en castellano. La
pintura nos da algunas pistas sobre su contenido: tres personajes
abrazados, un aire como de ensoñación y misterio. Ekuni revela, además,
que dicho artista sufrió el ostracismo de sus colegas como consecuencia
de su supuesta homosexualidad. Esto también tiene mucho que ver con
el libro, y es que los narradores japoneses parecen especialistas en la
exploración de los personajes marginados por la hegemonía. Puede
que en la actualidad algunos de estos aspectos resulten un tanto
excesivos, pero hay que tener en cuenta los casi treinta años que
han transcurrido desde su publicación, en los que se ha avanzado
mucho en la normalización del tema.
La
historia está protagonizada por un joven matrimonio. En apariencia,
conforman una pareja como cualquier otra; sin embargo, en la
intimidad salen a la luz sus secretos. Él es un médico homosexual
que mantiene una relación clandestina con un chico desde hace años; ella, una
mujer alcohólica emocionalmente inestable. Ambos conocen la verdad
de su cónyuge y la aceptan sin reproches. Ese es el pacto del
matrimonio: no se aman como dos enamorados, pero cuando están juntos
pueden actuar tal y como son, pueden dejar de fingir. Aun así,
existe cierto desequilibrio que les pasará factura: él tiene a su
novio, mientras que ella carece de alguien con quien experimentar el
amor. La mujer se interesa por el amante de su esposo, se involucra
de forma progresiva en su relación, quiere conocer esa unión,
incluso ser partícipe de ella. El marido, por supuesto, se siente
incómodo. Quién sabe qué pretende su esposa, o tal vez todo esto
no sea más que el desvarío de una persona trastornada.
La
autora pone el dedo en la llaga en dos tabús (no solo de Japón): la
homosexualidad, por un lado, que por aquel entonces se consideraba
una enfermedad, y los trastornos mentales, por el otro, esos grandes
desconocidos; ambos personajes arrastran un estigma. Aunque el libro
tiene un tono más bien intimista, se aprecia un trasfondo social por
cuanto muestra la presión externa ejercida sobre ellos. En primer
lugar, de la propia familia: los padres, obsesionados por
ocultar la condición de sus hijos, los instan a contraer matrimonio
y después a plantearse la descendencia porque es aquello que
se espera de una pareja. En segundo lugar, la presión por el desconocimiento
dentro de las propias instituciones médicas: el psiquiatra recomienda a la
chica casarse y tener hijos como remedio de sus males (esa tendencia
a recluir a las mujeres en el hogar, en vez de ahondar en el origen
de sus desequilibrios), y, en lo referente a la homosexualidad, se
dice que es bastante común en la profesión, pero se oculta para
mantener el prestigio; en el hospital, el asunto se comenta en voz
baja, todos saben y todos callan. El médico está bien considerado
entre sus pacientes y cuenta con una buena posición social; no
obstante, en realidad lleva una doble vida, es un hombre reprimido,
insatisfecho.
Kaori Ekuni |
Los
protagonistas se conocieron a través de una agencia, impulsados por
sus respectivos entornos, y se casaron pocos meses después. Este
acto, que podría parecer una rendición, un sometimiento a la
hipocresía reinante en la sociedad, se convierte paradójicamente en un
camino hacia la liberación, porque lo que Kaori Ekuni propone en esta
novela provocadora y extraña es la búsqueda de otras formas de
estar en el mundo, la construcción de una habitación propia en la
que los «inadaptados» tengan cabida. El libro pretende romper
esquemas, incomodar, llamar la atención sobre la urgencia de renovar
el modelo de familia nuclear. Lo hace con una narración a dos voces
de la pareja (un acierto, para entrar en el juego de sus enigmas
mutuos, sus pequeñas traiciones) y un estilo ágil y sencillo, con
la poética y la fuerza insinuante que caracterizan la narrativa
japonesa. Sin alcanzar la sutileza y la hondura de una Hiromi Kawakami, cumple con su cometido. Una lectura recomendable.
Me encanta lo particular que es la prosa japonesa y me parece que el trasfondo de esta historia merece ser leido. Aparte, yo veo una portada prerrafaelita y me lanzo como una loca, así que gracias por la recomendación XD.
ResponderEliminarUn beso!!
Entonces seguro que te gustará. ¡Que lo disfrutes!
EliminarOtro libro que no conocía. Me gustará conocer más la historia de esta pareja. Y a la literatura japonesa, las pocas veces que me he acercado, me ha sorprendido muy gratamente. Así que bien apuntado me lo llevo.
ResponderEliminarBesotes!!!
Yo también estoy disfrutando de mis (por ahora escasas) incursiones en la literatura japonesa. De los clásicos, Tanizaki y Kawabata. Entre los más actuales, me ha encantado Hiromi Kawakami. Y aún me queda tanto por descubrir...
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