Edición:
Errata naturae, 2015 (trad. Javier de Prado Biezma)
Páginas:
320
ISBN:
9788415217879
Precio:
22,90 €
Hay
que advertirlo: este no es un libro cualquiera. En apariencia, parece un álbum
ilustrado más, de estos que están tan de moda ahora; sin embargo, no estamos
ante una ficción al uso. Frédéric Pajak (Altos del Sena, Francia, 1955),
dibujante y escritor galardonado con el Premio Médicis de Ensayo 2014, bebe de
fuentes en apariencia incompatibles para dar forma a una obra que se ha
definido como «ensayo gráfico». A
partir de dos figuras fundamentales del siglo XX, como son Friedrich Nietzsche y Cesare
Pavese, el autor compone un evocador relato construido con imágenes y
palabras. El texto, lejos de ser una biografía al uso, adopta un registro
íntimo que presta atención a algunos episodios de la vida del filósofo alemán y
el escritor italiano, y, en particular, a los lazos que los unen pese a parecer
tan diferentes a primera vista. No es de extrañar, dada la naturaleza de ambos protagonistas,
que La inmensa soledad (1997; 2011)
también tenga mucho de meditación existencial, una meditación lúcida en la que
las ilustraciones dialogan con las frases y permiten un acercamiento a estos
dos genios como nunca antes se había planteado. El libro se publicó por primera vez en
1997 y en 2011 se reeditó tras ser revisado por el autor; esta última versión es la que ha editado Errata
naturae.
El
primer rasgo que ambos personajes comparten es la muerte temprana del padre: tanto Nietzsche como Pavese perdieron
pronto a su progenitor y se criaron en ambientes femeninos, aunque,
paradójicamente, no llegaron a compartir su vida adulta con una mujer. Fueron, además, bajo la mirada de Pajak y el blanco y negro de sus
trazos, dos hombres taciturnos y solitarios que encontraron en Turín el lugar
idóneo para tratar de expurgar sus penas. Turín, de hecho, es el tercer
personaje, que se despliega con unos dibujos magníficos y minuciosos que
recorren sus monumentos emblemáticos y descubren rincones insospechados en los
que perderse, siempre con el halo sombrío, melancólico, que impregna texto e
ilustraciones. Turín, donde
Nietzsche perdió la razón y Pavese se suicidó. Eso es lo último que tienen
en común: la muerte a los cuarenta y pocos años como creadores atormentados y
hombres heridos.
La
meditación filosófica a la que hacía referencia se debe a la naturaleza del
devenir de Nietzsche y Pavese: la
soledad, la locura y la muerte impregnan las páginas, de tal modo que Pajak
insinúa cómo las experiencias resultan inseparables de su obra, y para ello
toca muchos puntos importantes, como la historia de Alemania, que le sirve para
desterrar los tópicos infundados sobre el filósofo que se han popularizado. A
lo largo de La inmensa soledad, como
si se tratara de un collage en texto,
el autor cita poemas, extractos de correspondencias y diarios de los
protagonistas, y fragmentos de libros sobre ambos escritos por personas
cercanas a ellos —como Natalia Ginzburg, amiga de Pavese—; unos contenidos que
se integran a la perfección en la voz poética del narrador y aumentan aún más
si cabe la singularidad de la propuesta.
Frédéric Pajak |
Este
enfoque tan personal no nace de la casualidad: Pajak no mira a Nietzsche y a Pavese como a
dos celebridades ajenas a él, no los analiza en el sentido académico —aunque
conoce a fondo a ambos—, sino que los observa en su vertiente de hombres intelectuales
pero sensibles con los que tiene cosas en común, tal y como explica en el
prólogo a esta edición, como la orfandad de padre y el consuelo de Turín. Este
vínculo resulta clave para completar el entramado y entender por qué el autor
eligió a Nietzsche y a Pavese y no a otros, por qué se recreó en ciertos
momentos vitales e ignoró otros, y por qué los ilustró con un estilo que
sugiere tanta nostalgia y desamparo, tanto vacío existencial. Si ha creado
un género innovador, se debe a la mezcla de novela gráfica, literatura y
filosofía, pero también a este aporte exclusivo y subjetivo de Pajak. Por todo
esto, no hay nada mejor que comenzar La
inmensa soledad sin buscar nada en concreto, solo dejándose llevar por la
mano del autor en este paseo asfixiante y, sin embargo, profundamente
liberador.
Una reseña de lo más interesante. Buen trabajo! :)
ResponderEliminarSaludos
Te aseguro que se queda muy corta para lo interesante que es el libro :).
EliminarMe gusta tu reseña, pero no sé si el libro me gustaría, parece muy filosófico. Me tira más por Cesare Pavese, pues estudiando filología italiana me fue más familiar. Besos.
ResponderEliminarBueno, a pesar del contenido filosófico, no tiene nada que ver con un ensayo al uso, así que puedes leerlo tranquila. Su tono es más literario que académico, por eso no hace falta conocer a fondo a los protagonistas para disfrutarlo (y luego están las ilustraciones, claro, que son una pasada...).
EliminarProliferan los libros ilustrados... Una herramienta necesaria para que el lector no deje de leer en papel...
ResponderEliminarMe gusta la mirada de Pajak a Nietzsche y Pavese, dos autores a los que leí hace (demasiado) tiempo. Tampoco me asusta que sea ensayo, aunque si es en tono literario siempre facilita. Habrá que dejarse llevar.
Un abrazo
Sí, abundan los libros ilustrados, de todo tipo. Este me parece uno de los más interesantes y originales, así que te animo a leerlo.
EliminarHola, Cristina.
ResponderEliminarDebo admitir que llevo cerca de dos años visitando tu blog para leer reseñas, mas nunca antes me había atrevido a comentar algo sobre lo que leo. Sin embargo, ahora me parece un buen momento para decirte cuanto es que me gustan tus criticas, me parece que eres amable y acertada en cada palabra que dices sobre un libro, consigues despertar el interés de tus visitantes sin importar si la critica es positiva o negativa. Incluso muchas veces he leído un libro que no promete demasiado segun tus expectativas tan solo para saber si es que mi opinión coincidiría con la tuya. Este sin duda es mi sitio favorito para refrescar mis lecturas.
De tus recomendaciones he leído cuatro libros y creo que el de la entrada actual será el quinto. Desde mi punto de vista, conseguir este libro, será una oportunidad estupenda para poder explorar nuevas perspectivas y tipos de escrituras como lo es el ensayo, aunque también me pone un poco ansiosa pues no estoy segura de como lo vaya a ir llevando o de si la lectura me resultara fluida y entretenida o todo lo contrario. Ojala lo tenga pronto entre manos para comentarte mi opinión.
Un saludo.
Muchas gracias por tus palabras, Nancy, y siéntete bienvenida a comentar siempre que quieras. Tal y como dices, creo que "La inmensa soledad" es un libro perfecto para explorar nuevos terrenos. No creo que te resulte denso, porque el tono es más literario que ensayístico y, además, hay poco texto. Ya me contarás qué te parece.
EliminarParece un libro de lo más interesante, aunque puede que sin tu reseña no me hubiera fijado en él, más que nada porque no he leído nada de Nietzsche y Pavese. Pero si dices que no hace falta para poder apreciar el libro, me llevo la recomendación:)
ResponderEliminar1beso!
No, no hace falta conocerlos. El libro se centra en su lado más personal, así que no tendrás ningún problema para seguirlo.
EliminarEs la primera ocasión que entro a tu blog y me parece de lo más interesantes tus comentarios, hace que te den ganas de leer el libro, la reseña es de lo más clara, como dice Elena, provocas que den ganas de leerlo, de lo contrario no me hubiera fijado en este ensayo.
ResponderEliminarEn cuanto tenga la oportunidad de conseguirlo te dejaré mis comentarios
Muchas gracias, Víctor. Espero que disfrutes del libro tanto como yo :).
EliminarSuena muy bien, o mejor dicho, se ve muy bien. Me recuerda un montón a uno que vi hace unas semanas en mi biblioteca, titulado "Kafka", y que me propongo sacar y leer más pronto que tarde. Kafka es un personaje que me atrae más que Nietzsche y Pavese, porque al menos he leído algo suyo, pero me apunto tu recomendación para el futuro. Un beso.
ResponderEliminarSe están publicando libros ilustrados muy interesantes. Aunque no soy especialmente aficionada a este tipo de obras, me gusta leerlas de vez en cuando. La que comentas sobre Kafka suena bien.
EliminarLo tenía entre mis futuribles, y creo que me has metido más el gusanillo si cabe. Cuando termine pillándolo, de todos modos, intentaré olvidarme de tus palabras: que no busque nada en concreto :)
ResponderEliminarAsí es: déjate sorprender :).
EliminarEsta mañana me he despertado pronto y me he puesto a leer el periódico en el móvil (qué rareza, impensable hasta hace tan poco tiempo). He visto allí un artículo sobre el libro que reseñas y, buscando en Google, he llegado a tu blog.
ResponderEliminarMe dejas boquiabierto (¿"bocabadat"?). Lo que escribes es de mucha calidad. Tienes criterio y cuidas el qué y el cómo, escribes muy bien y no es frecuente encontrar algo así en la blogosfera, que suele ser una extensión de facebook, llena de vaciedas y lugares comunes o simples opiniones sin ningún razonamiento. No lo tuyo es serio, "profesional". Me he permitido un vistazo rápido y me gusta lo que encuentro; y también me avergüenza un poco, me tengo por un buen lector, pero ignoro muchísimo de lo que veo por aquí, de modo que, con tu permiso, indagaré en esta bitácora.
El libro que reseñas iré a comprarlo en un par de horas. Al contrario que muchos de los que antes escriben, soy un nietzscheano (no compulsivo). Este verano estuve en Turín, y seguí su rastro, algo menos el de Pavese y mucho más el de Primo Levi. Maravillosa ciudad.
Muchas gracias, Atticus. Me interesan bastante los libros de editoriales independientes jóvenes, como Errata naturae, Asteroide o Impedimenta, y quizá por eso muchos de los títulos que comento no te resultan familiares. Por lo que cuentas, creo que disfrutarás mucho de "La inmensa soledad", es un retrato magnífico de los dos autores y de la ciudad de Turín. Ya me contarás qué te parece.
EliminarCasi lo he leído ya. Magnífico. Gustará a los que saben poco de estos autores y también a los que los conocemos. Creo que es fiel a su espíritu: la parte gráfica, en su devastación, refleja también deseos de ser, de vivir, que alientan en ambos escritores. A los dos les fue negado, o se lo negaron a sí mismos.
EliminarTuve una impresión similar de Turín a la que muestra el libro cuando la vi. Y eso que estuve pocos días y era verano. Pero no dejé de ir a la Piazza Carlo Alberto (donde enloqueció Nietzsche), ni al café Elena, en el que tomaba café por las tardes. Estaba alojado muy cerca del hotel Roma y pasé por delante de él muchas veces.
Echo de menos más énfasis en la filosofía de Nietzsche, pero me gusta especialmente ese capítulo dedicado a la manipulación que hicieron los nazis de su filosofía: imposible para cualquiera que lo haya leído. Pero leer no es algo que esté al alcance de cualquiera; leer entendiendo, quiero decir.
Pues ya lo dejo, que tengo trabajo. Por cierto, hay un error importante en mi comentario anterior. Escribo: "No lo tuyo es serio"; obviamente falta una coma tras el "no" para que tenga sentido. Lo siento.
Nietzsche, ¿siglo xx?
ResponderEliminarSu obra influyó mucho en el pensamiento del siglo XX, a eso me refería.
EliminarGran libro... Lo encontré tirado en un rastro por 1 euro y lo devoré en una noche, escuchando música clásica y tirado en el suelo, porque hacía tanto calor que me estaba derritiendo. Tu comentario surge al calor de la reedición de Errata Naturae, pero la edición que yo encontré es la anterior de Síntesis... Pequeños tesoros...
ResponderEliminarQué bien te salió la compra. Ahora no te pierdas "Manifiesto incierto", del mismo autor, que se ha publicado este año.
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