Sttorybox, un punto de encuentro entre autores y lectores

En los últimos años se ha vuelto habitual que muchos escritores aficionados compartan sus proyectos en la red (de hecho, a los más afortunados les ha servido para dar el paso de aficionados a profesionales). La manera más común de dar a conocer sus escritos es a través de la autopublicación, cuando el libro ya está terminado. Sin embargo, esa no es la única opción posible: también se puede enseñar el trabajo de forma progresiva, publicando capítulo a capítulo, relato a relato, fragmento a fragmento. Esta vía me parece más interesante, puesto que permite que el público opine sobre lo que se está escribiendo —que si una descripción resulta tediosa, que si un personaje podría potenciarse más, que si una frase suena demasiado tópica—, y ya sabéis lo importante que es saber escuchar críticas y sugerencias antes de dar por terminado un manuscrito.

No obstante, ¿cómo puede el escritor en ciernes contactar con esas personas dispuestas a leer y opinar? Algunos se crean un blog, pero es bien sabido que pueden pasar meses e incluso años antes de que una página de este tipo tenga seguidores que participen activamente con sus comentarios; y, además, el autor debería estar concentrado en lo suyo, escribir, sin tener que hacer de intermediario entre su obra y su público potencial. Con la finalidad de facilitar esta tarea, han nacido diversas plataformas gratuitas online en las que quien lo desee puede publicar sus escritos y recibir el feedback de gente que los lee de forma desinteresada. En este artículo os presento una de ellas, Sttorybox, que me ha gustado especialmente por su organización y claridad, dos aspectos muy importantes a la hora de diferenciarse de propuestas similares.

¿Cómo funciona Sttorybox?

La mecánica es simple: el autor publica su texto y los lectores opinan (se puede ejercer de autor y lector a la vez, por supuesto). Ahora bien, la gracia de Sttorybox es que pone unas condiciones que hacen que la experiencia sea más divertida y estimulante para ambas partes. Después de registrarse en la página, cada miembro dispone de un espacio (una «caja», de ahí el nombre) con un número máximo de palabras para redactar el comienzo de una historia. A continuación, los lectores  expresan si les ha gustado o no ese comienzo con clics en los «Me gusta». Y ahora viene lo curioso: solo los que reciban cierto número de votos podrán continuar escribiendo el relato que habían empezado. Es decir, en Sttorybox no se publican cuentos enteros ni novelas enteras, sino que cada historia se construye paso a paso, con la orientación de los lectores.

Este sistema me parece cómodo y atractivo para ambos, autores y lectores. Por un lado, el autor tiene la oportunidad de saber si lo que escribe gusta (ahora mismo solo se necesitan tres «Me gusta» en la primera caja para continuar escribiendo esa historia o comenzar otras, así que es bastante fácil) y de recibir comentarios acerca de lo que ha gustado más y lo que ha gustado menos de su escrito. Por el otro, el lector puede ayudar y descubrir nuevos talentos sin necesidad de leer páginas y más páginas (que, no nos engañemos, leer textos largos en la pantalla del ordenador o del móvil a veces no es ni cómodo ni atrayente). Considero que el formato de las «cajas», con sus fragmentos cortos, se adapta a la perfección a nuestros tiempos de brevedad e inmediatez propiciados por las redes sociales. No hace falta disponer de muchas horas para participar en Sttorybox; es una buena opción para entrenterse en los ratos libres, bien escribiendo en las cajas, bien clicando en ellas y disfrutando de las historias de los demás.

Como complemento de la escritura, Sttorybox dispone de un blog bastante interesante en el que publica consejos para mejorar la redacción (por ejemplo, artículos sobre la construcción de personajes o la planificación de la historia), recomendaciones de libros y diversas curiosidades sobre literatura, como «9 libros infantiles censurados por motivos absurdos» o «Por qué debes acostarte con un escritor». Sttorybox es un proyecto joven, pero por ahora lo está haciendo muy bien y su blog puede convertirse en todo un referente para escritores en ciernes y lectores curiosos.

Mi historia ha gustado, ¿y ahora qué?

Cuando una caja ha recibido los «Me gusta» suficientes para continuar la historia —de momento Sttorybox solo pide tres, pero la cifra puede cambiar en el futuro—, aparecerá en un lugar visible de la página para que otros lectores puedan descubrirlo con facilidad (la visibilidad es proporcional al grado de aceptación: cuanto más guste, más visibilidad). El autor podrá seguir escribiendo con total tranquilidad, puesto que después de conseguir la aprobación general con la primera caja no se le exigirán requisitos mínimos para añadir más fragmentos. Además, si al revisar lo ya escrito se da cuenta de que le apetece mejorar alguna parte, tiene la opción de editar, y también puede cambiar la fotografía de portada de la historia para elegir una más afín al contenido. Sttorybox facilita que los textos se puedan perfeccionar sobre la marcha con los comentarios de los lectores; no se escribe por escribir, y esto es algo que como lectora valoro mucho.

En cuanto a la lectura de las historias de los demás, es posible navegar por géneros para leer solo aquello que le interese a cada uno (suspense, poesía, romance, humor…). Las que han tenido más éxito aparecen en un top semanal. Desde el momento en el que un lector clica «Me gusta» en una caja, puede acceder a ella con rapidez desde su espacio de usuario para estar al tanto de nuevas actualizaciones sin tener que buscarla de nuevo en el timeline (la historia se incluye automáticamente en la categoría «favoritos» de los usuarios que han clicado «Me gusta»). También recibe notificaciones cada vez que alguien comenta en una caja en la que él ya comentó previamente, por lo que se pueden intercambiar opiniones entre diversos lectores. El sistema es muy claro e intuitivo, para centrarse en escribir y leer sin preocuparse por las cuestiones técnicas.

Un dato importante: los derechos de las obras publicadas en Sttorybox pertenecen íntegramente a los autores, así que, si más adelante se quiere autopublicar la historia que comenzó en la página o probar suerte con una editorial, no habrá ningún inconveniente.

Quiero probarlo. ¿Qué hago?

Fácil: regístrate aquí (puedes hacerlo con tu cuenta de Facebook) o entra como invitado para curiosear. Por cierto, hasta el 22 de marzo hay un concurso de relatos en el que puedes participar para ganar regalos muy librescos. Quién sabe, quizá en estas cajas comenzarán las grandes historias del mañana… De momento, podemos disfrutar escribiendo y leyendo.