Edición:
Lumen, 2016 (trad. Ana Andrés Lleó)
Páginas:
320
ISBN:
9788426402899
Precio:
18,90 € (e-book: 8,99 € / bolsillo: 9,95 €)
Hasta entonces, Eilis había supuesto que viviría en la ciudad toda la vida, como su madre, que conocería a todo el mundo, tendría los mismos amigos y vecinos, la misma rutina diaria en las mismas calles. Esperaba encontrar trabajo en la ciudad y después casarse, dejar el trabajo y tener hijos. Y ahora se sentía como si hubiera sido elegida para algo y no estaba en absoluto preparada, y eso, a pesar del miedo que la invadía, le provocaba un sentimiento, o más bien una serie de sentimientos, que creía debían de ser los que experimentaría cuando se acercara el día de la boda, días en los que todo el mundo la miraría con un brillo en los ojos mientras ella se afanaba con los preparativos, días en los que ella misma estaría en plena ebullición pero procuraría no pensar con demasiada precisión en cómo serían las semanas siguientes, por si perdía el valor.
Con
más de veinte publicaciones a sus espaldas, entre literatura y ensayo, Colm Tóibín
(1955) se ha ganado un puesto entre los escritores irlandeses más importantes
de la actualidad. En 2006 recibió el Premio IMPAC de Dublín por The Master, una novela sobre Henry
James, y ha sido nominado en varias ocasiones al Man Booker Prize. Brooklyn (2009), con la que obtuvo el
Costa Novel Award, plantea uno de los temas recurrentes de su obra: la vida en un país extranjero. Ambientada en la década de los
cincuenta, narra la historia de Eilis Lacey, una joven de familia humilde que
vive en un pequeño pueblo del sudeste de Irlanda. Eilis tiene dificultades para
encontrar trabajo en su tierra, de modo que, cuando se le ofrece un empleo
en Brooklyn, hace las maletas. Atrás se quedan
su madre, viuda, y su hermana mayor, una mujer soltera. Sus hermanos varones ya
emigraron años atrás a Inglaterra, en busca de su oportunidad. En Brooklyn,
Eilis trabaja como dependienta en unos grandes almacenes mientras
estudia por las noches, y se aloja en casa de una mujer que alquila
habitaciones a jóvenes como ella. Chica responsable, su única diversión son los
bailes semanales, en los que siempre se puede conocer a alguien especial.
Con
una escritura fluida y templada, sin alardes estilísticos, Tóibín narra el coming-of-age
de una muchacha que se hace adulta en un entorno desconocido. Eilis, una chica
de naturaleza discreta y reservada, se mantenía satisfecha entre los límites de
lo rutinario: las amigas de siempre, el hogar con mamá y su hermana, la
localidad donde todos se conocen. No sentía la inquietud de adentrarse en un
territorio diferente, de ampliar perspectivas, pero la necesidad —qué
importancia tiene la necesidad en los trayectos vitales— la empuja a marcharse.
Una vez en Brooklyn, Eilis pasa por distintas fases: desde la añoranza inicial a
la alegría por las posibilidades que le ofrece este lugar, pasando por el
descubrimiento del amor y la feminidad, además de la diversidad (étnica,
religiosa, sexual) de la ciudad. El cordón umbilical, como era de esperar, se
rompe, y disfruta de la independencia que supone estar lejos de casa. Por su
carácter introvertido, que rara vez expresa sus emociones —con la exigencia
añadida que esto supone para el novelista—, recuerda a la protagonista de Una chica en invierno (1947), un libro
de Philip Larkin sobre una joven disciplinada y solitaria que, como Eilis, vive
en un país extranjero, donde parece que el pasado deja de existir.
El
destino de Eilis permite a Tóibín realizar una radiografía de la sociedad de Brooklyn en los años
cincuenta: un lugar en el que se agolpan inmigrantes irlandeses e italianos, sin que falte la correspondiente animadversión entre ambos grupos, y donde empieza a instalarse
la población negra, para escándalo de no pocos blancos. La discriminación, sin
embargo, no solo se produce por motivos de raza o nacionalidad, puesto que las
costumbres y la clase también la generan, como constata Eilis entre las chicas
de la casa de huéspedes (a propósito, el ambiente de la vivienda destila opresión
e hipocresía; las jóvenes, lejos de establecer lazos de amistad, parecen
inmersas en una competición que en ocasiones satura a la protagonista). Este contexto
multicultural que descubre Eilis va unido, por lo tanto, a no pocos prejuicios;
aunque, en comparación con su pueblo, la gente (y ella misma) parece más libre,
como si el hecho de no estar atada a sus raíces le abriera puertas y les quitara
importancia a las (siempre presentes) habladurías.
Con
todo, en cierto momento ocurrirá algo en Irlanda que obligará a Eilis a volver, en principio, durante un mes. Este clásico tema del regreso a casa plantea la otra cara
de la experiencia del inmigrante: el retorno al origen desde otra mirada. Eilis
ha estado viviendo en una ciudad más «moderna», y las comparaciones —por su parte,
pero también por parte de los demás en torno a ella— resultan inevitables,
desde su estilo al vestir hasta la seguridad en sí misma que ha adquirido de forma
instintiva por la emancipación. La identidad cambia en función de lugar en el
que uno se encuentre, de las compañías y de lo que estas compañías esperan de
uno. Es el problema del sentimiento de pertenencia: en Brooklyn la reciben como a
una extranjera, pero en su pueblo ya no es la de antes, trae aires nuevos —recuerda
un poco a las reflexiones de Elena Ferrante en La niña perdida (2015)—. Incluso su historia de amor se puede
interpretar como una metáfora de la experiencia del inmigrante, de ese choque
entre dos mundos que solo entiende el que lo vive, mientras los de su alrededor
esperan algo de él sin comprender el conflicto interior que atraviesa.
Colm Tóibín |
Sin
grandilocuencias ni excesos, Tóibín ha tejido una magnífica novela de iniciación que explora las tensiones de la
inmigración, el regreso a la tierra natal y las responsabilidades familiares
a través de las vivencias de una chica humilde y trabajadora, que se enamora y
busca su sitio entre la tradición de su Irlanda natal y las promesas de la
moderna ciudad estadounidense. En apariencia, parece una obra tan sencilla como
la protagonista —la prosa de Tóibín, elegante y depurada, fluye sin dificultad
alguna—, pero tiene mérito plantear estos conflictos alrededor de un personaje tan
poco expresivo como Eilis, y con una trama que se desarrolla con la tranquilidad
propia de lo cotidiano, con escasos (pero decisivos) sobresaltos. Tóibín es de esos escritores
que, por su registro accesible, hacen que parezca que no dicen nada relevante, aunque en absoluto es así: solo los grandes narradores saben sacar brillo de lo corriente, lo rutinario, y convertirlo en gran literatura. El ejercicio de contención emocional
que realiza en Brooklyn resulta
encomiable, y lo mismo se puede decir de su minuciosidad para atar todos los
cabos.
Un último apunte: a nadie le habrá pasado desapercibido que en los últimos
meses este libro ha vuelto a estar a la orden del día gracias a su adaptación
al cine, dirigida por John Crowley y protagonizada por Saoirse Ronan, que ha
conseguido tres nominaciones a los Oscar (Mejor película, Mejor guión adaptado
y Mejor actriz). Esperemos que la película sea una excusa perfecta para leer (o
releer) esta preciosa historia.
Fotografías
de la película basada en la novela.
Cita de las páginas 40-41 (edición de 2010).
Tiene buena pinta. Me lo apunto. Gracias por la reseña.
ResponderEliminarbesos ;)
Está muy bien. Buena historia, buena protagonista y estilo ameno, muy fácil de disfrutar.
EliminarGracias por aportar libros, ya no sabia que libro leerme y tenia ganas de alguno que me llamase la atencion.
ResponderEliminarAquí no te faltarán propuestas ;). "Brooklyn" es una excelente elección. Lo pienso recomendar mucho.
EliminarGracias por ello!
EliminarEste es el próximo en mi mesilla, gracias a tus recomendaciones. Qué bien que no sólo narra el primer choque cultural del emigrante, sino también el segundo, al regresar "a casa", un lugar donde de pronto te sientes como una turista. Qué necesario es salir de vez en cuando de nuestra zona de confort para poder comprender mejor al prójimo.
ResponderEliminarSí, me parece muy interesante que también narre el regreso a casa. Cuando leí esta parte me di cuenta de que he leído bastantes novelas sobre personajes que salen de su entorno más próximo, pero no tantas sobre personajes que vuelven al origen después de pasar un tiempo fuera, y es un tema que también da mucho de sí. Todo lo que conlleve cambios en nuestra forma de estar en el mundo y de relacionarnos con los demás me parece interesantísimo. En fin, espero que lo disfrutes tanto como yo. Ya me contarás qué te parece :).
EliminarQué bien que hayas reseñado esta novela! Llamó mi atención gracias a la película y como ya tenía pendiente al escritor, me la anoté. Aún así no estaba segura y me alegro de que la hayas leído, me has quitado todas las dudas:)
ResponderEliminarEl que sea una novela de iniciación combinado con el tema de la inmigración es una de las cosas que más me interesan del libro. Me recuerda, salvando las distancias, a Americanah:)
Por cierto, el resto de libros que adelantaste en fb tiene muy buena pinta, estoy deseando leer tus opiniones!
EliminarCreo que lo disfrutarás, y es cierto que recuerda un poco a "Americanah" (la escritura no es tan reflexiva como la de Chimamanda Adichie, no hace una crítica tan directa, pero en cierto modo ambas son un retrato de la inmigración en Estados Unidos en dos épocas diferentes).
EliminarApuntada queda para leerla pronto.
ResponderEliminar¡Espero que la disfrutes! :)
EliminarDesde noviembre lo busco y nada, lo quiero en físico y antes de ver la película. Espero caiga pronto. Saludos.
ResponderEliminarEl 11 de febrero sale a la venta la reedición. Seguro que lo encontrarás fácilmente ;).
EliminarPues me quedo a la espera de que salga de nuevo para añadirlo a mi lista de Amazon jeje. Un beso
ResponderEliminarYa falta poquito :). Como coincidirá con el estreno de la película en España, seguro que las librerías le darán mucha visibilidad.
EliminarMe recuerda a un árbol crece en brooklyn. Lo apunto. Me encanta.
ResponderEliminarYo también me acordé de Betty Smith. Brooklyn es Brooklyn, aunque sea en décadas diferentes. Por cierto, no sé si conoces "Mañana puede ser un gran día", también de Betty Smith. Se publicó el año pasado y va en la línea de "Un árbol crece en Brooklyn", aunque con personajes adultos. Me gustó su retrato social.
EliminarSi, lo conozco, de hecho debe ser una continuidad de "un árbol crece en Brooklyn", o una segunda parte de este. Se lo regalé a una amiga con la esperanza de leerlo después de ella pero como no vive en España tengo que esperar hasta el verano. Ese tipo de narrativas me gustan mucho pues siempre está en valor la superación personal en medio de muchas adversidades y todo dentro de un contexto social que las hace muy atractivas. Muchas gracias por estar ahí. Lo compraré seguro.
EliminarSí, "Mañana..." es una historia muy inspiradora en ese sentido. Habla de los sueños que tenemos cuando somos jóvenes, de cómo se van frustrando con la edad, aunque la protagonista saca fuerzas para salir adelante. Creo que es uno de esos temas que no pasan de moda.
EliminarPor fin he podido terminarlo. Las primeras tres cuartas partes me han encantado, estaba fascinada con el estilo de Tólbín, que no está narrando grandes acciones, pero te está relatando LA VIDA. En la parte final el ritmo es diferente y Eilis actúa demasiado sin pensar, lo que no me cuadra mucho con sus reacciones anteriores. No quiero destripar la historia y, además, en total es un libro muy interesante. Ya veremos si la peli le hace justicia.
ResponderEliminarCuánto me alegro de que te haya gustado, Anabel. En cuanto a la película, por las críticas que he leído parece que es buena, pero no excepcional. Dicen que Saoirse Ronan lo borda.
EliminarHola!
ResponderEliminarCreo que es la primera vez (o casi) que me paso y te dejo un comentario. Y me alegra que sea con este libro.
Acabo de leerlo y tengo una sensación tan agradable que no sabría cómo explicarlo. Es algo tranquilo, bonito, tierno. Como te decían ahí arriba, no lleva alardes pero literalmente te está contando la vida de Eilis.Para mi gusto, el final (la cuarta parte en general) es un poco precipitado, pero eso no le quita nada de todo lo que había ganado antes.
Coming of age e inmigración (las dos partes, de aqui y de allá) unidas casi de la mejor forma posible. Adoro todo lo que tenga que ver con irlanda, y las descripciones de las costumbre sy la vida diaria me han parecido preciosas, más aún cuando después lees el contraste con la vida en Brooklyn. Y el guiño a Nora Webster, adorable.
Muchas gracias por la reseña, un saludín! :D
Muchas gracias por tu comentario :). Has descrito muy bien las sensaciones que deja este libro, esa calma. Ahora tendremos que leer "Nora Webster".
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