Edición:
Raig Verd, 2015 (trad. Dolors Udina)
Páginas:
288ISBN: 9788415539988
Precio: 22 €
Esta es una edición en catalán; de
momento, el libro no se ha traducido al castellano. Lo podéis buscar en inglés,
How to be both (Cómo ser ambos, Cómo serlo a
la vez).
I
Es bueno ser vista de
paso, como si no fueras la única, como si todo no te estuviera pasando solo a
ti. Porque no lo eres. Y no es solo a ti.*
Llegué
a Ali Smith (Inverness, Escocia, 1962) a través de Jeanette Winterson
(Manchester, 1959). Esta última cita a Smith en su novela La niña del faro (2004): «Recuerda que
hay que vivir». Es poco frecuente que un autor cite a un colega contemporáneo en
un libro, aunque, después de leer a Smith, uno entiende por qué la de
Manchester siente predilección por su obra. Las dos tienen mucho en común,
tanto en lo personal —proceden de familias obreras, han cursado estudios
universitarios y hablan abiertamente de su homosexualidad, tema que suele
aparecer en sus novelas— como, sobre todo, en su concepción de la creación
literaria: son ambiciosas, experimentan con la forma y huyen de lo
complaciente, lo que las sitúa en la literatura posmoderna.
Smith, que reside en Cambridge, ha publicado cuatro libros de relatos y siete
novelas, de las que solo dos se han traducido al castellano —Hotel World (2004) y Accidental (2007), ambas en Alfaguara—;
y, recientemente, ha sido traducida por primera vez al catalán de la mano de Raig Verd, que edita su última novela, Com
ser-ho alhora (2014), ganadora del Baileys
Women’s Prize, el Goldsmiths Prize y
el Costa Book Awards, además de finalista del Man Booker Prize y el Folio Prize. A pesar de su prestigio, Smith prefiere
mantener un perfil bajo, ya que cree, como Elena Ferrante, que basta con que el
libro llegue al lector, sin necesidad de convertir al autor en una figura
mediática.
II
¿Pasado
o presente?, dice George. ¿Macho o hembra? No puede ser todo a la vez. Tiene
que ser una cosa u otra.
¿Quién
lo dice? ¿Por qué tiene que ser así?, dice su madre.
Hacer compatible lo incompatible.
Eso es lo que se propone Smith en este libro, este experimento, en el que la
dualidad —y la ambigüedad— está presente en cada detalle. Para empezar, la
novela tiene dos partes: dos historias diferentes que se pueden leer en
cualquier orden, es decir, el lector puede elegir empezar por la segunda y
luego pasar a la primera, o viceversa (de hecho, en inglés se editaron dos
versiones). Las dos son a la vez independientes y complementarias, tienen
sentido por sí solas y añaden datos a la otra. Las dos plantean temas en
apariencia incompatibles, como la vida y
la muerte, el género (hombre y mujer), el tiempo (pasado y presente), el lugar
(Gran Bretaña e Italia) y la cultura (la alta cultura frente a la cultura
popular, el arte academicista frente al arte activista). La escritura también adopta rasgos singulares, como poner espacio antes de dos puntos,
usar punto y aparte en frases sin terminar, rayas para indicar que un
parlamento no ha acabado, números en cifras… además de numerosos cortes
dentro de la narración, para contar varias escenas a la vez sin estructurarlas
en capítulos —a propósito, la traductora, Dolors Udina, hace un excelente
trabajo con un texto que no era nada fácil de adaptar—. Con este estilo, Smith
emula la naturaleza
hipertextual de la mente humana, su desorden, porque el ser humano no
piensa con el equilibrio de una novela realista, sino que salta de un asunto
a otro para volver luego al primero. Y, sí, en ocasiones deja frases (y hechos) sin concluir.
III
Pero la primera cosa
que vemos, dijo su madre, y muchas veces la única, es la que está en la
superficie. ¿Quiere decir esto, pues, que va primero pese a todo? ¿Y quiere
decir esto que la otra […], si no sabemos nada de ella, podría no existir?
La
primera trama, situada en Cambridge en la actualidad, está protagonizada por
George, una adolescente que acaba de
perder a su madre. Se relatan sus vivencias, combinando el pasado —en
particular, un viaje a Italia que hizo con su madre para ver un cuadro— con el
presente —la joven adaptándose a su ausencia, creciendo—. Se narra en tercera
persona, alternando los tiempos según la situación, con ese estilo de múltiples
capas. La madre de George, además, era una activista que se dedicaba a inventar
mensajes subversivos y a difundirlos por Internet. George, como ella, es una
chica con un fuerte espíritu crítico y mucha imaginación, de modo que las
conversaciones entre ambas son «sesudas», abordan el arte y los dilemas morales.
La madre se interesó por una obra del pintor renacentista Francesco del Cossa,
de ahí el viaje, y ahora George visita una pintura del artista expuesta en
Londres. Además, la joven conoce a Helena, H para los amigos, con quien traba
amistad. Una pérdida y un encuentro.
O más de uno: George decide seguir a una extraña mujer que podría estar relacionada
con la muerte de su madre, lo que añade un toque de misterio a la historia.
Algunas
dualidades resultan evidentes: el pasado (de Francesco del Cossa) y el presente
(del arte activista de la madre), el antes de morir la madre y el ahora sin
ella, aunque recordándola. También se sugiere ambigüedad en los nombres: George
(de Georgia) es una chica, pero su apodo es un nombre masculino. La amiga,
Helena, se hace llamar H —la letra simétrica—, que tanto valdría para un hombre
como para una mujer. Es asimismo destacable que, al situar el presente, recrea un
presente inmediato y concreto (de 2013 o 2014), con personajes que no se
separan del móvil, referencias al príncipe George de Inglaterra, a Miley Cyrus…
En este sentido, es una novela muy hipertextual. La música comercial, a propósito, tiene cierta relevancia (la de ahora, pero también la de los años setenta, la que escuchaba la
madre), y, junto con los vídeos X que ve en Internet, representa la cultura
popular, que contrasta con la cultura más «elevada» del arte renacentista y los museos. No es imposible hacerlos convivir a
todos en una obra. No si la escribe Ali Smith.
IV
V
… la estricta
instrucción de que siempre se debe derivar placer del trabajo que se hace :
porque tanto el amor como el arte son a la vez tareas de habilidad y de
propósito : la flecha se clava en el círculo del objetivo, la línea recta se
une a la curva del círculo, 2 cosas se unen y se produce la dimensión y la
perspectiva : y cuando se pinta y se hace el amor — en ambos casos — el tiempo
cambia de forma : las horas pasan sin ser horas, se vuelven alguna cosa más, se
vuelven su propio contrario, se vuelven intemporales, dejan
de ser tiempo.
La
parte ambientada en el pasado la protagoniza, precisamente, Francesco del Cossa, pintor de la Escuela de Ferrara, que nos habla
en primera persona —a diferencia de la otra historia—. En ocasiones, el
narrador, en un presente en el que se sabe muerto, observa a una chica que acude
al museo a ver su cuadro… y de esta forma obtenemos información sobre la trama de George. El resto del tiempo, relata sus vivencias de juventud, desde los inicios de su carrera hasta que se enfrentó a una serie de injusticias, como,
qué sorpresa, las que sufre la madre de George. Esta aproximación al siglo
XV, no obstante, no se hace desde los parámetros habituales del relato histórico,
ya que Smith, de forma similar a lo que hace Winterson en novelas como La pasión (1987) o La mujer de púrpura (2012), deconstruye la historia e imagina otra versión de la misma. En esta nueva versión, no
está claro que Francesco del Cossa sea un chico: al igual que la Villanelle de La pasión, el personaje se viste con
ropas masculinas para trabajar en un mundo de hombres; tiene un género ambiguo, como el del narrador
de Escrito en el cuerpo
(1992), también de Winterson.
Hay
muchos paralelismos entre Francesco y
George: ambos han perdido a la madre; sus padres tienen una
profesión relacionada con los muros, los ladrillos —en una historia se
construye un muro; en la otra, se destruye—, ambos experimentan el
descubrimiento del amor y el sexo, y también su brutalidad; ambos pasan un 31
de diciembre controvertido; ambos señalan a un personaje «malvado» como el
responsable de sus problemas (Francesco, a Cosmè, un pintor rival; George, a
Lisa Goliard, la extraña amiga de su madre); George tiene un hermano pequeño y
Francesco, un aprendiz; ambos representan en imágenes (fotografías o pinturas) aquello
que forma parte de sus vidas, desde sus familiares a sus ídolos (él, el santo
Vicente Ferrer; ella, cantantes de pop). La narración de Francesco, por otro lado, tiene fragmentos poéticos, como acercándose a lo
clásico, a lo que encarna el personaje. También se trata de una voz erudita, si
bien en este caso las referencias corresponden a su época, como Alberti y
Cennini.
bienvenido todo aquello
que tiene que ser
hecho y
deshecho
a la vez
Ali Smith |
Smith, en una entrevista de
Winterson, dijo: «Do you come to art to be comforted, or do you come to art to
be re-skinned?» («¿Te acercas al arte para sentirte
reconfortado, o para ponerte otra piel?»). Su obra, desde luego, no busca el
confort fácil, ni la evasión. Ella, como una digna heredera de Virginia Woolf y
Clarice Lispector, no se conforma con
contar una historia, sino que explota todas las posibilidades de la expresión, moldea
la forma, crea, destruye, innova. Y le sale bien. Se propone
demostrar que todos somos muchas cosas a la vez, igual que un cuadro se interpreta desde diversos enfoques y nunca tiene un solo significado.
Esa «cosa» múltiple se aplica a la identidad, al género, a las distintas
concepciones del arte, a las diferentes formas de entender la amistad y el
amor. Y a mucho, mucho más, porque Com
ser-ho alhora es una de esas novelas
que no se agotan, porque en cada lectura sucesiva se detecta otro matiz,
otro detalle, otra conexión. Compleja, sí, pero que nadie se asuste: al fin y al cabo, habla
con frescura de cuestiones que nos atañen a todos —la pérdida y el
descubrimiento, la amistad y la traición, el éxito y el sabotaje, lo salvaje y
lo hermoso, la creación del arte y la catarsis— y compensa con creces el esfuerzo que exige.
Ali Smith nos invita a jugar; del lector
depende aceptar el reto de componer sus piezas.
Cuadro:
San Vicente Ferrer, de Francesco del
Cossa, 1473, National Gallery de Londres.
*Las cinco citas son traducciones mías de la traducción al catalán (págs.: 125, 16, 87, 211 y 284).
*Las cinco citas son traducciones mías de la traducción al catalán (págs.: 125, 16, 87, 211 y 284).
Este lo puedo sacar en versión original de la biblioteca universitaria, pero tendrá que ser en un momento de calma, puesto que no parece tan fácil de leer. Gracias por acercarnos a esta autora.
ResponderEliminarNo es fácil, pero tampoco imposible, y con tu bagaje de lecturas no tendrás ningún problema. A mí me ha parecido una autora interesantísima, quiero seguir leyéndola.
EliminarNo fue finalista del Baileys Women's Prize, fue ganadora: http://www.womensprizeforfiction.co.uk/2015-baileys-womens-prize-for-fiction-winner-announcement
ResponderEliminarLa novela parece compleja, pero muy interesante. Precisamente por esa complejidad no me atrevo a leerla en inglés. Quizás lea un libro de relatos mientras espero a que la traduzcan al español. Ninguna editorial se ha pronunciado al respecto, pero me sorprendería bastante que una novela aparentemente tan buena, ganadora de premios y con tanta repercusión en el mundo anglosajón, se tradujera sólo al catalán y no al castellano.
Ah, y justo ahora estoy leyendo "La Pasión", así que me encantó leer tu referencia.
EliminarYa está corregido. ¡Gracias por avisar!
EliminarA mí, por desgracia, no me parecería raro que se quedara sin traducir (ojalá me equivoque). Es una novela compleja, "difícil" en comparación con lo que se suele publicar... y esto suele significar pocos lectores. Si le añadimos que las dos novelas que publicó Alfaguara no debieron de funcionar bien en ventas, es posible que ahora no se atrevan a continuar publicándola. Les pasa a muchos autores que tienen prestigio en sus países, pero aquí no venden.
La parte esperanzadora es que Rayo Verde suele publicar la narrativa extranjera en catalán y castellano a la vez, y si este solo ha salido en catalán quizá es porque otra editorial compró los derechos en castellano. Si me entero de algo, avisaré por aquí o en las redes.
Me alegra que estés leyendo "La pasión". Winterson es maravillosa :).
Me ha gustado la reseña y estoy de acuerdo en que es un libro extraordinario. Es verdad que Jeanette Winterson y Ali Smith tienen mucho en común (curiosamente, traduje también al cataán "La passió", hace veinte años más o menos). Más que difícil, creo que es un libro en el que hay que dejarse llevar aunque no se entienda todo. Al final tiene premio.
ResponderEliminar¡Gracias, devoradora!
Gracias por tu comentario, Dolors. Eres muy afortunada por haber traducido a estas dos grandes escritoras.
EliminarHola Rusta! Había dejado esta reseña para un momento más tranquilo, para poder leerla con calma. Tiene punta de ser muy interesante, pero también de ser difícil de leer. Leeré las primeras páginas en inglés, a ver qué tal.
ResponderEliminarPor cierto, cada vez que nombras a Winterson me entra remordimiento de conciencia por no haberla leído todavía!
¡¡¡Tienes que leer a Winterson!!! :) "La niña del faro" o "La pasión", cualquiera de las dos está muy bien para descubrirla. Para mí es de las mejores escritoras vivas, y además se aleja del realismo al que estamos acostumbrados. Es poética, muy "creativa", y sin ser especialmente difícil de leer.
EliminarAcabo de empezar a leer How to be both en inglés. A ver si soy capaz. Suena interesante y complejo.
ResponderEliminarDe Jeanette Winterson he leído todo. A quien tenga un buen nivel de inglés se la recomiendo en versión original. Hay traducciones muy buenas pero su forma de escribir es extraordinaria. Una de mis escritoras favoritas sin ninguna duda.
Cierto. Leí "Oranges Are Not the Only Fruit" y "Written On the Body" en inglés y, aunque sus traductores hacen un gran trabajo, leerla en versión original es la mejor opción. Tiene un vocabulario tan rico, unos juegos de palabras tan bien encontrados... Literatura de primer nivel.
EliminarYa me contarás qué te parece Ali Smith. Es muy buena, aunque yo me sigo quedando con Jeanette Winterson.