Edición:
El Aleph, 2010 (trad. José Luis Delgado Pérez)
Páginas:
328
ISBN:
9788415325604
Precio:
21,99 € (bolsillo: 8,95 €)
Leído en la edición en catalán de
Edicions 1984 (trad. Esther Tallada, 2010).
Hay
quien dice que prefiere leer solo a autores de antaño, porque lo que se publica
en la actualidad carece de nivel. Este argumento tiene su parte de razón: el
tiempo actúa de filtro que separa lo bueno de lo mediocre (o así lo creemos),
mientras que en el presente de cualquier época uno se encuentra con un montón
de novedades que aún deben pasar por él. Con todo, de vez en cuando aparece un
libro con el que no hace falta esperar, un libro con el que se tiene el
convencimiento de que perdurará, de que no caducará, ya que su calidad trasciende
a las particularidades del contexto en el que se ha escrito. Hablo de novelas
como La amiga estupenda (2012), de
Elena Ferrante, La Gran Casa (2010),
de Nicole Krauss, o El jilguero
(2013), de Donna Tartt. Estos son, entre otros, los títulos que se deben
recomendar a ese lector incrédulo que no confía en lo que sus contemporáneos
pueden lograr. Hoy, aunque descubierto con cierto retraso, en este blog se les une
otro: Olive Kitteridge (2008), de
Elizabeth Strout (Portland, Maine, 1956), Premio Pulitzer 2009 y ganador de los
premios de los libreros catalanes e italianos (Llibreter y Bancarella,
respectivamente) del año 2010.
Licenciada
en Derecho y Gerontología, Strout hizo su debut literario a los cuarenta años y
solo ha publicado cinco libros, si bien le han bastado para consolidarse como
una de las voces más importantes de la narrativa estadounidense actual. Su obra
sigue el estilo de escritoras como Alice Munro, Anne Tyler o Alice McDermott: historias cotidianas sobre gente sencilla, en
las que toda la fuerza reside en los matices de los personajes y el poderoso
pulso narrativo. Strout suele situar la acción en pueblos costeros de
Maine, donde se crió. Olive Kitteridge,
considerada su novela más lograda, tiene una estructura singular: se compone de
trece relatos, narrados en tercera persona, que recrean las vivencias de diversos vecinos
de la localidad. Estos textos se pueden leer de forma independiente, pero su
gracia está en la conexión entre ellos: el personaje que da nombre al libro, Olive Kitteridge, una maestra jubilada de
fuerte carácter que aparece, ni que sea de refilón, en todos. De este modo,
el conjunto explora la vida de Olive, permite conocerla a fondo, analizar
los cambios a los que se enfrenta desde su retiro, y, a la vez, cada cuento desarrolla en profundidad un
conflicto de los amigos o conocidos de la protagonista.
Olive Kitteridge, una
mujer difícil
La
obra comienza con el relato «Farmacia», centrado en Henry Kitteridge, el marido
de Olive, un hombre de naturaleza bondadosa a quien todos los vecinos adoran. Lo
adoran tanto, que no entienden que aguante a Olive, una mujer arisca,
gruñona e implacable que contrasta con el encantador Henry. Pero no solo la aguanta, sino que la quiere, y juntos conforman un tándem que se complementa. Entre las muchas «hazañas» de Olive,
el día de la boda de su único hijo entra a escondidas en la habitación de los
novios y destroza algunas pertenencias de su nuera (que, por supuesto, no le cae bien).
Sin embargo, estas salidas de tono conviven con una enorme lucidez; Olive se
permite el lujo de ser sincera, con todas sus consecuencias, lo que la convierte,
pese a todo, en una mujer íntegra e insobornable. Olive Kitteridge es un personaje excelso, y Strout una grandísima
escritora que llega al fondo de una personalidad complicada para explorar su
lado más vulnerable: el miedo a la soledad. El hecho de elegir a una
protagonista difícil de querer (y salir victoriosa del intento) aumenta su mérito:
en medio de tantas representaciones de ancianas entrañables y maestras dulces,
la dureza de Olive brilla por su honradez.
Las
escenas dispersas sobre Olive se hilvanan en una trama sobre la experiencia de envejecer y la
adaptación a las transformaciones que conlleva esta etapa. El deterioro físico,
la enfermedad, la pérdida, pero también la necesidad de reinventar la relación
con un hijo que ha decidido vivir de una manera que ella no acepta. Olive
tampoco ha sido una madre maternal
—en el sentido dulcificado que se da a este término—, y los acercamientos y alejamientos entre ella y su hijo constituyen un tema fundamental. No todo es negativo: Olive aprende
en esta fase de su vida y prueba cosas por primera vez, como viajar a Nueva
York (relato «Seguridad»). Aun con todas las insatisfacciones que se relatan en
el libro, Strout sabe utilizar a Olive para examinar las múltiples formas de manifestar el amor por parte de
una persona que no sabe expresar sus sentimientos. Las palabras no
pronunciadas, una caricia en el pelo o una llamada de teléfono pueden llegar a
ser grandes muestras de afecto. Aquí está otro logro de la autora: la
compasión. Olive roza la crueldad, sus allegados sufren desgracias, pero la
mirada de Strout los humaniza. Son complejos e imperfectos, tienen «alma», si
se me permite la cursilada.
Entre la soledad y la
compañía
Más
allá de Olive, los relatos —que incluyen un guiño al protagonista de su novela Abide With Me (2006), Tyler Caskey— versan
sobre personas de diferentes edades y circunstancias que en apariencia no tienen
nada en común, salvo dos elementos significativos: el dolor y el amor (ese amor
sutil que se demuestra en los pequeños gestos, como en Olive). Cada personaje
atraviesa, a su manera, un trance complicado y al mismo tiempo terriblemente
extendido, como el descubrimiento de una
infidelidad, la pérdida de un ser querido, el padecimiento de un trastorno de
la alimentación o el simple hecho de no entenderse con la familia. Estas
situaciones, que en otras manos caerían en el cliché, gracias a Strout se
revisten de un realismo que muestra el problema con naturalidad, emoción y sin
dramatismos, y con ello pone en evidencia la complejidad que este entraña en
las relaciones con los demás. Sus escenas resultan vívidas, intensas, y siempre
esconden algún secreto que da un giro a la situación; un secreto tan furtivo que
a veces solo forma parte de las pasiones silenciadas, como un enamoramiento
fugaz en una situación comprometida. Strout demuestra de este modo sus dotes
para la introspección, para comprender la vida interior, la
que los demás no ven y que no obstante define tanto a una persona como sus
acciones.
Elizabeth Strout |
Olive Kitteridge,
con su elaborada composición, transita entre lo comunitario y lo íntimo, entre las
conversaciones, serias o banales, y las repercusiones que tienen estos
encuentros para uno mismo. Strout, una narradora perspicaz como pocas, escribe
con minuciosidad, elegancia y un toque
de ironía fina sobre un tema tan espinoso como la insatisfacción personal,
por diferentes causas y en diferentes circunstancias, esa sensación de que las
cosas podrían ir mejor que no desaparece jamás y que se compensa con alegrías pasajeras. Emplea un
lenguaje rico, reflexivo, en el que cada palabra tiene su peso y los diálogos
rebosan viveza gracias a su extraordinario dominio del registro coloquial. En
suma, Strout consigue lo que solo está al alcance de unos pocos: construir
un personaje fascinante en toda su brutalidad, un personaje tan pícaro como
conmovedor (porque Olive Kitteridge
es una novela muy conmovedora). Convierte las pequeñas y grandes
tragedias de la gente en la mejor literatura; y lo hace, además, manteniendo la
tensión narrativa e implicando al lector, buscando su complicidad. No tengo ninguna
duda: una obra maestra.
La
novela se ha adaptado a la televisión por HBO con Frances McDormand como
protagonista. Los fotogramas que ilustran la reseña pertenecen a la miniserie.
No conocía el libro, pero la serie aunque aun no la he visto me llamaba mucho la atención, aunque primero me gustaría leer el libro. Por lo que cuentas puede gustarme, Olive parece uno de esos personajes que suelen encantarme, pero por otro lado dices que el estilo se parece un poco a Alice Munro, que es una autora que no me gusta nada de nada. No sé, probaré con él, a ver qué pasa. Un beso!
ResponderEliminarTanto Munro como Strout son muy buenas, pero creo que se las aprecia mejor cuando se tiene cierta edad. En su mirada se nota mucho la experiencia, y no las recomendaría a un lector muy joven (no digo que una persona joven no pueda disfrutarlas, pero no sería la primera recomendación que le haría).
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHola: estoy de acuerdo contigo en todo lo que dices de “Olive Kitteridge” me parece una maravillosa novela. En cuanto a lo que dices de dejar pasar el tiempo para conocer si un libro ha superado el paso del tiempo o no: pues pensaba igual que tú, que era lo mejor. Pero poco a poco descubrí que ese sistema tiene un fallo, que hay extraordinarias obras de arte literarias que no han sido reconocidas por los críticos “oficiales” (léase cánones varios) que son los que muchas veces imponen el criterio de lo válido o no. Así, trasladando lo mismo al presente, yo creo que cuando una novela es buena se reconoce como lo has hecho tú, son ésas que te revuelven el cerebro o el corazón o las tripas, y dices ¡guau! Ésta es buena. No me fio de los libros oficiales de críticas, de esos que dan razones demasiado poco literarias para decir que éste libro es bueno o no. Permítete un pequeño ejemplo que hace poco descubrí, una maravillosa novela española (la mejor que he leído del siglo XX) llamada “ el diario de Hamlet García” (1944) que no aparece en ningún sitio y supera con creces todas esas que aparecen en los libros de secundaria.
ResponderEliminarGracias por tus reseñas que leo muchas veces
un saludo
Psdt. Hache C. si te sirve mi opinión Elizabeth Strout y Alice Munro no se parecen en nada.
Me alegro de que estemos de acuerdo en nuestra valoración de "Olive Kitteridge". Lo demás, bueno, era una forma de introducir la reseña. He estudiado algo de teoría literaria y soy consciente de las limitaciones que el canon ha supuesto a la hora de valorar algunas obras artísticas (por suerte hay muchas novelas olvidadas que podemos descubrir ahora gracias a las recuperaciones).
EliminarPor cierto, Strout es una gran admiradora de Munro. Algo en común sí que tienen :).
¡Hola!
ResponderEliminarNo conocía ni la novela ni su adaptación pero me interesa. Todo lo que has contado sobre Olive me llama muchísimo la atención, así que me lo apunto.
¡Un saludo!
Qué bien. Ya me contarás qué te parece.
EliminarEl título me resulta familiar. Me apunto la recomendación; por lo que cuentas, tiene todo lo que me gusta encontrar en una novela.
ResponderEliminarBesos y a disfrutar de las vacaciones =)
Es una novela magnífica. Ya me dirás qué te parece.
EliminarPues había oído hablar muy bien de la mini serie, pero no tenía ni idea de que se basaba en un libro. Me alegro de no haber empezado a verla, porque parece que merece mucho la pena y siempre prefiero leer los libros antes. Siempre es interesante tener un personaje central fuerte y atípico, así que no pongo en duda de que me gustará conocer a Olive Kitteridge:)
ResponderEliminar1beso!
Es todo un Pulitzer, pero por desgracia pasó bastante desapercibido cuando se publicó en España (una verdadera lástima). En catalán se vendió algo más por el Premi Llibreter. En fin, si ahora consigue ponerse de moda otra vez gracias a la serie, bienvenidas sean las adaptaciones.
EliminarMe leí primero Amy e Isabelle y quedé tan deslumbrada que seguí con Olive y eso que acababa de ver la serie. Se ha ganado el Pullitzer a pulso.
ResponderEliminarYo tengo pendientes "Amy e Isabelle" y "Los hermanos Burguess", aunque ya me los compré. Strout es tan buena que al leerla tuve ganas de leer TODO lo que escriba.
EliminarLo compré y lo tengo pendiente. Espero que me guste tanto como a ti.
ResponderEliminarBesos.
Es magnífico, ya lo verás.
EliminarHola,
ResponderEliminarDescubrí tu página hace poco tiempo y gracias a tus reseñas he leído varios libros a los cuales seguramente jamás habría llegado sin tus recomendaciones. Creo que tenemos afinidades literarias similares (así que te felicito por tu buen gusto ;-)) ya que, hasta ahora, siempre que he optado por alguna de tus sugerencias he quedado contento. En este caso, debo reconocer que jamás he leído nada de Strout y que el argumento tampoco termina de "atraparme", pero considerando que hablas tan bien de él me arriesgaré y lo agregaré a mi pequeñísima lista de 98 libros prioritarios que me quedan por leer :)
Un saludo y, de verdad, gracias por compartir tus reseñas con nosotros. Es un placer leerlas (al menos hasta que lea este libro y cambie fulminantemente de opinión, claro ;-)).
Muchas gracias por tu confianza. "Olive Kitteridge" me parece una novela magnífica; ya me contarás qué te parece :).
EliminarLa acabo de terminar y me ha encantado, ya había visto la serie y creo que la actriz que hace de Olive no lo puede hacer mejor, áspera, sincera hasta el dolor pero sensible cuando al fin se da cuenta del problema de los demás, cuando admite aunque a regañadiente su falta de empatía, reúne en su persona toda la complejidad de que estamos hechos los humanos. Me ha dado pena terminarla. No sé si sus demás obras tendrán la profundidad de esta, pero procuraré leerlas.
ResponderEliminarLos que han leído toda su obra dicen que ninguna novela supera "Olive Kitteridge", pero que aun así merece la pena. Yo leí "Abide With Me", que no se ha traducido todavía al castellano, y está muy bien.
EliminarHola. Acabo de terminar la novela, que no conocía y que he leído después de leer tu blog, y me ha gustado mucho.
ResponderEliminarCreo que es un libro triste pero con una intensidad que me ha enganchado totalmente. Gracias por la recomendación.
La acabo de terminar y me ha gustado mucho. Ahora que he leído tu reseña te doy la enhorabuena por lo bien escrita que está. Para mi el leerlas es como el broche de oro de la propia novela. Muchas gracias!
ResponderEliminarAcabo de leer la novela. Quizás la situación de pandemia que padecemos agudice el sentimiento de angustia que producen las trece historias. Dolor, envejecimiento, infidelidad, anorexia, desamor, invalidez... hilvanados por ese personaje duro, poco empático pero profundo como es Olive. La novela es la vida misma.
ResponderEliminarPor eso y por estar tan bien escrita, es imprescindible.
El complemento perfecto es este blog que añade matices a nuestra propia percepción.
Intentaré recuperar la serie de tv para "comparar".
Adoro la serie. Tu reseña me acaba de terminar de convencer de leer la novela. Gracias.
ResponderEliminarGracias a ti. Es una novela excelente, espero que la disfrutes mucho.
Eliminar