11 noviembre 2014

La chica de ojos verdes - Edna O'Brien



Edición: Errata naturae, 2014 (trad. Regina López Muñoz)
Páginas: 336
ISBN: 9788415217657
Precio: 18,50 €
Las primeras novelas de Edna O’Brien (Tuamgraney, Irlanda, 1932), que conforman la trilogía Las chicas de campo (1960-1964), no destacan por una construcción ambiciosa ni por un uso innovador del lenguaje. En efecto, se limitan a seguir, de forma lineal, las venturas y desventuras de Caithleen, una chica procedente de la Irlanda rural católica que sale de su entorno y se adentra en el ambiente de la ciudad junto a su amiga Baba. O’Brien lo relata, además, con un registro ameno y sin florituras, perfecto para evocar la frescura de la juventud y sus expresiones coloquiales. En Las chicas de campo (1960), las jóvenes abandonan su hogar para estudiar en un internado hasta que, más tarde, se instalan en una pensión de Dublín. La chica de ojos verdes (1962), su continuación, retoma la acción dos años después en este mismo escenario y se puede leer sin conocer el volumen anterior.
Si no se trata de complejidad formal, ¿por qué se distinguen, entonces, estas novelas de una de las grandes escritoras irlandesas del siglo XX? Por atreverse a escribir sobre algo que no se había contado antes, a saber: las vivencias de una muchacha que se independiza en los años cincuenta y lleva un estilo de vida contrario al que desearía su familia; y por hacerlo con una prosa transparente y clara —se le perdona el uso un tanto torpe de las anticipaciones— que no elude los temas espinosos de la época. En La chica de ojos verdes, la protagonista se enamora de un hombre recién separado, para más inri un director de cine protestante. Mientras él la introduce en un círculo de intelectuales, no sin cierta mirada exótica hacia sus modales campestres, el tosco padre de Caithleen se dispone a frenar el romance como sea.
A pesar de que Caithleen ya tuvo alguna aventura amorosa en el pasado, en esta novela mantiene su primera relación estable, con convivencia incluida. Eugene, el director de cine, siente curiosidad por su perfil: una joven humilde con ganas de culturizarse, que pasa sus ratos libres leyendo. Las inquietudes los unen, aunque aun así la distancia entre ambos es importante, porque pertenecen a sectores diferentes y no están en el mismo momento vital. Caithleen, que todavía conserva una imagen ingenua del enamoramiento («Los mejores hombres habitaban en los libros: hombres extraños, complejos, románticos; los que yo más admiraba», pág. 9), se amolda a Eugene poco a poco, un proceso recreado con mucha perspicacia por O’Brien, que presta atención a cada detalle, cada frase, desde la perspectiva femenina del descubrimiento del amor. No se corta al hablar de sexo, una valentía que le costó la prohibición del libro en su país cuando se publicó.
La chica de ojos verdes, como Las chicas de campo, es la historia de una iniciación al mundo de los adultos, la iniciación de una joven soñadora y ávida lectora que aspira a instruirse, para lo que se ve obligada a romper con sus orígenes (la propia O’Brien pasó por una experiencia similar). Por el camino, disfruta de las fiestas, hace locuras con su amiga, ríe, llora y, sí, se enamora de la persona equivocada, una etapa inevitable en el crecimiento de cualquier jovencita. ¿Y qué hay del personaje de Baba, uno de los pilares de Las chicas de campo? Pierde peso en esta segunda parte, aunque las contradicciones de su amistad siguen presentes: la tranquila Caithleen, que lee con ahínco y se mira la vida con ilusión, contrasta con el fuerte temperamento de Baba y sus ansias de divertirse a cualquier precio. La rivalidad entre ambas, no obstante, queda patente gracias a la extraordinaria sutileza de la autora.
Edna O'Brien
Si Las chicas de campo narraba la marcha de dos adolescentes de su tierra natal, en La chica de ojos verdes las protagonistas ya han alcanzado la veintena y se acercan a ese punto de la juventud en el que hay que tomar las riendas de la propia existencia, un progreso que continúa en el tercer volumen, Girls in their Married Bliss (1964). La aportación de esta obra es comparable a la de Lo mejor de la vida (1958), de Rona Jaffe (Brooklyn, Nueva York, 1931-Londres, 2005), que recoge esta misma fase de un grupo de chicas que trabajan y viven solas en Nueva York. O’Brien, como Jaffe, revalorizó el universo femenino de la mujer joven cuando el feminismo aún tenía mucho recorrido por delante, de modo que la novela sobresale, más allá de su valor literario, por el retrato sociológico de una generación que se atrevió a desobedecer a sus mayores y abrió, con este paso, las puertas de un futuro lleno de oportunidades.
Las imágenes pertenecen a la película Girl with Green Eyes (1964), de Desmond Davis, basada en la novela.

19 comentarios :

  1. Yo hace años que me habia propuesto leer la primera, Las chicas del campo, que incluso empecé en version original pero no llegue a terminar por pereza. Y siempre que te leo a ti hablar de lo que te gustó me arrepiento de haberme deshecho de esa edicion. Ahora tengo doble trabajo: leer la anterior y ahora esta. Besos

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    1. Reconozco que tengo mucha afinidad por los temas que tratan escritoras como Edna O'Brien: la iniciación a la vida adulta, la feminidad, el paso del origen rústico al ámbito intelectual, etc. Entiendo que pueden no resultar interesantes para otros lectores, pero, si en esto piensas como yo, te recomiendo encarecidamente que le vuelvas a dar una oportunidad.

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  2. Yo a este blog siempre vengo a aprender. No conocía a esta autora, ni me sonaba de nada ninguno de los títulos de sus novelas. Lo cierto es que gracias a tu reseña, me pica la curiosidad por descubrir más de "Las chicas de campo", que a priori me ha llamado más la atención que el título que nos traes.
    Besos.

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    1. Edna O'Brien es una de las grandes escritoras irlandesas del siglo XX, aunque en España se la ha traducido poco y sus libros están repartidos en varias editoriales que nunca la han promocionado lo suficiente. Fue una gran noticia que Errata naturae la empezara a publicar el año pasado; sus ediciones están muy cuidadas y se toman en serio la política de autor.

      "Las chicas de campo" fue su primera novela y se nota que no tiene una construcción tan ambiciosa como sus obras posteriores -he leído algunas páginas de uno de sus libros más recientes y la evolución es enorme-, pero aun así funciona muy bien como retrato de iniciación contado con una voz fresca y directa. He disfrutado mucho de ambos títulos.

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  3. Otro más a tener en cuenta, tendré que leerlos en orden. Seguro que algún día caen.
    ¡Besos!

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    1. Sí, mejor leerlos en orden, porque conocer los orígenes ayuda a comprender las carencias de la protagonista. Le cogerás cariño a Caithleen, ya verás.

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  4. ¡Me ha encantado tu reseña! Este libro fue una de mis adquisiciones en la feria del libro este año, y me gustó muchísimo. No pude comprar el primero, así que no me lo he leído todavía, lo tengo pendiente. Sin embargo tu reseña me parece muy acertada. No sabía que había una película, así que me la apunto para verla.

    ¡Besos!

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    1. Muchas gracias por contarnos tu experiencia con el libro; seguro que a otros lectores les vendrá bien para saber que pueden leerlo sin conocer el anterior :). Si este te ha gustado, estoy segura de que también disfrutarás de "Las chicas de campo". Yo soy incapaz de elegir entre los dos, son tan parecidos que los veo igual de buenos.

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  5. Llevo tiempo queriendo leer estos libros. Pero es que son tantos los que una quiere leer... Algún día llegará su turno. Y por lo que cuentas, seguro que los voy a disfrutar.
    Besotes!!!

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    1. Creo que son dos novelas para pasarlo muy bien leyendo. El estilo es tan ameno y se retrata tan bien la evolución de los personajes...

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  6. Apuntados los dos. Me parecen unas lecturas muy interesantes.

    Besos.

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  7. Qué ganas tenía de ver esta reseña, porque sabía que aparecería por aquí ... Ya sabes que a mí Las chicas de campo no me convenció tanto, aunque reconozca ese elemento innovador en cuanto a lo que cuenta. Pero no sé, no es un libro que leyera con entusiasmo, que me provocara mucho. Me sentí un poco bicho raro porque es un libro con muy buenos comentarios y críticas. Y sabía de este pero claro... si no me había convencido el primero. Y sigo sin saber, la verdad, porque es que además Baba era un personaje que me gustaba mucho y me parecía imprescindible, y ahora parece que queda en segundo plano... No sé, hay mucho que leer pendiente, ya veremos.

    Gracias y un saludo!

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    1. Recuerdo tu reseña de "Las chicas de campo" y, sinceramente, no te recomiendo este. Son libros muy parecidos, la continuación de la misma historia, y dudo que ahora tus sensaciones cambien (aunque sobra decir que a mí me encanta la autora :)).

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    2. Pues Rusta, que te voy a hacer caso de tu recomendación no recomendada :) Que hay muchos libros y seguro coincidiremos en otros...

      Gracias y un saludo!

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  8. No coincido con tu apreciación sobre el estilo de Edna O'Brien. Da la impresión de que lo único que importa es lo que dice y no cómo lo dice. Y ya sabemos que el estilo es lo que importa en literatura.

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    1. El estilo importa, por supuesto, pero lo entiendo como algo inseparable de lo que se cuenta. De todas formas, no considero que haya hecho una apreciación negativa del estilo de la autora, o al menos no he querido comunicar esa idea. Me parece que hace un gran uso del registro coloquial, y que la claridad y la frescura de la narración van muy bien para evocar la voz de una joven como Caithleen. Cuando digo que valoro el hecho de que hable de sexo, por ejemplo, también estoy diciendo que su estilo claro es muy eficaz para construir una historia como esta. La única crítica que le hago al estilo son las anticipaciones ("Entonces aún no sabía lo que me esperaba" y cosas así), porque me parecen innecesarias en una novela de este tipo.

      Solo creo que, en comparación con otros escritores o con sus propias novelas posteriores, "La chica de ojos verdes" no es una obra especialmente compleja en el estilo o la estructura. Esto no es malo, porque lo que importa es que el conjunto funcione. Hay autores que quizá recargan más la prosa y se creen muy complejos, pero fallan en otros aspectos. En cambio, "La chica de ojos verdes" funciona, porque la aparente sencillez de la escritura casa muy bien con la historia.

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  9. Seguro que me equivoco, pero me suena a historia de chica reprimida por una educación rancia que necesita liberarse: un poco Estrenos TV de la tarde del domingo. Sin quitarle ni un gramo de su valor, sobre todo porque lo recomiendas tú, creo que no es un libro que me vaya a gustar. Abrazos.

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    1. Lástima. Puede que en el fondo tenga algo de esa historia, pero Edna O'Brien la cuenta tan bien que no parece en absoluto una película de sobremesa.

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