14 marzo 2014

Los retos del libro electrónico



El libro electrónico cada vez está más consolidado en España; así lo demuestran las estadísticas de ventas, el uso de e-readers en el transporte público, y el éxito de plataformas como Amazon y los sellos editoriales digitales. No obstante, el hecho de que el e-book exista y haya lectores que se decanten por este formato no significa que se le esté sacando todo el rendimiento posible. ¿Cuáles son los retos que debe afrontar el e-book en el futuro?

1. Disponibilidad en todas las tecnologías de publicación, en especial EPUB (el formato más común) y MOBI (el del Kindle de Amazon). La finalidad es llegar al mayor número de lectores posible; que sea la editorial la que se adapte al público y no el público quien tenga que hacer malabares para encontrar el archivo adecuado para su lector.

2. Precio competitivo. En este punto es tal vez donde existe un mayor caos en el mercado editorial: mientras que algunos sellos apuestan por vender sus e-books bastante baratos, incluso con un precio inferior a 5 €, otros se mantienen en las cifras que les permiten cosechar mayores beneficios, aunque eso suponga vender el libro por más dinero que su equivalente en edición de bolsillo. Esto no puede seguir así: no se trata de regalar nada —no hay que olvidar que cualquier novela, digital o impresa, conlleva unos costes de edición, corrección, traducción y promoción que se deben cubrir con las ventas, por no hablar del elevado IVA del formato digital—, sino de proponer unas cantidades que sean asequibles para los consumidores y razonables para los empresarios. Alrededor de 8 € se puede considerar una buena cifra.

3. Gestión de los derechos. El uso del sistema de protección DRM (Digital Rights Management) está causando bastante malestar entre los lectores, dado que con esta tecnología solo es posible leer el e-book en el dispositivo en el que se ha descargado, lo que impide prestarlo a otras personas o disfrutar de él en otro aparato. Aun así, tiene a su favor el hecho de proteger los contenidos de la piratería. ¿Quién debe ceder: la industria editorial o los consumidores? Por fortuna, se está investigando para encontrar alternativas que combatan las copias ilegales sin resultar abusivas para los compradores potenciales.

4. Facilidad de navegación. Los lectores digitales tienen la ventaja de permitir saltar de un capítulo a otro sin necesidad de leer página por página; asimismo, también suelen ofrecer conexión a Internet, por lo que permiten que el lector comparta en directo sus impresiones de la lectura en las redes sociales. Sin embargo, algunos dispositivos todavía presentan problemas de navegación o carecen de una conexión lo suficientemente eficiente. Se debería trabajar en este sentido para proporcionar la máxima comodidad al lector.

5. Ofrecer un producto atractivo. Lo habitual en España es que el e-book sea una réplica electrónica de su equivalente impresa, con lo que no es de extrañar que muchos lectores sigan sin ver el atractivo de este formato. Una buena solución puede ser sacar partido al libro electrónico en aquellos aspectos en los que el tradicional no llega: incorporación de material extra interesante (primeros capítulos de otros libros del autor, entrevistas, curiosidades del proceso de escritura…) y uso adecuado del hipertexto, es decir, incorporar enlaces en el propio texto que lleven a otras webs, vídeos o canciones relacionados con la trama de la novela. En este sentido, la edición digital de Pomelo y limón (Begoña Oro) es un buen ejemplo, ya que contiene enlaces a otras páginas vinculadas a la historia (blog de la protagonista, canciones…) e  incluye información adicional. En el caso de la literatura juvenil, además, resulta más importante todavía potenciar estas cuestiones porque el lector joven es quien más familiarizado está con el entorno informático y sabrá apreciar este tipo de recursos. Lo ideal sería dar un trato personalizado a cada libro para ver qué cuestiones se pueden potenciar en su edición digital.

En conclusión, aunque siempre habrá lectores que se decanten por las novelas impresas convencionales, no hay que dejar de lado a aquellos que apuestan por el e-book, lo que significa cuidar el producto al máximo, tanto en lo relativo a la comodidad del formato como en la potenciación de los puntos fuertes de la edición digital.

Este artículo se publicó en el desaparecido diario El Tiramilla en noviembre de 2012.

10 comentarios :

  1. Yo soy una nueva adepta y desde luego me encantan la facilidad de manejo y los extras que pueden incluir. Aunque echo de menos no poder ver la portada cuando me apetece! XD
    Genial repaso del asunto.
    Besotes digitales.

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  2. Pues yo estoy encantada con los ebooks.
    Un saludo

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  3. Yo llevo tiempo leyendo con mi libro electrónico. Sigo resistiéndome a dejar completamente el papel, pues siempre me ha gustado más. Pero reconozco que tiene una serie de ventajas que el libro físico no. Como por ejemplo el peso en el bolso para poderlo llevar a todas partes. jejejejeje.
    Lo que sí me fastidia realmente es uno de lo puntos que tocas, el precio de estos libros electrónicos. No digo que los regalen, claro que no, porque detrás de estos libros hay unas personas que han trabajado para traérnoslo, pero me niego a pensar que un libro electrónico y un libro de bolsillo tengan el mismo precio. Por ejemplo, los 8€ que tu dices, me parece muy bien.

    BESOTES

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  4. Yo ya soy desde hace algo más de un año del libro electrónico, y no lo cambio por nada: es más práctico y más económico.
    Besos !

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  5. De todo lo que comentas, para mí lo fundamental es el precio. Aún hay ebooks en Amazon por ejemplo muy caros. Mi tope es 7 euros, más de eso no pago porque como tú dices, se ve que hay aprovechamiento por parte de las editoriales cuando saben que hay mucho interés por un libro.
    Por ejemplo, hoy me llegó un email de Amazon sobre los libros de Sarah Lark y todos a 9,49 euros. ¿Cómo puede ser que cueste lo mismo el primero que el quinto de esta autora con la diferencia de años que los separa?
    Un beso

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  6. Yo utilizo ambos formatos, aunque me sigue gustando más el papel. El ebook no tiene tacto ni olor, pero si tiene ventajas evidentes. En vacaciones ebook y también la novela negra, porque me cunde tampoco que no me doy abasto a ir a la libreria. Los libros del club de lectura siempre en papel.

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  7. Perdón, quería decir "tan poco" no "tampoco"...al verlo escrito me ha hecho daño a la vista

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  8. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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  9. Reconozco todas sus virtudes, pero no puedo olvidar mi amor profundo e incondicional por el papel. Además, suelen estar bastante mal editados y tener bastantes errores ortotipográficos y de estilo. Claro, que eso también empieza a ser una costumbre en los libros en papel. Abrazos.

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  10. No estoy de acuerdo en cuanto al precio. Creo que si la mayoría de libros electrónicos costaran alrededor de 8 euros, apenas se venderían. Sería preferible comprar los de bolsillo. Creo que un máximo de cinco euros sería razonable.

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