19 marzo 2014

Es un decir - Jenn Díaz



Edición: Lumen, 2014
Páginas: 168
ISBN: 9788426400109
Precio: 16,90 € (e-book: 9,99 €)

Muy pocos autores pueden presumir de tener cuatro novelas publicadas a los veinticinco años (la última, en una gran editorial). Sé que Jenn Díaz (Barcelona, 1988), filóloga y colaboradora de revistas como Jot Down y Granite & Rainbow, debe de estar harta de las referencias a su juventud cuando se habla de sus libros, pero lo que ha conseguido me parece tan extraordinario que pasarlo por alto sería casi una negligencia. Porque, además de precoz, es buena. En su forma de redactar y en las ideas que plasma tanto en su obra como en sus artículos. Ha hecho en poco tiempo lo que muchos aspirantes a escritores no completan en toda una vida: leer mucho, leer a los maestros y aprender de ellos. Sin leer (bien) no se puede escribir (bien). Ella cita como influencias a Carmen Martín Gaite, Ana María Matute, Virginia Woolf, Clarice Lispector y Natalia Ginzburg, entre otras. Las ha digerido, doy fe.
Y ahora hablemos de literatura. Es un decir (2014), su novela más reciente, está protagonizada por Mariela, una niña que acaba de perder a su padre en el contexto sociopolítico de la posguerra en una pequeña localidad española. Mariela pasa por esa etapa en la que nadie le habla claro, pero ella tiene los ojos y los oídos muy abiertos para captar los comentarios que se escapan en las conversaciones de los adultos, detalles que le permiten reconstruir lo que le ocurrió a su padre y, con ello, la historia de su familia, de esa madre que calla y de esa abuela que guarda un secreto inconfesable. Mariela crece, se enamora, tropieza y se levanta en un entorno hostil mientras trata de encontrar su sitio en este mundo de verdades a medias.
Jenn Díaz pone voz a Mariela (y a alguien más) en una primera persona introspectiva, elegante y cercana que fluye con agilidad, impregnada del suave sentido del humor de una muchacha que se expresa con la naturalidad propia de su edad. También es muy hábil con el monólogo interior, como demuestra en la segunda parte, un texto en el que da rienda suelta a oraciones llenas de ramificaciones; todo un torrente de palabras que brota directo de las entrañas del personaje. Cuando un autor principiante se propone escribir con esta ambición, corre el riesgo de caer en la palabrería y la falsa afectación, aquello de pretender ser más de lo que se es. No es el caso de Jenn Díaz: sus letras, además de exuberantes, están llenas de contenidos. Es ahí, en la unión de forma y significado, donde nace la literatura, y ella lo sabe.
Cambiando de tercio, Es un decir ofrece una mirada sórdida sobre la infancia, dado que no evita los asuntos conflictivos (han matado a su padre) ni los convierte en fuente de sentimentalismo complaciente. Mariela se explica con crudeza, aunque sus palabras también desprenden una ternura involuntaria, la ternura que esta fase de descubrimiento inspira en el lector a pesar de que los hechos tengan poco de «tiernos». La obra gira alrededor de este relato de iniciación de Mariela, por eso me parece una novela de un personaje, puesto que el rompecabezas de sus allegados se subordina al modo en el que ella lo recompone y lo hace suyo. Los secundarios, con la notable excepción de la abuela, resultan quizá demasiado esquemáticos (por ejemplo, Tico: creo que su relación con Mariela se podría haber desarrollado más).
Por otra parte, la recreación del pueblo, la escritura poética y el entramado familiar me recordaron un poco a Cielos de barro (2000), de Dulce Chacón. La autora ya se decantó por este tipo de espacio en sus primeros libros, Belfondo (2011) y El duelo y la fiesta (2012), y, según comenta en una entrevista reciente para Rick’s Magazine, se inspira en la localidad de su abuela, donde pasaba los veranos, porque le resulta «infinitamente más interesante, inabarcable» que la ciudad cosmopolita. Quizá este atractivo se debe a lo próximo del municipio, a esa red de relaciones cerradas que conforman los vecinos y que tanto influye en Mariela, ya que aprende a partir de lo que le cuentan, de lo que escucha; y con el recuerdo muy vivo de la guerra, que acrecienta la tensión y los secretos. Sin embargo, este ambiente tiene el inconveniente de condensar muchas incógnitas en una misma familia, lo que le da unos tintes dramáticos con los que, como lectora, no conecto del todo.
Jenn Díaz
En fin, así es Jenn Díaz: savia fresca, pero con las propiedades del realismo intimista de siempre. Termino con un comentario que es a la vez una crítica y un halago: me he quedado con ganas de leerla en un registro de mayores dimensiones, una novela más extensa, rica en los retratos psicológicos y las subtramas, y no tan centrada en un único personaje y una única etapa de su vida. Crítica, porque, pese a todos los aciertos de Es un decir, en algunos aspectos tal vez sabe a poco (la tercera parte me pareció un tanto apresurada, como si tuviera prisa por acabar y no desplegara lo suficiente todo lo que la protagonista averigua). Halago, porque imaginar una obra más compleja en manos de esta autora implica que pienso que no le falta capacidad para llevar a cabo ese reto. Solo necesita tiempo y confianza, así que espero que esa mariposa vuele alto y se llene de color para poder seguir disfrutando de la prosa de Jenn Díaz en el futuro.

17 comentarios :

  1. Me quedo con que, más que el haber publicado varias novelas tan joven, es una autora con calidad. Sobre el libro me voy a quedar con esa confianza que tienes de que después de su lectura, Jenn Díaz puede dar el salto a una historia más extensa y compleja. Tiempo tiene, y la confianza hay que presuponerla.

    Y por supuesto, me "llevo" el libro.

    Gracias!

    ResponderEliminar
  2. Ma le llevo apuntada, que me ha producido mucha curiosidad, besotes

    ResponderEliminar
  3. @Ana Blasfuemia. Sí, Jenn Díaz es buena. Con leer algún texto de su blog (enlazado al comienzo de la reseña, en su nombre) ya se nota que sabe escribir. Creo que disfrutarás mucho de "Es un decir".

    @Susana Palacios. Merece la pena, ya lo verás :).

    ResponderEliminar
  4. Conozco alguna obra de la autora pero no he leído ninguna, con tu reseña de hoy me ha picado la curiosidad de leerme algo de ella, si no la novela de esta entrada, alguna de sus anteriores. Un saludo

    ResponderEliminar
  5. Jenn Diaz es buena escritora... y guapa también: genio y figura ;)

    ResponderEliminar
  6. Hace ya unos ocho meses, aproximadamente , tuve el honor de conocerla en persona, en una charla organizada por una pequeña librería de Barcelona, junto a Alejandro Palomas y Iolanda Batallé, me cautivó su proximidad, su expresión, su sinceridad.... Y sí, quiero leerla, y tras leer tu opinión, quiero leerla ya.
    Muchas gracias por tu reseña.
    Besos

    ResponderEliminar
  7. @Maidafeni. También hablan muy bien de "Belfondo", su primera novela, y "Mujer sin hijo", publicada hace unos meses. Tengo ganas de leer más cosas suyas.

    @Alonso Barán. Me alegro de encontrar a otro seguidor de Jenn Díaz :).

    ResponderEliminar
  8. @Cristina_Roes. Estoy segura de que vas a disfrutar mucho de "Es un decir". Por cierto, has citado a dos autores a los que también me apetece mucho leer. Ay, el tiempo (y el bolsillo).

    ResponderEliminar
  9. Ésta era una de las novedades de Lumen a las que había echado el ojo, así que me alegro mucho de que hayas traído tan pronto la reseña:)
    Seguro que todo el mundo destaca su juventud, pero coincido contigo en que tener cuatro novelas publicadas a los 25 años no es algo que se pueda pasar por alto.
    En cuanto a la obra en sí, me parece muy interesante ver la posguerra desde la perspectiva de una niña y sobre todo el que sea intimista. Siempre me ha parecido difícil utilizar la primera persona cuando el que habla es un niño, puede resultar poco increíble si no se tiene cuidado, así que me apetece mucho ver como maneja esos monólogos interiores que destacas.
    1beso:)

    ResponderEliminar
  10. @Elena:). Eso lo borda: una voz infantil natural, fresca; y a la vez con ese punto arisco por la forma violenta en la que ha tenido que crecer. Está muy bien.

    ResponderEliminar
  11. No conocía a la autora. Y me has dejado con ganas de probar con esta novela.
    Besotes!!!

    ResponderEliminar
  12. Impresionante reseña, te felicito.
    Me has atrapado completamente, y me temo que ya es hora de que lea a esta escritora. Impresionante que alguien tan joven consiga esto, pero algunas veces sucede.
    Gracias por permitirnos concoerla

    ResponderEliminar
  13. @Margari. A mí me ha gustado mucho descubrir a una nueva voz de la literatura española. La mayoría de autores jóvenes que conozco prefieren otros géneros (romántica, fantasía...) y se agradece mucho encontrar a una con ese gusto por el realismo, tan menospreciado actualmente, pero que ha dado tantas alegrías.

    @Rustis. Gracias a ti por leerme y comentar :). Y sí, lo de Jenn Díaz es impresionante. No me gusta halagar a un autor por el simple hecho de ser joven, pero es que, insisto, además de joven es buena. Y eso no se encuentra todos los días. Tendrá una gran carrera, estoy segura.

    ResponderEliminar
  14. Me la llevo. CReo que va a gustarme esta historia y si le encuentras similitudes con Cielos de Barro de Dulce, tengo garantizado que me gustará el estilo.

    Bs.

    ResponderEliminar
  15. @Ángela León. Bueno, tengo que decir que las tramas son completamente diferentes; ha sido más una sensación por el ambiente de pueblo, la escritura de buen nivel, la brevedad, etc. Creo que se situarían en la misma tradición realista/costumbrista.

    ResponderEliminar
  16. Recién llegado a mis manos! Quiero leerlo mañana porque la semana que viene quizás esté con la autora. Así que paso de puntillas por tu reseña para leerlo in albis. Besos

    ResponderEliminar
  17. @Marisa G. ¡Que lo disfrutes! Y luego cuéntanos qué te ha parecido :).

    ResponderEliminar

LinkWithin

Related Posts with Thumbnails