11 octubre 2013

La traducción del título



Ya he hablado alguna que otra vez de lo importante que es la presentación de un libro, a saber: el título, la cubierta y la sinopsis. Esta vez reflexionaré sobre el primer punto y, en concreto, sobre los títulos traducidos de un idioma extranjero. Suelen ser fieles al original, pero hay excepciones. Las posibilidades se dividen en los siguientes apartados:

1) Títulos que traducen fielmente el original. La situación más frecuente y probablemente la que preferimos todos; no necesita más explicación.
2) Títulos diferentes (pero peores) que el original. La segunda opción consiste en cambiar el título, algo que hace que algunos lectores se lleven las manos a la cabeza porque consideran que no se ha «respetado» la esencia del libro. Yo no estoy del todo de acuerdo con este argumento, pero no negaré que hay auténticos destrozos por este motivo, bien porque el nuevo título vende el libro como lo que no es, bien porque el original era a todas luces mejor.
  • Something Borrowed y Something Blue - ¿Me lo prestas? y El viaje de Darcy, de Emily Giffin. Se pierde la gracia del Algo prestado y Algo azul; y, además, los nuevos títulos no dan pistas sobre el hecho de que el segundo es una especie de spin-off del primero (quizá esto último lo hicieron a propósito, quién sabe). Por si fuera poco, El viaje de Darcy en particular me parece bastante soso.
  • In the Company of the CourtesanLa cortesana, de Sarah Dunant. El título en castellano sugiere que estamos ante una novela histórica sobre la vida de una cortesana. Sin embargo, eso no es del todo exacto, porque el protagonismo de la trama recae en el enano que la acompaña. Cuando la leí me sentí decepcionada porque esperaba otra cosa; de ahí que no lo considere un buen título, en este caso por ser menos fiel al contenido.
  • MockingjayL’ocell de la revolta (traducción catalana de Sinsajo), de Suzanne Collins. Para que los no catalanoparlantes se sitúen, es como si se hubiera titulado Sinsajo como El pájaro de la revuelta. Por lógica, el título del tercer libro tendría que haber sido Muntagarlaire, el nombre del pájaro, que no negaré que es un palabro de narices, pero un palabro al que el lector ya se había acostumbrado en los dos primeros volúmenes de la trilogía y que tiene un significado en la novela (además, para mi gusto es una palabra preciosa).
3) Títulos diferentes (y mejores) que el original. Lo que diré va a parecer un sacrilegio, pero en algunos casos el libro sale ganando con un nuevo título. Tengo presente que la obra que escribe el autor no es un producto acabado, sino que debe perfeccionarse durante el proceso editorial, donde se incluyen las posibles sugerencias del editor para cambiar el título. Lo mismo ocurre cuando un libro se traduce: tal vez el título original deja bastante que desear o no encaja con la imagen que se quiere proyectar del libro, por eso hay que buscar otro.
  • Haunting Jasmine - La librería de las nuevas oportunidades, de Anjali Banerjee. Acechando a Jasmine, aparte de ser un gerundio horroroso, no nos diría absolutamente nada del libro. En cambio, La librería de las nuevas oportunidades transmite una idea clara, atractiva y… fiel al contenido. En la reseña ya comenté lo mucho que ha ganado este libro con el cambio de look, que también incluye una cubierta muy diferente.
  • Gillespie and I - La verdad de la señorita Harriet, de Jane Harris. Gillespie y yo hubiera sido un título sosísimo porque pierde la gracia del sonido de las terminaciones inglesas. La verdad de la señorita Harriet no es que me parezca un título especialmente bueno, pero sin duda está mejor para el público castellanoparlante y no deja de ser fiel al argumento.
  • An Unnecessary WomanLa mujer de papel, de Rabih Alameddine. Una mujer innecesaria no estaría mal, pero, si tenemos en cuenta el argumento (una anciana que lee, lee y lee), la referencia al papel, acompañada de una cubierta llena de libros, resulta mucho más llamativa. Nos gustan los libros que hablan de libros y esta presentación es un mensaje que nos avisa de que aquí tenemos uno.
4. Títulos diferentes porque el original es imposible de traducir. No hay que olvidar que algunos títulos no se pueden traducir de forma fiel por las particularidades de la construcción y el vocabulario de cada lengua; la traducción es un asunto mucho más complejo que buscar las palabras en un diccionario bilingüe.
  • LighthousekeepingLa niña del faro, de Jeanette Winterson. El inglés se lo puede permitir, pero en castellano un hipotético título El cuidado del faro, Manteniendo el faro y traducciones parecidas sería muy deslucido. La niña del faro suena sencillo y bonito, y es fiel al libro.
  • The Undomestic GoddessLa reina de la casa, de Sophie Kinsella. El título en castellano pierde el matiz de que la protagonista es la reina de las torpes en las tareas del hogar, pero no había otra: inventar la palabra «antidoméstica» no hubiera quedado tan bien como en inglés.
  • Dreams of JoySueños de felicidad, de Lisa See (segunda parte de Dos chicas de Shanghai). Quien no haya leído ninguno de estos dos libros pensará que es una traducción fiel perfecta, pero hay un dato que tener en cuenta: «Joy» significa felicidad y es, al mismo tiempo, el nombre de la protagonista; por lo tanto, el título original decía más que la traducción. Un ejemplo en el que resultaba inevitable perder el doble significado por las características de cada lengua.

10 comentarios :

  1. En mi experiencia como traductor he visto prácticamente todos los casos de los que hablas. A veces (solo a veces) me piden consejo sobre el título, pero siempre es algo que decide la editorial. El caso que más me llamó la atención fue con Versátil, cuando me encargaron traducir la primera parte de la saga de Carolyn MacCullough, titulada en el original Once a witch... Me preguntaron y dije que lo traduciría tal cual, es decir: Bruja una vez..., pero la editorial se decidió por El Clan Greene. Luego salió la segunda parte, cuyo título hacía juego con el de la primera: Always a witch. Con el título que eligió la editorial se perdió la gracia de la versión original.

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  2. Que entrada más interesante!!pasa igual con las películas, a veces los cambios son aciertos otras errores garrafales!!besotes y buen finde

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  3. Son cosas que todos llegamos a pensar, tanto con libros como con películas, y coincido en todos los puntos. Muy buen análisis ;o)
    Besotes traducidos.

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  4. Buena enumeración de casos. No es algo exclusivo de la literatura, que en el cine lían también cada una...

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  5. Muy cierto , me ha encantado , al hacer entradas de biografias de autores extranjeros, y decir sus libros a veces es complicado ya que no los encuentras en español con ese nombre si no con otro y es un rollo , y es verdad que cuando se traduje no queda bien.

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  6. En mi blog comenté en su día lo mal que me pareció la traducción del título de "A Short History of Tractors in Ukrainian". Con lo evocador que es, y en español se quedó con el folletinesco "Los amores de Nikolai". A veces cuesta entender este tipo de decisiones editoriales...

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  7. Con esta entrada has tocado mi tema sensible jeje y es que me fastidia mucho cuando las traducciones están mal hechas y pierde la gracia del original... Pasa mucho cuando ves películas subtituladas, me pongo nerviosa solo de ver las traducciones (algunas muy acertadas y otras no tanto, como has dicho) y oír el original al mismo tiempo. A veces me da rabia leer todo en castellano por la pereza de no leer en otro idioma pensando que podría estar perdiéndome esos pequeños matices que a veces son imposibles de traducir. Si pasa con los títulos, prefiero no imaginarme lo que uno se pierde en 200 pag. de novela...

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  8. En nuestra opinión, la traducción de los títulos tendría que ser lo más parecido al original. Y si es difícil de traducir, buscar algo que se parezca lo más posible.

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  9. Me ha gustado este post, en el que tienes mucha razón. De todas formas, como escritora (bueno, creo que aún me queda grande) me daría bastante rabia que me cambiasen los títulos, pues es algo que suelo pensar bastante, aunque sean sencillos; pero sí estoy abierta a consejos y opiniones, los cuales agradezco.

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  10. Yo soy de las que piensan que la traducción del título tendría que ser casi exacta, si no exacta, al original. Es que a veces... uffff, te ponen cada cosa. Pero reconozco que hay veces que es imposible de traducir, en este caso, me gustaría que fuera lo más cercano posible a lo que nos encontraremos en el libro.

    BESOTES

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