Edición: Impedimenta, 2013 (publicado por primera
vez en 1938)
Páginas: 464
ISBN: 9788415578024
Precio: 22,75 € (e-book: 10,99 €)
Cuando hablamos
de libros, tenemos tendencia a polarizar entre la alta literatura y las novelas
de consumo fácil (con Dan Brown a la cabeza), como si en el medio no existiera
una amplia escala de niveles en la que sospecho que nos movemos la mayoría de
lectores asiduos, un término medio compuesto por libros de lectura asequible
pero con mucha más sustancia que los best-sellers
de hoy en día. La segunda vida de Viola
Wither (1938), la recuperación con la que la editorial celebra su primer
centenario de títulos, me parece un buen ejemplo de ello. Hija de un médico con
tendencia a mostrarse violento con su esposa y las mujeres en general, Stella Gibbons (Londres, 1902-1989) creció marcada por esta infancia difícil, recibió
la educación femenina propia de la época y más tarde estudió Periodismo. Su
obra más importante, La hija de Robert
Poste (1932), obtuvo un éxito inmediato, y lo mismo ocurrió con su reciente
traducción al castellano, que la convirtió en la novela más vendida de la joven
Impedimenta.

La novela
arranca con una escena familiar en casa de los Wither, unas pocas páginas que
bastaron para atraparme por completo incluso antes de la aparición de la
protagonista. Los tintes románticos y
costumbristas, herencia de Jane Austen, están presentes en toda la novela y
dotan de interés una historia que no se limita al manido romance sino que
también explora las relaciones familiares y la capacidad de adaptación a las
nuevas circunstancias, tanto en la protagonista como en algunas secundarias.
Los personajes, aunque no dejan de ser clichés, están bastante bien perfilados
y cumplen con su cometido en la obra. No obstante, lo que de verdad enriquece
esa base de comedia romántica es la capacidad de la autora para desarrollar las
escenas, con unos diálogos inteligentes y chispeantes que se leen con una
sonrisa. La escritura de Gibbons desprende
buen humor y energía, una ironía fina que no está reñida con la crítica social
en la descripción de las fiestas y la caricatura de algunos personajes.
Además, no todo gira
alrededor de esta particular versión del cuento de la Cenicienta: Gibbons también
plasma con pericia una imagen moderna de la mujer, sobre todo
en dos personajes secundarios: Hetty, la prima de Victor Springs, una chica que
no encaja en lo que la buena sociedad espera de una dama; y Tina, la cuñada de
Viola, una solterona que se enamora de un hombre más joven que ella y, para más
inri, de clase humilde. Es en estos temas donde más me ha sorprendido, porque
demuestra que es capaz de armar una novela con tramas secundarias de relevancia
(en algunos momentos Tina adquiere más protagonismo que la propia Viola) y lo
hace con sabiduría, eligiendo asuntos que invitan a la reflexión pese a estar
camuflados por la cortina del humor fino. Cuando comparo los retratos
psicológicos de estos personajes con el rol de la mujer en buena parte de la
novela romántica y erótica actual —cargada de los peores estereotipos—, tengo
la sensación de que la lectura de La
segunda vida de Viola Wither sigue resultando vigente y muy recomendable.
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Stella Gibbons |
En definitiva,
estamos ante una novela de factura clásica, escrita con una narración agradable
y fácil de leer, con diálogos ingeniosos y unos personajes por los que no
cuesta nada sentir empatía (sobre todo los femeninos). Como buena comedia
romántica, en algunos aspectos es predecible, pero no importa porque lo
fundamental está en el camino que toma Gibbons para llevarnos hacia ese desenlace,
un camino eficaz, agudo y lleno de guiños cómicos que en ningún momento pierde
ritmo. Cumple perfectamente los requisitos que he enunciado al comienzo: entretiene y divierte sin ser una simple
novela de usar y tirar. Creo que puede gustar a mucha gente, así que os
animo encarecidamente a descubrir la historia de Viola y compañía.
Enlace de interés:
Artículo de
Robert Saladrigas en La Vanguardia
sobre las diferencias entre Stella Gibbons, heredera de la tradición inglesa
decimonónica, y su contemporánea Virginia Woolf, la gran renovadora de las
reglas de la novela.
La tendre en cuenta, gracias por la reseña, besotes
ResponderEliminarComo leí la Hija de Robert Poste y me gustó calculo que esta también me gustaría. Besos.
ResponderEliminarEn nada cae, seguro ;-)
ResponderEliminarYa la tenía en el estante de c pendientes y leer la reseña me ha puesto los dientes largos...
La tengo entre mis pendientes y con tu reseña sube puestos. A ver cuándo puedo colarlo.
ResponderEliminarBesotes!!!
Una reseña muy interesante! Me anima bastante, porque tengo en casa "Westwood" de la misma autora y seguramente será mi próxima lectura (si no me cuela alguna otra entre medias). Lo tengo desde hace más de un año y no se por qué, lo he ido dejando aparcado. Cuando lo lea me pasaré por aquí para comentarte, por si te apetece encontrarte con la autora otra vez:)
ResponderEliminar1beso!
@Susana Palacios. De nada, es una buena opción :).
ResponderEliminar@Emma Bovary Locaporleer. No he leído "La hija de Robert Poste", pero por los comentarios que he leído parece que los dos tienen en común ese humor fino y crítico. A ver si lo leo.
@Aranzazu Mantilla, @Margari. Yo también lo tuve un tiempo esperando en la estantería y en cuanto lo empecé me atrapó. Recuerdo que la primera hora de lectura fue una experiencia estupenda, no podía parar leer (ni de sonreír).
@Elena:). Sí, cuéntame qué te parece "Westwood", que también tiene muy buena pinta :). Supongo que yo seguiré con "La hija de Robert Poste", que me lo regalaron hace unos meses.
Que bien que te haya gustado! En cuanto acabe la novela que tengo entre manos voy a atacar "La hija de Robert Poste" y le tengo tantísimas ganas a Gibbons. Me han hablado maravillas de ella y ya veo que a ti también te ha conquistado. Espero no decepcionarme...aunque lo veo muy difícil :)
ResponderEliminar@Marie. Supongo que aún lo tendrás mejor para no decepcionarte, al ser su obra más importante :). Ya nos contarás.
ResponderEliminarGracias por la reseña, soy fiel seguidora de los títulos de Impedimenta y de Stella Gibbons por lo que no me la puedo perder.
ResponderEliminar@Silvia. Impedimenta publica libros muy interesantes. No creo que este te defraude :).
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