Edición: Contraseña, 2011 (trad. Pepa
Linares)
Páginas: 136
ISBN: 9788493781866
Precio: 14,60 €
Lise,
una mujer treintañera, toma un avión para ir de vacaciones al sur de Europa.
Nada fuera de lo normal, salvo por su empeño por llamar la atención. Después de
comprar el vestido más estrafalario de las tiendas y de incomodar a las
dependientas de turno, su comportamiento tanto en el aeropuerto como durante el
vuelo parece estudiado para no pasar desapercibida, en la apariencia (los
colores chillones, las combinaciones de estampados imposibles) y en la actitud
(la conversación, el descaro). Mientras que algunos pasajeros huyen despavoridos,
recelosos de esta mujer perturbada, otros le siguen el juego,
quizá porque se sienten solos, quizá porque en el fondo les gusta el riesgo. La
protagonista trama algo, por algún motivo quiere asegurarse de que todos los
que se crucen con ella la recuerden; pero ¿por qué? La narración lo anticipa:
al día siguiente, cuando llegue a su destino, estará muerta.
La
prolífica escritora escocesa Muriel Spark (Edimburgo, 1918 – Florencia, 2006),
especialista en la novela breve y aclamada por títulos como Memento mori
(1959), La plenitud de la señorita Brodie (1961) o Las señoritas de
escasos medios (1963), entre otros, desarrolla en El asiento del conductor (1970)
una suerte de «misterio al revés»: sin revelar más de la cuenta, hace cómplice
al lector de las intenciones de la protagonista. Apenas da información sobre el
pasado de la mujer o las causas de su conducta extravagante; deja que la
conozcamos en tiempo presente, siguiendo su viaje paso a paso, desde el momento
de la adquisición del atuendo hasta el desenlace anunciado, como testigos
privilegiados de la representación de una actriz sobreactuada que va dejando
migas de pan para trazar el camino a los futuros investigadores (y al mundo entero) una
vez se haya convertido en la víctima de un crimen.
El
talento de la autora reside en el dominio de la anticipación. Narra historias
en las que se revela el final de antemano (al menos, una idea acerca de ese
desenlace) y, no obstante, mantiene la tensión. El foco está puesto en los
engranajes de la mente, la psicología de una mujer trastornada, que se va
desvelando de forma progresiva, en los diálogos con personajes peculiares, en
las acciones medidas, en el arte de la manipulación, en el desequilibrio. El misterio, para esta novelista, reside en la mente humana, y de las mujeres en particular: sus sinuosidades, su ambigüedad, su (en
ocasiones) juego sucio. Es una observadora perspicaz, que prefiere insinuar a
través de un gesto antes que desgranar en detalle las cavilaciones de la
protagonista. Todo ello, siempre con el tono de una tragicomedia. Este último es otro
rasgo distintivo de Muriel Spark: un sentido del humor cuando menos macabro. Picardía.
Es capaz de relatar perversidades sin resultar turbia en exceso, gracias a un
estilo afilado e ingenioso, el estilo de una artesana que busca la palabra
justa y además tiene chispa.
Muriel Spark |
Las
novelas de la autora, bajo su aparente ligereza –breves, concisas, de
lenguaje sencillo y comicidad bien entendida, que la hacen accesible para
muchos lectores–, pueden hacer que se tenga la tentación de
infravalorarlas, de tacharlas de literatura menor. En realidad,
ocurre más bien lo contrario: es harto difícil alcanzar este grado de
contención y sutileza en un texto, por no hablar de la naturalidad con que
desliza esas píldoras de humor corrosivo o de su habilidad con los giros
retóricos. Hace que escribir parezca fácil, pero de hecho leemos el fruto de
un largo aprendizaje. Los libros cortos funcionan como un funambulista sobre la
cuerda: son un ejercicio tan delicado como exigente, solo al alcance de un
maestro, y basta un paso equivocado para echarlos a perder. Muriel Spark, por
fortuna, no pierde aplomo en ningún momento. Detrás de El asiento del
conductor hay una escritora brillante.
Me has convencido totalmente. Quiero leerla^^
ResponderEliminarY encima apta para todos los lectores y con humor.
Me has dejado con la intriga.
¡Un saludo!
Es una muy buena escritora, me han dado ganas de ir leyendo toda su obra. Espero que la disfrutes.
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