Edición: Lumen, 2013
Páginas: 160
ISBN: 9788426421371
Precio: 14,90 € (e-book: 4,99 €)
El sentido del humor está infravalorado. En especial, el
que plantea de forma fresca y ligera temas habitualmente asociados a las
mujeres jóvenes, como el que encontramos en el género chick-lit (El diario de
Bridget Jones, Loca por las compras)
o en los cómics de Moderna de pueblo. El hecho de proyectar una trama con
chistes fáciles y un tono liviano suele ser el blanco de los lectores
culturetas, que a menudo tachan la obra de frívola o superficial. No obstante,
yo reivindico el mérito de estos autores, porque hacer reír a mucha gente no es
tarea sencilla y ellos lo consiguen. Además, no pienso que la finalidad de la lectura tenga que ser siempre edificante;
creo en la literatura culta (y me encanta), pero también en las formas de
expresión de entretenimiento puro, que consiguen hacerme pasar un buen rato
cuando necesito desconectar. Esto es exactamente lo que me ha aportado el libro
del que os hablaré hoy.
Los capullos no regalan flores es el segundo
cómic publicado por la periodista Raquel Córcoles (Reus, 1986), más conocida
como Moderna de pueblo, que puso en
marcha su exitoso webcómic en 2011 y actualmente colabora con las revistas Cuore y El Jueves. A pesar de la impresionante acogida que tienen sus tiras
—con cerca de 50.000 seguidores en Twitter, más de 80.000 en Facebook y tres
ediciones del libro en apenas unos meses—, debo reconocer que yo la descubrí
hace poco. En un primer momento tuve algunos prejuicios, porque eso de Moderna
de pueblo puede resultar un poco ofensivo para los que, en efecto, somos de
pueblo; pero mi impresión se quedó en eso, en prejuicio, porque en cuanto
empecé a leer sus viñetas me enganché y me di cuenta de que el nombre no
entraña ningún tipo de burla hacia «el pueblo», sino que más bien caricaturiza
la realidad de una forma que cualquier persona joven entenderá.
Moderna de
pueblo es una chica de pueblo que se trasladó a la ciudad; o, en otras
palabras, una chica que empezó a compartir piso con sus amigas y a moverse en el
ambiente «moderno». El cómic Los capullos
no regalan flores está dedicado a esos chicos que en principio parecían ser
diferentes, legales e interesantes, pero después resultaron ser como todos:
unos capullos que no regalan flores. En algunos artículos lo describen como una
guía femenina anti-hombres, algo con lo que yo no estoy de acuerdo: la autora
recurre a estereotipos de hombres para ilustrar las situaciones que vive la
protagonista, pero no pretende ridiculizar ni criticar a los chicos, sino más
bien caricaturizar la actitud de la
chica que se hace ilusiones y luego descubre que sus esperanzas fueron en
vano. Están, por ejemplo, el capullo cooltureta,
el capullo que regala los oídos a todas o el que solo quiere un rollo de una
noche. Mientras, ella tiene las dudas habituales, charla con sus amigos, se
conecta a Facebook, busca trabajo y vive situaciones propias de una persona
joven. Todo ello, con mucho humor, ironía y autocrítica; su única pretensión es
dar un enfoque divertido a las
relaciones en la sociedad actual.
Con respecto al
estilo de las ilustraciones, disto mucho de ser una experta en la materia, pero
llama la atención el hecho de no dibujar nunca los ojos (las gafas de sol y los
flequillos largos son casi su seña de identidad) y esmerarse mucho en el diseño de las habitaciones y la ropa de los
personajes, algo que seguro que nos gusta a muchas lectoras. Por el
contrario, las figuras son esbeltas y de trazo sencillo, aunque con los rostros
suficientemente expresivos para transmitir lo que quiere en cada momento. Por
lo demás, el cómic está lleno de color,
tanto en las viñetas como en los títulos de cada apartado, algo que potencia
todavía más su carácter desenfadado. Se ha puesto mucho mimo para que el libro
esté cuidado en todos los aspectos (¡hasta en las solapas!) y vaya en sintonía
con el espíritu de Moderna de pueblo. La extensión de 160 páginas me parece
razonable para una publicación de estas características (mucho mejor que las 70
de Let’s Pacheco!, el otro cómic del
que me considero seguidora), ni demasiado corto ni largo en exceso, consigue
dejar con ganas de más y es de un tamaño manejable.
Desde mi punto
de vista, el mérito de Moderna de pueblo no es ser la mejor dibujante ni la
mejor guionista de cómics, sino haber conseguido plasmar sobre el papel esta visión de la juventud actual cargada de
guiños hacia una generación, una visión que conecta con su público potencial
(solo hay que fijarse en la excelente acogida que tienen sus tiras) y que no
está exenta de ese punto de autocrítica, porque, al final, ese mundo
pretendidamente moderno no deja de ser una apariencia. En Los capullos no regalan flores hay viñetas mejores y peores,
chistes que me parecieron fáciles y otros que me hicieron reír a carcajadas, pero
en conjunto mi sensación es muy positiva, me lo he pasado bien leyéndolo y
estoy siguiendo las tiras periódicas de la autora en las redes sociales.
Además, tiene algo que valoro mucho: no
hace falta ser un amante del cómic para disfrutarlo. A veces me apetece
leer (o regalar) un libro divertido y ligero que no sea una novela al uso, y lo
que encuentro destacado en las secciones de cómic son los personajes tradicionales como Mafalda, los superhéroes de turno
y el manga. Los cómics tipo Moderna de pueblo o Let’s Pacheco! están muy bien para ese público no aficionado al
género que busca una lectura evasiva sobre temas cotidianos.
Raquel Córcoles |
En definitiva,
recomiendo Los capullos no regalan flores
a todo el que quiera pasar un rato distraído con esta perspectiva humorística y
desenfadada de las relaciones actuales. Su público potencial son personas
jóvenes, pongamos de entre dieciocho y treinta y cinco años, aunque esto es
solo una simple orientación que no tiene por qué cumplirse. Pese a estar
protagonizado por una chica, incluyo también entre sus lectores a todos los hombres
que sepan reírse de sí mismos (he hecho la prueba de enseñar el cómic a varios
chicos y, creedme, les gustó). Si queréis un pequeño avance para saber si conectáis
con este humor, echad un vistazo al vídeo-tráiler o visitad la web de Moderna
de pueblo. Sin duda, una lectura ideal
para llevarse a la playa… ¡y a cualquier sitio!
Parece estupendo para este verano ;D
ResponderEliminarEste no me lo apunto. Para mi gusto, Moderna de pueblo tira demasiado de tópicos. ¡Saludos!
ResponderEliminar@Cartafol. Sin duda :).
ResponderEliminar@Halcombe. Cierto. De todas formas, a mí me gusta :).
Para mi el humor es fundamental
ResponderEliminar@Pedro. Y para mí.
ResponderEliminarTiene pinta de ser la mar de graciosa!
ResponderEliminarBesotes
@Sandrus. Lo es, lo es.
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