Páginas: 360
ISBN: 9788420423623
Precio: 14,96€
Richelle Mead
La saga juvenil es la que nos ocupa, Vampire Academy (2007), una saga de amor entre vampiros y otras criaturas que ya cuenta con cinco títulos publicados (en España dos) y está teniendo bastante éxito. La frescura de esta autora hace que sus libros se hagan muy amenos y que no tengas la sensación de estar leyendo más de lo mismo pese a pertenecer al mismo género que Crepúsculo, Medianoche y compañía. Estos son los títulos publicados hasta el momento:
1. Vampire Academy (2007) – Vampire Academy (2009)
2. Frostbite (2008) – Sangre azul (2010)
3. Shadow kiss (2008) - Bendecida por la sombra (2011)
4. Blood promise (2009)
5. Spirit bound (2010)
6. Last sacrifice (2010)
Sangre azul
Antes de nada, un pequeño recordatorio de las tres clases de seres que conviven en esta historia para los que no conozcan la primera parte. En primer lugar, tenemos a los moroi, que son vampiros con poderes mágicos pero físicamente débiles para luchar. En segundo lugar, encontramos a los dhampir, mezcla de humanos y vampiros. Los dhampir son fuertes y su función es proteger a los moroi porque su existencia también depende de ellos. Finalmente, hay que mencionar a los strigoi, los vampiros más violentos y peligrosos, los únicos que no mueren nunca.
Para evitar correr riesgos innecesarios, se toma la decisión de trasladar a todos los alumnos de la academia St. Vladimir a una estación de esquí donde estarán más seguros. Allí Rose conoce a Adrian, un misterioso moroi de una de las familias más importantes. Mientras tanto, la joven tiene que soportar sentir cómo su mejor amiga y el novio de ésta mantienen relaciones debido al vínculo que une a las dos chicas. Sin olvidarnos al atractivo Dimitri, el instructor de Rose. Ella sigue prendada de él, pero parece que Dimitri se está empezando a fijar en otra...
¿Qué pasará entre Dimitri y la otra chica?
¿Quién es el misterioso Adrian?
Para saberlo, tendréis que leer el libro.
Personajes inolvidables
Los personajes de esta saga son absolutamente geniales, desde la protagonista hasta el secundario de menor relevancia. Rose es estupenda, como casi todas las protagonistas de carácter fuerte. Sigue siendo igual de espontánea que antes, y el libro narrado desde su punto de vista es muy divertido. De su actuación en Sangre azul hay que destacar que está madurando y se aprecia una evolución en ella, cada vez me cae mejor. Su mejor amiga, Lissa, también me cae bien, aunque en Sangre azul tiene menos protagonismo que en la primera parte. Es una chica dulce y tranquila, que se complementa muy bien con Rose.
Con respecto a los demás personajes, no quiero enrollarme mucho pero sí que quiero decir que me ha gustado que apareciera la madre de Rose. Es un personaje que da mucho juego, y me encanta ver cómo interactúa con Rose. Me gustaría que volviera a aparecer, de hecho tengo la corazonada de que llegará el momento en que su hija tenga que ayudarla. También quiero destacar el personaje de Mia, que en la primera parte era la mala oficial y aquí ha llegado a inspirarme ternura.
Impresiones: una novela juvenil de calidad
Los méritos de esta autora no terminan ahí. Sangre azul, y la saga en general, tiene un planteamiento jugoso y elaborado, con buenas dosis de acción y sin olvidarnos nunca de la parte amorosa. La acción se da sobre todo en la recta final, con una trama bastante imprevisible, pero aun así antes no te aburres porque la forma de narrar de Mead hace que el ritmo no decaiga. En lo relativo al amor, el libro huye de ñoñerías y cursilerías: afortunadamente la protagonista tiene muchas cosas de las que preocuparse y no se dedica únicamente a pensar en Dimitri. Es cierto que la autora se toma la licencia de construir personajes masculinos idealizados, pero al menos son más cañeros que Don Perfecto (también conocido como Edward Cullen). Todos estos puntos favorables se ven mejor si habéis leído otras sagas juveniles románticas y podéis comparar. Hay algunas cuya trama podría haber dado mucho más de sí (Graceling, Marcada), otra que con tanto amor me acabó durmiendo (Temblor), otras que son muy entretenidas pero no aportan nada nuevo (Eternidad, Hush, hush), etc. Vampire Academy les da mil vueltas a todas ellas. Puede que el primer libro parezca más de lo mismo (vampiros, un internado, un chico misterioso…), pero en realidad la saga es una de las mejores dentro de este género.
Centrándome ya en el contenido de Sangre azul, desde el primer momento me ha parecido muy atractivo que al fin aparezcan los strigoi y tengan más peso que en la primera parte. Los strigoi son el terror de dhampir y moroi, y su aparición en este libro no me ha defraudado, aunque espero que sigan saliendo en los siguientes libros (de hecho, me tragué un spoiler bastante fuerte de la tercera parte que tiene que ver con ellos). Además, esta trama se aprovecha para sacar a la luz los problemas de la enseñanza que reciben los moroi, y todo ello me parece muy interesante. El mundo creado por Richelle Mead da más de sí de lo parece en un principio. A propósito de los strigoi, me ha gustado que a la autora no le tiemble el pulso a la hora de cargarse a alguien bueno, y ahí lo dejo. Es uno de los aspectos que más le critiqué a Stephenie Meyer, así que me encanta comprobar que las escritoras que la siguen no la han copiado en este punto.
Otro tema que está bastante bien es el hecho de que Dimitri se empiece a fijar en otra. No olvidemos que Dimitri le saca siete años a Rose, y esto y su condición de dhampir hacen que una relación entre ellos sea imposible. Pues bien, la chica en cuestión es mayor que Rose y además conoce a Dimitri desde hace años, de modo que entre ellos hay una relación de confianza que despierta los celos de nuestra protagonista. Además, esta chica es una persona muy especial, ya veréis por qué. Me gusta que Richelle Mead no haya ido a lo fácil de relacionar a Dimitri con la típica guapa insustancial, como suele suceder con la tercera en discordia de este tipo de libros (si es que hay tercera en discordia… Normalmente las protagonistas son tan divinas que no tienen competencia). Esto es algo que me gusta mucho de esta autora: hace personajes cercanos, humanos, con sus virtudes y defectos, pero sin caer en los estereotipos. Con la evolución de Rose a medida que va madurando también lo hace muy bien, es creíble en todo momento.
Mi valoración: 10/10
Qué buena reseña. Yo estoy deseando leer ya la tercera parte. A mí me spolearon ese final. Rose me gusta mucho, y también Lissa, aunque en la blogosfera no guste este personaje. Me gustó también los momentos con la madre.
ResponderEliminarCada vez está más claro que tendré que leer esta saga!
ResponderEliminarhola,consulta hay segunda generacion de un milagro en un hijo de dimitri y rose... o solo imaginacion de lectores que escriben...
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