08 agosto 2014

Los hábitos lectores en verano



Ignacio Echevarría, en su último artículo para El Cultural, habla de la creencia de que en verano hay más tiempo para leer, pero, no obstante, la lectura compite con muchas actividades, desde las responsabilidades familiares a las salidas de ocio. Añade, además, que existe una aparente contradicción entre esta creencia y la actitud del sector del libro, que cierra por vacaciones y sufre un relajamiento de las exigencias en sus propuestas (por ejemplo, en forma de contenidos más superficiales en los suplementos literarios). Echevarría invita a que, si de verdad en estos meses se leen más libros, se reconsidere el tratamiento dado por parte de la industria para facilitar que el «lector veraniego», el que solo lee en verano, acceda a información de calidad sobre publicaciones notables.

El análisis de Echevarría entronca con algunas ideas que me he planteado en los últimos días. El verano, incluso entre lectores asiduos, se asocia con las lecturas «ligeras», como si, en realidad, no se dispusiera de más tiempo para leer (algo comprensible en personas con cargas familiares o que trabajan durante esta temporada); o como si, aunque se tengan las horas, no se quiera profundizar y se opte por aflojar las exigencias (sin ir más lejos, en mis recientes reseñas de Mouawad y Bakker hubo lectores que comentaron que les parecían interesantes, pero «para el otoño», no para ahora). Esta relación de un tipo de libro con una determinada época del año no es ninguna tontería: el cambio de hábitos (lectores y de todo en general) existe, y se ve potenciado por el marketing de las grandes editoriales, que trabaja con el concepto de «novela veraniega» para influir en los deseos del lector (¿a alguien le sorprende que muchas novelas de bolsillo y colecciones a bajo coste se editen en junio?).

Con todo, leer en verano, para algunos, no es sinónimo de «leer ligero». En las últimas semanas he leído a Jane Austen, Clarice Lispector, Junichirō Tanizaki y Virginia Woolf, y en breve espero empezar La Regenta, de Clarín. En veranos pasados leí, entre otros, a Marcel Proust, Lev N. Tolstói, Jonathan Franzen, David Grossman y Alice Munro. Sé que no soy la única que aprovecha estos meses para reducir las lagunas lectoras: el clásico o el autor importante es otro reclamo para este periodo, porque el tiempo libre permite una concentración que puede ser difícil de lograr con el horario ocupado. Y, sin embargo, estos libros lo tienen difícil para figurar en los suplementos y en los boletines editoriales. La reconsideración sugerida por Echevarría, a la que me sumo, podría ampliar la oferta, dar cabida a la diversidad de costumbres lectoras y, en definitiva, sentar las bases para que no solo se venda como «veraniego» lo liviano, ni para al lector ocasional ni, insisto, para el asiduo, que también es el objetivo del mensaje.

Nota: si alguien sabe quién es el autor de la ilustración, le agradecería que me lo comunicara para añadir el dato.

38 comentarios :

  1. Soy estudiante, así que tengo un verano muy largo con tiempo para todo. Para mí no es lo mismo leer en la playa, en un camping, de viaje o en casa, por lo que escojo mi lectura en función de ello. A veces escojo mal, como este verano, que me pasé una semana sin leer. El resto del tiempo leí a Elizabeth von Arnim, D.E. Stevenson, Thomas Hardy, Christopher Morley, Moderna de Pueblo...
    Estoy de acuerdo contigo, creo que habría que ampliar más la oferta, pero al final es todo marketing: por el día de la madre recomiendan libros de madres, y en Navidad libros invernales... De todas formas, creo que desde el sector del libro casi siempre se tiende a promocionar la lectura ligera, ya que es la que más se consume.

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    1. Es un tema complicado. La lectura ligera es la que más se consume, sí, pero ¿la industria -editoriales, periódicos, etc.- no podría hacer nada para promover otro tipo de literatura? Sé que no es tan sencillo como ponerse a promocionar a tope las novelas más "complejas", pero algo más podrían hacer, creo yo.

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  2. Yo es que voy al reves del mundo: en verano elijo cosas mas duras, algun ruso o novelas densas que en otras epocas en las que tengo menos tiempo no me apetece leer. Y otros años, como este, no leo tanto en verano. Y es que precisamente la perdida de las rutinas es lo que hace bajar el ritmo a los lectores habituales. Para los que solo leen en vacaciones entiendo el razonamiento, auqnue cada persona es un mundo. Y creo, como tu, que se deberia aprovechar para conseguir mas lectores asiduos y menos estacionales. Besos

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    1. El tema es digno de estudio: se da por hecho que en verano se lee más, pero, por lo que comentas, en tu caso (y seguramente en otros) ocurre todo lo contrario. Hay que modificar esas ideas preconcebidas que tenemos sobre las vacaciones y los hábitos de lectura.

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  3. Yo soy de las que aprovecha el verano para quitarse los tochos de la lista de pendientes, aunque este verano no sé que me está pasando que he tirado hacia los ligeros. Eso sí, prefiero leer clásicos con el frío. Estas cosas no sé si tienen alguna explicación sociológica, pero conozco bastantes lectores que buscan lecturas densas porque durante el curso lectivo no pueden concentrarse en ellas (como mi madre) y gente que prefiere leer libros muy cortitos y muchos.
    También creo que deberían ampliar la oferta, aunque claro, las librerías cierran en agosto (al menos las pequeñas), la gente se va y no quiere llevarse un tocho en el bolso para las vacaciones y etc... las editoriales son una empresa y quieren vender así que no van a arriesgar su capital en ofrecer ofertas que no todos los lectores habituales podrán comprar, cuando si lo hacen en setiembre las ventas serán mayores. La pela es la pela...
    ¡Un beso!

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    1. En el caso de librerías y editoriales, el relajamiento es comprensible, pero no tengo claro que en la prensa también lo sea. Este sector ha cambiado mucho con los aparatos tecnológicos (ahora, aunque se esté de vacaciones, no se "desconecta" como antes), por lo que el público puede acceder a los contenidos digitales igual o incluso más que durante el resto del año, por eso es una lástima que se encuentren tantos artículos superficiales y cargados de tópicos veraniegos.

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  4. Siento decir que, a pesar de ser lectora asidua, consumo libros "veraniegos", es decir, ligeros. Lo hago porque leo mucho más al aire libre donde hay ruido, voces, gente que va y viene y me distraigo con más facilidad, además del calor. El resto del año, leo más en casa, con la mantita y en el sofá, tranquila, con música de fondo y más concentrada. Creo que, en mi caso, es esto lo que me hace elegir lecturas ligeras para el verano, si es que voy a estar tiempo fuera de casa, claro. Sin embargo, estoy de acuerdo con que no tendría por qué ser, no debería ser una norma sino algo que dependa de la situación de cada cual. Abrazos.

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    1. No tienes por qué sentirlo, mujer, que cada uno lee lo que quiere :). No pretendo inculcar la lectura más literaria, sino deshacer el tópico, abrir la concepción de lo que consideramos "veraniego".

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    2. Y llevas razón; no todo tiene que ser "ligero", a veces nos dejamos llevar por la tónica general y no nos planteamos otra posibilidad. Es bueno abrir otros caminos, ;D. Abrazos.

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  5. Yo no entiendo eso de leer segun que libro dependiendo de la estacion del año. Yo elijo las lecturas dependiendo de lo que me apetezca en el momento y no tiene nada que ver si el libro en cuestion lo voy a leer debajo del aire acondicionado o debajo de una manta. En cuanto a que en verano se lee mas... pues en mi caso ni mas ni menos. Creo que leo lo mismo sea la epoca del año que sea porque siempre estoy buscando un hueco para coger el libro sobre todo si me tiene enganchada.

    Saludos

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    1. Yo sí que lo entiendo, sobre todo por las distracciones que puede haber en la playa o en cualquier sitio público. Es difícil que la concentración sea la misma que en casa, tranquilo y a solas; aunque supongo que (como todo) es algo que depende de cada lector.

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  6. Admito que más que fijarme en si son lecturas ligeras o no, lo que me fijo es en el grosor del libro. Que si tengo que meter un buen tocho en la bolsa de la playa, luego la espalda pasa factura...Así que procuro coger libros cortitos. Y en verano suelo leer menos. Que con mi hija a tiempo completo, hay menos tiempo para leer. Pero siempre se saca una sus huequecillos.
    Besotes!!!

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    1. Creo que los padres sois el ejemplo perfecto de que en verano no siempre se tiene tanto tiempo para la lectura; y también entiendo que para la playa es mejor un libro corto.

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  7. Soy de otro pais, asi que mis vacaciones de mitad de año rara vez pasan de un mes y no considero lecturas "para el verano" porque aqui técnicamente no existen las estaciones. Por otro lado, yo siempre leo todo el año sin discusión, sean las fechas que sean :)

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    1. En eso último creo que todos estamos de acuerdo: el lector de verdad lee siempre, aunque tenga que esforzarse para sacar tiempo :).

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  8. Lo cierto es que aunque en verano tengo más tiempo libre esto no es sinónimo de más tiempo para leer, porque, es cierto, hay más actividades, más salidas, quedadas... Además donde vivo hace muuuucho calor y eso sí repercute en mi concentración a la hora de leer, así que me encuentro con poca disposición mental para libros más profundos, pero renegando de lecturas ligeras porque no encajan con lo que quiero leer... En fin, un lío que me hago yo sola... :)

    Besos!

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    1. Je, je, a mí el calor me afecta para otras actividades; por suerte, para la lectura todavía no :). Un poco de ventilador y listo.

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  9. Interesante tema! La verdad es que yo, más que elegir por género o extensión, prefiero los depresivos en el invierno y los alegres en el verano. Supongo que va a acorde a mis cambios de ánimo estacionales.
    Ahora bien, soy de las personas que leen más cuando están estresadas. Pareciera que entre más relajada y con tiempo libre estoy, menos leo. O tal vez no leo menos, pero no hay tanta variación con mi ritmo normal de lecturas.
    Lo que sí, para el verano me fijo del lugar donde estaré para escoger los libros. Prefiero los livianos (en todo el sentido de la palabra) para ir a la playa, y densos para leer en el campo. Si estoy en mi casa, da lo mismo, jajaja.
    En fin, me encanta esta magia de internet de poder hablar de la lectura en verano cuando a este lado del mundo estamos en pleno invierno!
    saludos :)

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    1. Yo creo que cuando estamos estresados leemos más porque sabemos aprovechar mejor el tiempo y valoramos mucho los ratos que podemos dedicar a la lectura.

      Qué envidia me das con el invierno; aquí ahora mismo hace un calor insoportable :).

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  10. No sé quién decía que el verano es la estación ligera, y que inconscientemente cualquier cosa que asociemos a él se convierte en rápida, sencilla y superficial (amor de verano, por decir un ejemplo). Me parece lógico: te vas a la playa, lees un rato pero después te bañas, lees otro rato y te echas crema. No sé, tanta interrupción no parece que invite mucho a la lectura sesuda.


    Coincido con lo que dices y lo que comentan más arriba. Los habituales nos mantenemos en los mismos términos. Tradicionalmente siempre he intentado leer a los clásicos porque tenía más tiempo por las vacaciones. Ahora me pasa lo contrario. Tengo más trabajo, más obligaciones y leo "más ligero".

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    1. Me temo que la publicidad también ha sido muy importante a la hora de construir esa imagen del verano, ya no solo la publicidad de libros, sino toda en general: playa, viajes, relax... Todo nos empuja a lo mismo, a desconectar y a mandar el espíritu crítico de vacaciones.

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  11. No me afecta mucho la estación al elegir lecturas, pero si creo que en verano me doy más permiso con la novela negra y me dejo leer varias del tirón. El resto del año me las distribuyo más entre otras lecturas.

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    1. El caso de la novela negra es peculiar. De entrada, parece "veraniego" por la intriga y demás, pero hay algunas tan complejas que no pueden reducirse a eso.

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  12. Yo normalmente he dejado siempre las lecturas tocho para el verano, ya que hasta ahora siempre he dispuesto de más tiempo para leer. Sí que es verdad que me leo tochos en otras épocas del año pero estoy más ocupada con lo cual siempre leo cosas intermedias o ligeras.

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    1. Sí, es muy común (y perfectamente comprensible) lo de reservar los libros largos para las vacaciones. Yo también suelo hacerlo.

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  13. Es cierto que el verano se asocia a lecturas ligeras, pero en mi caso, por ejemplo, este verano me he retado a leer clásicos y otros libros en inglés; para gustos los colores :$.
    Muchos besos desde Lecturas Silenciosas ♥.

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  14. Es un tema curioso; yo cuando alguien dice que se deja las lecturas ligeritas para el verano nunca lo entiendo muy bien. Parece que es algo generalizado, y lo lógico sería que estando de vacaciones uno tuviera más tiempo para embarcarse en novelas más complicadas. En mi caso leo en cada momento lo que me apetece, sin tener muy en cuenta la época del año. Aunque sí que puede que para vacaciones me deje los más largos.
    Saludos!!

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  15. Pues yo sonreía mientras te leía porque a mí me ocurre. No sé si tiene alguna explicación desde el punto de vista psicológico o sociológico, pero yo no me animaría a leer a Victor Hugo en pleno mes de agosto, y sí lo haría en Navidad. ¿Por qué? Ni idea. No es que diga "Uy, este autor pega más en Octubre". Es que realmente, en verano me apetece leer cosas más ligeritas, pero ya te digo, ni yo sabría decirte por qué.
    Besos.

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    1. Yo, en cambio, sí que podría, para poder leerlo durante horas y horas, cosa difícil durante el resto del año.

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  16. ¿Cambio los hábitos literarios en verano? Definitivamente, sí. ¿Cambio el tipo de libros que leo? La verdad es que no. La cuestión es, más que nada, que el tiempo que más dedico a la lectura es el que paso en el transporte público en los trayectos casa-trabajo-casa. Que es mucho. En vacaciones me falta tiempo, entre tanto salir y salir y salir. Pero cuando me pongo a leer me da igual la temperatura o el lugar, porque leo lo que me apetece, incluso poesía.
    Besucos.

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    1. Buen ejemplo de que en verano también se puede dar el caso de tener menos tiempo. Estoy segura de que mucho de lo que se lee es en esos ratos muertos en el transporte público (aunque a veces parece que los aparatos electrónicos les ganan por goleada...).

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  17. En verano no leo. Acabo de concluir quince días de vacaciones y en esos días solo he leído una biografía (la que acaba de publicar EsPop sobre Jim Thompson y un puñado de cómics). No sé si se debe a mi trabajo, pero en vacaciones desconecto de libros, literatura, blogs, autores, sagas, libros que aparecerán, etc., y me dedico más a todo aquello que el día a día me impide hacer como verme tres películas seguidas, por ejemplo.

    En vacaciones no soy lector.

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    1. Con todo lo que lees durante el año, me parece comprensible este "descanso" :).

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  18. En mi caso, en verano leo mucho más. Puedo pasarme horas en la playa o en la piscina con el ebook en la mano. Y sobre el género, quizás leo algún libro más de corte más amable con tramas menos complejas que en otras épocas del año. Pero también aprovecho para ponerme al día con novelas pendientes y ahí puede tener cabida de todo, desde clásicos a bestsellers.
    Un beso

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    1. El lector digital es realmente cómodo para las salidas de esta época. Yo espero comprármelo pronto.

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  19. Hola, Rusta.

    El autor de la ilustración es Doug Salati. Te dejo el link para que lo verifiques http://www.dougsalati.com/portfolio/summer-reading/

    Saludos.

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