Edición: Lumen, 2014
Páginas: 200
ISBN: 9788426400482
Precio: 16,90 €
(e-book: 10,99 €)
En
España es prácticamente una desconocida, pero la escritora argentina Selva Almada (Entre Ríos, 1973) ya ha publicado cinco novelas; y la más reciente, Ladrilleros (2013), ha triunfado en su
país, donde la ha consolidado como una voz destacada de la nueva literatura
hispanoamericana. Este último libro ha sido el elegido para empezar a publicar
su obra aquí y es, por tanto, el primero que leo de la autora. En él, Almada recrea
el enfrentamiento entre dos cabezas de
familia, Oscar Tamai y Elvio Miranda, ladrilleros de profesión y naturales
de un pueblo del Litoral argentino en un momento indeterminado de la segunda
mitad del siglo XX. La rivalidad entre los hombres se alarga en el tiempo hasta
alcanzar a sus hijos, conocidos como Pájaro y Marciano, dos jóvenes que al
inicio de la narración yacen tumbados en el suelo, heridos tras la pelea. Con
ellos arranca Ladrilleros.

En
el fondo, Ladrilleros es una crítica del patriarcado, un modelo social
de por sí engañoso, puesto que en la novela se refleja cómo las esposas de
ambos, más discretas, sacan a la familia adelante mientras los hombres pelean y
se gastan el sueldo en los bares. La novela muestra un contraste entre la sencillez
de las mujeres y la vanidad de ellos, como si quisiera decirnos que, a la hora
de verdad, aquello que permite que la vida siga adelante, que todo funcione, es
la cautela, el trabajo silencioso de ellas, a pesar de que la actitud exaltada
de los maridos sea el rasgo más visible e identificativo de cada familia. También
se plasma cómo los valores obsoletos del patriarcado son peligrosos para la
realización personal de los jóvenes, unos chicos de otra generación que aún
arrastran creencias que les impiden vivir en paz, no solo por la enemistad de
sus padres.
Esta
crítica se relaciona con el contexto social, por lo que la recreación de esta
zona de provincias tiene importancia: personajes
de clase obrera, humildes, unas circunstancias que influyen en su
personalidad de varones toscos y féminas luchadoras. El estilo de Almada va
acorde con este ambiente, por eso destaca el rico lenguaje coloquial («chango», «pelotera», «no tiene gollete»), con
el que conforma una escritura precisa que también tiene sus contrastes: de la crudeza
de algunos pasajes (llama la atención, por ejemplo, la narración de las escenas
de sexo, a lo bruto y sin cursiladas) se pasa a la ternura de otros (sobre todo
al referirse a cuestiones de la maternidad y los niños), enfatizada por los
abundantes diminutivos.
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Selva Almada |
En
suma, aunque el nombre de Selva Almada parezca evocar una poesía de tema tranquilo
y apacible, la prosa contundente de esta escritora no entiende de finuras ni
sentimentalismos. Sus letras se arrastran
por el barro, por la mala vida, la sordidez, los insultos, la violencia; un
lugar en el que la vieja ley del más fuerte está a punto de traer consecuencias
nefastas para las dos familias. Siempre es un motivo de alegría encontrar a un
autor que pone voz a los protagonistas de esta parte de la sociedad, los que
representan una de las facetas más ásperas del ser humano; pero, además, la
novela resulta interesante por la frescura que el tono de la narración supone
para el lector español no habituado a la narrativa hispanoamericana. Ampliar
horizontes (literarios) enriquece.
¿Me recuerda un poco a Santiago Rocangliolo? No sé por qué, pero conforme leía la reseña me venía este autor a la mente, que por cierto, me gusta mucho. Igual hay que descubrir a la autora.
ResponderEliminarBesos.
@Mara JSS. No sé decirte, no he leído nada de Rocangliolo; pero desde luego te recomiendo que descubras a Selva Almada :).
ResponderEliminarParece un interesante retrato de la sociedad argentina de provincias.
ResponderEliminar@Agnieszka. Lo es, lo es.
ResponderEliminarMe parece una buena opción para conocer más de la literatura actual argentina. Tomo nota. Abrazos.
ResponderEliminar@Marisa C. Sí. Y ya no solo para conocer la literatura argentina, sino por lo que aporta esta novela por sí misma.
ResponderEliminarMe llamó en cuanto lo vi entre las novedades, pero la literatura hispanoamericana siempre me ha tirado un poco para atrás... No sé si me podría acostumbrar al vocabulario de la zona y disfrutar de la obra.
ResponderEliminarAún así, me parece que la novela merece el intento, así que me la llevo.
1beso:)
No sé si "Ladrilleros" es la mejor toma de contacto con la literatura hispanoamericana, porque te vas a hartar de coloquialismos argentinos. Es una buena novela, eso sí :).
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