Edición: Alba, 2013 (trad. Catalina Martínez
Muñoz)
Páginas: 200
ISBN: 9788484288251
Precio: 19,50 € (e-book: 9,99 €)
Leído en versión original.
Barbara Comyns (1909-1992) forma parte del cada vez
más extenso grupo de escritoras británicas del siglo XX desconocidas para el público
español cuya obra se ha traducido al castellano por primera vez en los últimos
años. En efecto, la editorial Alba, dentro de la colección Rara avis, ha
publicado Y las cucharillas eran de Woolworths (1950; Alba, 2012), su segunda novela, una historia de alto
contenido autobiográfico que muestra la precariedad de Londres durante la Gran
Depresión con un matrimonio de artistas jóvenes como protagonista; y La hija del veterinario (1959; Alba,
2013), su libro más aclamado, una
ficción de tintes góticos que se distancia de esa publicación anterior y ha
recibido halagos de autores como Graham Green, Alan Hollinghurst o Sarah Waters.
La hija del veterinario se
sitúa en el sur de Londres durante la época eduardiana. La narradora, Alice
Rowlands, es una joven que vive bajo el control opresivo de un padre tirano
mientras cuida de su madre enferma. Este ambiente
oscuro se acrecienta por la decoración de la casa, con pieles y restos de
animales, y por la presencia de un loro neurótico a modo de símbolo de la
locura que subyace tras las paredes de un hogar tan sombrío como este. Cuando la
madre muere, el padre la sustituye enseguida por una tabernera ansiosa por
tomar las riendas de la vivienda. Demasiado para una Alice desconsolada que,
además, esconde un secreto: tiene un don
relacionado con lo sobrenatural que no se atreve a desvelar a nadie.

La recreación de este ambiente es otro de sus
grandes aciertos. La voz cándida de Alice, con su suave sentido del humor,
contrasta con los horrores de su alrededor, la muerte, el desamparo, el
desamor, narrados desde una calma nerviosa, consciente de desembocar en un
desenlace turbador y sin embargo no querer inspirar lástima por él. La autora capta
el lado macabro de la realidad y lo plasma con naturalidad, la naturalidad de
una joven que lo asume como cotidiano porque se ha acostumbrado a convivir con
él y porque, en fin, ella misma es peculiar.
Hay escenas escalofriantes, como cuando,
con su esposa todavía viva, el padre avisa a unos hombres para que vengan a
tomarle medidas para construir el ataúd. La tensión no decae; el libro tiene la
extensión perfecta para una obra de estas características.
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Barbara Comyns |
Aunque tanto Y las cucharillas eran de Woolworths como La
hija del veterinario son recomendables, en la segunda se nota que Comyns mejoró
lo que se podría llamar su «conciencia de novelista», es decir, no se basa
tanto en sus vivencias personales, la estructura ya no depende de la forma de
diario de fragmentos cortos y, sobre todo, el conjunto constituye un equilibrio
perfecto de novela gótica breve, heredera de los maestros decimonónicos, con esa
atmosfera lúgubre en la que el horror se mezcla con lo grotesco y se deja
envolver por el aire de extrañeza de la
protagonista. Una propuesta muy interesante, en definitiva.
Muchas cositas tiene esta novela que puede gustarme. Me tientas mucho en esta ocasión.
ResponderEliminarBesotes!!!
@Margari. Espero que te animes a leerla. Es una novela muy bien hecha, muy precisa, con el misterio perfectamente trabajado. Creo que la disfrutarías.
ResponderEliminarPues sí! Realmente resulta interesante lo que nos cuentas. Y me la llevo bien anotada!
ResponderEliminarGracias por tu recomendación.
Besos
@Cristina_Roes. Disfrútala mucho. Creo que de cara al verano es una lectura estupenda.
ResponderEliminarPor el momento lo voy a dejar pasar.
ResponderEliminarSaludos
@Neftis. Bueno, a ver si el próximo que reseñe te llama más la atención.
ResponderEliminarEste va al montón de lecturas apetecibles sin duda. Me gustan las novelas de ambiente gótico, las historias peculiares, los ambientes sombríos, los personajes oscuros... Vamos, que esta será de las mías casi seguro.
ResponderEliminarGracias por la recomendación. Un beso.
@Zazou B. Sí; por los libros que sueles comentar, creo que lo disfrutarás mucho. Esta autora quizá no es de las que más han llamado la atención de esta colección de Alba, pero está muy bien.
ResponderEliminarYa tengo anotada la otra novela y aunque está también me llama la atención, creo que seguiré empezando por la que tenía pendiente, que sino al final la lista se hace interminable (por no decir que ya lo es). De todas maneras, el cambio entre esta y la que comentaste anteriormente parece bastante considerable. Aunque supongo que el estilo seguirá siendo reconocible.
ResponderEliminar1beso:)
@Elena:). Sí, he notado mucho el cambio. Se nota que es su voz (con sus muletillas, como el in any case), pero ha madurado muchísimo en la construcción de la obra. Más ambiciosa, más precisa, más conciencia de querer escribir algo gótico.
ResponderEliminarAcabo de terminar este libro, lo descubrí gracias a tu blog. Me gustó, creo.
ResponderEliminarEstá escrito de una forma preciosa, delicada y tranquila. Me gusta el contraste entre su vida en casa y la vida en la isla. Pero la historia es muy rara; por un lado me gusta, pero por otro... el tema de la levitación aparece en la mitad del libro y no toma importancia hasta el final; me da la sensación de que no viene mucho a cuento. La historia me parecía todo el rato la introducción de un libro más largo. Tenía la esperanza de que se desarrollaran los hilos argumentales, pero finalmente el desenlace no tiene ninguna relación con lo anterior! Definitivamente le viene al pelo estar en la colección Rara Avis jaja. Bueno, es una lectura perfecta para un par de tardes tranquilas. Ligera sin ser simple.
Creo que voy a empezar un blog...
Sí, es cierto que tiene un punto "raro", aunque a mí me pareció que está muy bien como novela breve. El hecho de que tome ese camino tan diferente a lo esperado hace que el final aún resulte más escalofriante, en mi opinión :).
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