Edición: Salamandra, 2013 (trad. Gemma Rovira
Ortega)
Páginas: 352
ISBN: 9788498385496
Precio: 19 € (e-book: 11,99 €)
Leído en versión
original.
Grace McCleen (Gales, 1981) creció en una familia de fundamentalistas cristianos, alejada del ambiente laico hasta que
una profesora la animó a ir a la Universidad de Oxford, donde se licenció en
Filología Inglesa. Este paso, del que se sintió culpable durante años, supuso
una gran apertura para ella. Sin este bagaje vital, su primera novela, Un mundo soñado (Premio Desmond Elliot
2012), nunca habría visto la luz, porque en el personaje ficticio que la
protagoniza se perciben muchos rasgos autobiográficos. McCleen la escribió
durante un largo periodo de convalecencia por una enfermedad, una etapa en la
que también se dedicó a dos obras de publicación posterior, The Professor of Poetry (2013) y The Offering (2016). En estos momentos, Un mundo soñado ya se ha traducido a
diecinueve idiomas, según la web de la autora.

La
novela plantea temas complejos que, no
obstante, quedan «suavizados» por la voz infantil de la narración. Esto es
un acierto y un riesgo a la vez, porque la mirada ingenua aporta ternura y
candidez, sentimientos que inspiran empatía al lector, pero también limita las
posibilidades de desarrollo (al menos, en la forma elegida por McCleen). De
entrada, utiliza una buena idea: una niña que escapa de una realidad hostil
mediante la construcción de un lugar que es, en el fondo, una representación
material de su interior, su fe y sus deseos. El hecho de elaborarlo con
desechos tiene una importante carga simbólica (y recuerda a algunos artistas
posmodernos), dado que Judith crea un mundo esperanzador a partir de lo que se
rechaza de este, detalle que se puede interpretar como una crítica sutil a los
valores de la sociedad, más centrados en los bienes materiales que en los psíquicos.

El
otro frente abierto para Judith es el acoso escolar, inspirado asimismo en la
vida de la escritora. La comunidad de la que procede hace que los niños no la
vean como a una compañera normal (Winterson explica en sus memorias que ella
pasó por lo mismo), y su personalidad soñadora y las referencias a los milagros
empeoran la situación. McCleen recrea la tensión que puede llegar a sentir una
muchacha en este estado, lo que justifica que tenga que encontrar una vía de
escape en su mundo soñado. En este sentido, la elección del nombre de la niña
no me parece casual: la Judith bíblica mata al general del ejército enemigo
después de engañarlo; es un personaje lleno de fuerza que consigue liberarse a
sí misma y a los suyos. La protagonista de esta novela también busca esa
liberación, alcanzada en forma de un intenso
clímax narrativo.
Tal
como se puede constatar, McCleen emplea símbolos y plantea cuestiones de
interés, de modo que esta historia iniciática resulta más rica y sugerente que otros
libros sobre infancias difíciles. Aun así, le falta bastante para ser una obra
redonda, y parte del problema se debe al excesivo
peso de los milagros, un elemento un tanto endeble para sostener el peso de
una trama con tantos temas graves. Sucede lo mismo con las conversaciones
interiores con Dios, un Dios duro y arrogante que da órdenes a Judith. Estos
recursos, aunque se entienden por tener como protagonista a una niña, denotan
quizá una falta de madurez en la planificación, un abuso de lo prodigioso (o de
la desviación mental) que resta seriedad al mensaje. Me he quedado con ganas de
leer a la autora en un registro diferente, sin los trucos de la voz infantil de
por medio.
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Grace McCleen |
El
estilo tampoco convence por esa dificultad de equilibrar la inocencia de Judith
y el trasfondo. Tiene cualidades: capítulos breves y concisos, un tono infantil
fresco y dulce, fragmentos creativos fruto de la imaginación de la protagonista,
etc.; no obstante, la expresión aniñada
en ocasiones roza lo cursi, con «frases bonitas» dignas de las redes
sociales y una cierta tendencia a la repetición. En definitiva, el armazón se
queda corto para la complejidad de los asuntos esbozados. Pese a todo, Un mundo soñado es una propuesta
interesante sobre la soledad y la
opresión en la niñez, el poder de la fe y la fuerza de la mente como vía de
escape; una novela delicada que no responde grandes preguntas, pero las
pone sobre la mesa para invitar a la reflexión.
¡Vaya! Parece una historia bastante inquietante. Me lo apunto en mi lista de futuras lecturas. Un saludo.
ResponderEliminarHe visto el libro en la biblioteca y me llama la atención la historia así que me animaré a leerlo.
ResponderEliminarSaludos!
Me produce mucha intriga, me lo apunto, besotes
ResponderEliminar@La vecina del 5º. Me alegra que te haya llamado la atención. La novela da para algunas reflexiones amenas.
ResponderEliminar@Ginger. Estupendo, ya nos contarás qué te parece :).
@Susana Palacios. Esa combinación de circunstancias adversas, junto con la tierra decorada, es muy sugestiva.
Uff... tengo el libro, no sé muy bien porqué, quiero decir, que lo compré dejándome llevar por algo que ahora no recuerdo. Pero creo que no me esperaba tanta complejidad, o a lo mejor es que la sensación después de leerte es como de una lectura algo asfixiante. Aunque las voces infantiles me gustan, estoy de acuerdo contigo en que no son nada fáciles, sobre todo si todo el libro se apoya en esa voz. El tema del acoso escolar me interesa y también esa opresión de los niños en ambientes religiosos.
ResponderEliminarLo leeré, porque para eso lo tengo, pero me voy un poco confusa entre lo que esperaba del libro y lo que parece me voy a encontrar.
Gracias y un saludo
Creo que esta novela la voy a dejar pasar. No termina de llamarme la atención.
ResponderEliminarUn beso.
No termina de llamarme en esta ocasión, cosa que mi lista de pendientes agradece.
ResponderEliminarBesotes!!!
@Ana Blasfuemia. No es una lectura compleja (el tono es muy asequible); lo que es complejo es el tema, por plantear esta situación difícil. Asfixiante sí que puede resultar, aunque lo compensa con la imaginación de la niña.
ResponderEliminar@Tabuyo, @Margari. Es una novela prescindible. Se lee bien y es una buena opción para intercalar entre novelas más profundas, pero, salvo que interese el tema, no la recomiendo especialmente.
Pues a pesar de que no te ha acabado de convencer, me parece bastante interesante. Reconozco que no he leído nada en lo que la religión o la fe sean los elementos centrales, así que no me importaría nada acercarme a la obra.
ResponderEliminar1beso:)
@Elena:). La verdad es que, aun siendo consciente de que está lejos de ser una gran novela, disfruté mucho de la lectura por todos los detallitos que tiene.
ResponderEliminarAcabo de terminar de leer este libro y me he encontrado con esta reseña que veo que hiciste hace tiempo. Para mí esta novela era totalmente desconocida hasta que me la encontré en la biblioteca y, si bien es cierto que no es redonda (eso es algo difícil de lograr), he pasado buenos ratos con ella.
ResponderEliminarMe ha resultado muy llevadero el tono de la prosa de la autora, aunque no diría que está del todo bien reflejada la forma de expresarse de una niña. También ese modo en que juega con la mente de Judith. Es verdad que, sin haberme llegado a resultar molesto, abusa un poco de ciertas cosas (Dios o los milagros).
No había llegado a profundizar en la biografía de la autora así que me has descubierto aspectos interesantes. Y ya que lo has mencionado, sí que me resultaría curioso ver si su forma de escribir (uno de los aspectos que más me ha gustado) es muy diferente en una historia que no esté enfocada desde un punto de vista infantil.
Besos!
Muchas gracias por animarte a compartir tu opinión del libro aunque hayan pasado varios meses desde que lo reseñé :). A ver si tenemos suerte y podemos descubrir otra faceta de la autora en sus siguientes libros.
Eliminarhola
ResponderEliminar"Judith, la protagonista, tiene diez años y forma parte de una congregación de la que no se especifica el nombre."
ResponderEliminarLos que nacimos dentro de la secta de los testigos de Jehová reconocemos al instante que se refiere a esta religión. Somos relativamente pocos los que, como la autora, logramos salir de allí. Son muchos los traumas con los que tenemos que lidiar para arreglárnoslas entre gente "normal".
Entiendo que no sea de fácil lectura para la mayoría, pero ha sido todo un espejo para mí.
Amé tu reseña, aunque lleve tanto tiempo. La mejor que encontré.
Muchísimas gracias por tu comentario, Stargate. Conociendo como conoces el asunto, me conmueve que mi reseña te haya gustado. Un abrazo.
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