Edición: Lumen, 2014
(trad. Aurora Echevarría)
Páginas: 1152
ISBN: 9788426422439
Precio: 24,90 €
(e-book: 12,99 €)
En
una época en la que los escritores publican una nueva novela cada dos o tres
años, sorprende encontrar a una novelista que marca su propio ritmo, se lo toma
con calma y deja que el mercado sea el que se adapte a ella, no al revés. Este
es el caso de la norteamericana Donna Tartt (Greenwood, Misisipi, 1963), que
debutó en 1992 con El secreto, de
gran éxito internacional. Cuando muchos ya pensaban que se la recordaría como
la autora de una sola obra, en 2002 reapareció con Un juego de niños. Finalmente, tras otros diez años de trabajo, en
2013 vio la luz El jilguero, reciente
Premio Pulitzer, un novelón de más de mil páginas que ya ha vendido un millón
de ejemplares en todo el mundo y se ha ganado el aplauso de los críticos, hasta
el punto de que la faja de la edición española lo presenta como «El primer
clásico del siglo XXI». ¿Publicidad inflada o genio extraordinario? Nada mejor
que comprobarlo por uno mismo.
Niño con cuadro
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El jilguero (1654) |
La
acción arranca con un Theo Decker adulto que nos habla desde la habitación de
un hotel de Ámsterdam. No explica qué hace allí; solo dice que es donde ha
vuelto a soñar con su madre, fallecida hace más de diez años en un atentado terrorista en un museo de Nueva
York. Theo empieza a rememorar su vida a partir de este suceso, acontecido cuando
era un adolescente. Él también estuvo en el lugar de los hechos, pero corrió
mejor suerte y, además de salvarse, rescató
un cuadro, El jilguero (1654),
del pintor holandés Carel Fabritius, discípulo de Rembrandt y maestro de
Vermeer. Entonces Theo desconocía la historia de esta obra y no podía ni
imaginar que ya se había salvado de otra explosión, siglos atrás. Él se limitó
a seguir las indicaciones de un anciano herido que, sin ser apenas consciente de
ello, le cambió la vida.
Theo,
el «niño con calavera» del primer capítulo, se queda huérfano de madre, y sigue
adelante con la obra en la maleta y el recuerdo de una chica pelirroja que vio
justo antes de que todo estallara. Son los movimientos del cuadro los que determinan
el hilo conductor y, a la larga, desembocan en una trama de intriga relacionada con el tráfico de obras de arte. No
obstante, el libro es mucho más que suspense: por encima de todo, El jilguero habla de la naturaleza
humana, de la entrada en la adultez, del paso del tiempo, de lo que regresa y
lo que se pierde para siempre, de la amistad y el amor, de los miedos, los
traumas y los errores, de atreverse a vivir pese a saber que todo termina con
la muerte. ¿Qué tienen las grandes novelas para merecer este calificativo? Hay
un rasgo frecuente que repercute tanto en su valor literario como en la
capacidad de implicar al lector: unos personajes
que atañen, que importan. Theo y sus acompañantes tienen esa fuerza, nacen
de la observación de la calle y no admiten encasillamientos. Ni héroes ni víctimas;
solo son ellos mismos, naturales y perfectamente imperfectos.
Vidas marginales
Como
hizo Dickens en el siglo XIX, Tartt explora los recodos marginales de nuestros tiempos, como una forma de
destapar esos ambientes que las instituciones tienden a ocultar o a tratar con
condescendencia. En este sentido, la apuesta por dos amigos adolescentes
funciona muy bien para llevar el peso de la trama: Theo, el chaval neoyorkino
que se ve forzado a abandonar una existencia ordenada para marcharse a Las
Vegas con su padre; y Boris, un chico que ha vivido mucho, que es de todas
partes y de ninguna, que no se sorprende por nada. Boris, tan astuto, tan
pícaro, me parece uno de los mejores secundarios que he encontrado nunca; sin
él, esta novela perdería la mitad de su poderío (a modo de aperitivo, llama a
Theo «Harry Potter» por las gafas y la ropa de niño bueno).

Theo
y Boris llevan lo que se llama «mala vida», pero al adentrarse en ella se
constatan las contradicciones que la conforman: tienen dignidad («Es muy
distinto, Potter. […] Robar a una persona trabajadora o robar a una empresa
grande y rica que roba a la gente.», pág. 371); devoran libros con fruición
(Dickens, Thoreau, Steinbeck, etc.), en contra de la idea de la cultura
elitista; y el trato con sus progenitores supera el arquetipo de padre
alcohólico pasota, con especial atención a las particularidades de la embriaguez:
la violencia, los arrepentimientos, los intereses. Por supuesto, hay un gran relato de amistad, que va del
descubrimiento adolescente a la diferente conexión entre dos adultos. Aunque
Theo piensa mucho en la chica pelirroja, probablemente la relación más
extraordinaria de El jilguero es la
de su amistad con Boris.
Además,
en Las Vegas está Xandra, un personaje tan divertido como perverso y muy propio
de nuestra época (algo así como la «choni»): cuarentona, soltera, sin hijos,
trabajo precario, ni guapa ni fea, cuida su físico, ropa hortera, malhablada,
indiferente, drogadicta también. El contraste entre ella y los otros dos perfiles
femeninos de su quinta es digno de subrayar: la madre de Theo, que sería el
modelo de mujer moderna sensata, madre y profesional a la vez; y la señora
Barbour, representante de una alta sociedad que no encuentra su encaje en este
imperio de la clase media, una paradoja entre la apariencia opulenta y el
oscuro interior de la familia, pero, en el fondo, más cabal y emotiva que la
fría Xandra.
La cultura de las apariencias

En
segundo lugar, la parte de Las Vejas (y por extensión, todo lo que sigue) me
parece una inteligentísima crítica a la
cultura de las apariencias. La elección de este escenario —el desierto, la
ciudad de mentira— enfatiza la oposición entre lo sugestivo de la publicidad y
la miseria de los muchachos. Lo que le ocurre a Theo se puede entender como el
abandono de la sociedad estable, protegido por su madre, para entrar en un
mundo de falsas esperanzas, no solo por la mala vida, sino por el hecho mismo
de hacerse adulto y comprender que no siempre se es como se querría ser, por
mucho que la sociedad invite a luchar por ello (un modelo social hipócrita,
fuente de frustraciones). El American way
of life se cuestiona: Boris —qué importante es Boris, qué importante es que
no se identifique con ningún país, pero que sea más de la Europa del Este que
de Occidente— proporciona otra mirada al liderazgo de los Estados Unidos
posterior a la desintegración de la Unión Soviética («Estados Unidos solo acosa
a los países más pequeños que creen ser diferentes a ellos», pág. 375, «La
democracia es un pretexto para todo, joder. La violencia…, la codicia…, la
estupidez…, todo está bien si lo hacen los estadounidenses.», pág. 396). El
tono adolescente, la sinceridad brutal de Boris, refuerza el mensaje por la
pasión de sus palabras.

El bien y el mal, o lo de en medio
En
el fondo, El jilguero nos pregunta por
qué damos por válido un sistema social si hay tanta gente que no encaja en él,
si las reglas son a veces un cinturón que constriñe y aun así no evita los
actos salvajes. Pero la intención no es (solo) lanzar una crítica social, sino
dar cuenta de la complejidad del mundo
actual y la imposibilidad de explicarlo con categorías simples. Las
reflexiones finales se centran en la escala de grises entre lo bueno y lo malo,
los peligros de encasillar una acción o un individuo, sin considerar sus
razones para actuar así. No siempre logramos ser lo que querríamos ser o, mejor
dicho, lo que nos convendría ser. A
veces ni siquiera lo intentamos, porque no podemos o porque ese estilo de vida
cuestionable es la única forma de mantenernos a flote. Somos humanos, criaturas
imperfectas por naturaleza y por nuestro empeño en aspirar a un patrón
inalcanzable. Los personajes de El
jilguero actúan por ellos mismos, sin justificarse, sin victimizarse. Son
como son, y tal vez por eso resultan tan crudos, tan únicos, tan vivos.
Crecer,
para Theo, supone abrir los ojos, tomar conciencia de que nunca se llega a
tener certeza de nada, salvo de lo que siente uno mismo. En algunos aspectos, puede
parecer un libro pesimista, nihilista, pero, pese a los traumas, pese al
desamor, pese al miedo, Theo no se rinde
y anima a vivir, a ser valiente, porque solo la valentía, unida al amor (no
como sentimiento romántico contemplativo, sino como fuerza interior que impulsa
a moverse y a crear), es capaz de superar los obstáculos. Al fin y al cabo, el
amor por el cuadro lleva a Theo a tomar este rumbo. La novela es mucho más que
una historia de iniciación, como también es mucho más que un thriller, una crítica social o un relato
inspirado en una pintura. En ella tienen cabida la amistad, el amor, la
marginación, las experiencias fuertes y, por supuesto, el arte, como producto
de la vida que permanece después de la muerte. Está contada con elegancia,
hábil tanto para expresar con seriedad los pensamientos del narrador como para dominar
el coloquialismo de los diálogos, y con giros argumentales justificados.
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Donna Tartt |
La
crítica le hace justicia: El jilguero
es un despliegue literario espectacular.
En sus páginas confluyen las segundas lecturas de las obras maestras y el
entretenimiento que apasiona al
lector; Tartt demuestra que narrar una historia trepidante no está reñido con construir
personajes complejos y realizar un estudio minucioso de los rincones grises de
nuestra sociedad. Leedlo, porque la evolución psicológica de Theo os impactará,
las ocurrencias de Boris os harán reír y pensar, las apariciones de Pippa os
harán dudar, Hobie os devolverá la fe en la bondad…, pero, sobre todo, leedlo porque os llenará y, a la vez, os
recordará lo incompletos que somos.
¡Uf, qué buena reseña, y de lo que parece un libro maravilloso! Creo que debería leerlo ya.
ResponderEliminar¡Un beso!
Vi una entrevista con la autora -todo un personaje a lo garçon con su corte de pelo, camisas blancas y corbatas- pero, sobre todo, una excelente observadora de la naturaleza humana. Y mejor todavía, si cabe, escritora. Magnífica reseña.
ResponderEliminarUna reseña buenísima, me lo apunto aunque no para ahora, sino para más adelante, parece un libro que necesita su tiempo y su reflexión, besotes
ResponderEliminar@Mustis. Sí, es maravilloso. Creo que será la mejor novedad del año (y de varios años...).
ResponderEliminar@Agnieszka. He visto alguna entrevista y también me pareció una escritora interesante. El libro no defrauda.
@Susana Palacios. Es una buena opción para el verano, por ejemplo :).
Supuestamente estaba haciendo un trabajo para el colegio, pero me he tomado un descanso y me he pasado por tu blog,como hago siempre, para ver que nos traías esta vez. Ahora mismo tengo 15 libros en un cajón esperando a ser leídos pero después de esta reseña creo que me sé de uno que va a tener prioridad :D
ResponderEliminarMe ha encantado la entrada, muchas gracias por este contenido tan bueno ^^
@Anónimo. Gracias a ti por pasarte. Y sí, dale prioridad a "El jilguero", pero después de terminar los trabajos, porque no querrás parar de leer :).
ResponderEliminarHe visto la novela en alguna ocasión y me había llamado la atención. Lo único que me ha echado para atrás ha sido la longitud, pero después de tu reseña, me animaré
ResponderEliminarBesos
@Marian. Ya, los libros tan largos dan pereza, pero merece la pena encontrar un momento para este. Es de esas historias que permanecen dentro de ti tiempo después de haberlas leído.
ResponderEliminarQuizás lo lea. El secreto no estuvo mal, pero tampoco me pareció para tanto.
ResponderEliminarUn beso
@Inés. No he leído "El secreto", pero, por lo que me han comentado algunas personas que han leído los tres, parece que "El jilguero" es su mejor novela.
ResponderEliminarHay varias cosas que me atraen de este libro, y ninguna de ellas es la parte de la intriga, ni siquiera (en principio) el tema del tráfico de obras de arte. Me interesan más los personajes, la crítica social (en un momento en que es necesario que los artistas reflejen la realidad y no que la disfracen), la valentía, la amistad. Y por supuesto, el despliegue literario. Que me recuerde lo incompleta que soy (que somos) no me va a hacer falta: lo tengo clarísimo ;)
ResponderEliminarGracias y un saludo
@Ana Blasfuemia. La verdad es que este libro merece la pena por todo. Lo vas a disfrutar muchísimo :).
ResponderEliminarA pesar de todas las buenas cosas que cuentas, el argumento me resulta muy triste y creo que, de momento, la dejo pasar o, mejor, la dejo reservada en un pequeño rincón para una mejor ocasión; quién sabe... Abrazos.
ResponderEliminar@Marisa C. Más que triste, lo llamaría violento o brutal, por los ambientes y por el impacto que puede provocar en el lector. De historia triste lacrimógena no tiene nada; la narración es mucho más cruda que eso.
ResponderEliminarMe has dejado apabullada. Ya lo tenía en la lista de apetecibles y después de esta reseña no lo dejo escapar. Me atrae por lo que tiene de crónica, de estudio de personajes y situaciones. Necesito tiempo y una actitud algo más relajada, pero caerá seguro.
ResponderEliminarBesos.
@Zazou B. No te arrepentirás. Esta novela da tantas, tantas cosas...
ResponderEliminarUf, cómo para decir que no con esta reseña... Desde luego leeré esta novela. A ver si tengo suerte y logro pillarla en la biblio.
ResponderEliminarBesotes!!!
@Margari. Me alegro de haber sido convincente :). Estoy segura de que muchos lectores disfrutarán con esta novela.
ResponderEliminarWAO! Que no se diga que fue por falta de buenas críticas. Me has convencido, ahora a esperar que llegue por mis lares.
ResponderEliminarBesos
Bueno, todas las dudas que pudiera tener me las has quitado de golpe! Tiene buenísima pinta, los personajes, la ambientación, todo parece fascinante.
ResponderEliminarApuntado, por supuesto.
1beso:)
He ido de puntillas sobre tu magnífica reseña. Me quedan unas páginas y no quiero leer demasiado sobre el libro (pero a tus comentarios nunca me resisto). Estoy de acuerdo contigo en que será mi libro del año. Es descomunal, el número de páginas lo es y la historia también. Muy visual. Qué manera de crear personajes, por favor! Aplauso largo para esta escritora.
ResponderEliminarMarta.
@Marieru. Espero que no tarde mucho en llegar ;).
ResponderEliminar@Elena:). Me alegro mucho de que te hayas decidido. Sí, es una novela fascinante, desde el principio hasta el final.
@Marta. Sí, un aplauso infinito para ella. Es la primera vez que la leo y me han entrado muchas ganas de descubrir sus obras anteriores, en especial "El secreto". Ojalá mucha gente disfrute de "El jilguero".
Lo único que puedo decir de ese libro es: LITERATURA. Después de toda la basura que se publica, un remanso de letras bien puestas, un gozo para los lectores de bien.
ResponderEliminar@Anónimo. ¡Olé! Lo suscribo todo :).
ResponderEliminarInteresante propuesta, segiré atento a nuevos comentarios,
ResponderEliminarbesucus
@Porlomenix. Estoy segura de que seguirá generando mucho entusiasmo.
ResponderEliminar@Hojas de Alisio. Esa parte me resultó un poco lenta, pero luego es una pasada. Lo vas a disfrutar muchísimo.
ResponderEliminarMuy buena reseña.
ResponderEliminarAcabo de hacerme con él y ahí lo tengo en la lista, aunque creo que merece dedicarle un tiempo en que no ande demasiado estresada, porque parece intenso y demasiado bueno como para maltratarlo con parones de lectura.
Un beso!!
@Rustis. Yo tuve que hacer algún parón, pero sí, mejor leerlo cuando tengas tiempo, más que nada porque no vas a querer parar :).
ResponderEliminarAcabo de terminar "El jilguero" de Donna Tartt y, aunque es verdad que uno de los grandes méritos de la novela son los logrados retratos que hace de muchos de sus personajes, también me ha parecido (y es mi modesta opinión) que, a nivel de trama, está cargada de trampas narrativas (como sacar a colación de repente información relevante que no se mencionó cuando habría sido lógico o algún que otro giro inverosímil), que finaliza sermoneando al lector durante páginas y más páginas y que, contra lo que pregona su campaña promocional, no creo que se merezca ni el adjetivo de dickensiana ni de clásico del sigo XXI. E, insisto, es solo mi opinión personal.
ResponderEliminarDe acuerdo contigo. Tartt escribe bien, conoce de sobra los resortes para hacer buena literatura, pero esta novela no me ha convencido para nada. Las trampas narrativas son evidentes y el final de la trama con el viaje repentino a Ámsterdam me parece un episodio fallido, confuso y poco creíble. El sermón final es insufrible y largo. En realidad todo el libro es excesivamente largo, pero escribiendo un libro cada diez años hay tiempo para rellenar páginas.
EliminarNo me ha gustado aunque reconozco que hay pasajes de calidad literaria. ¿Clásico del siglo XXI?. Para mi no.
@Anónimo. Gracias por dar tu opinión; se agradece conocer otros puntos de vista. De todas formas, me llama la atención que digas que tiene trampas narrativas. ¿A qué te refieres? Si es (alerta posible spoiler) al lugar del cuadro que se desvela cuando Theo está en Nueva York, no creo que la autora se lo saque de la manga, porque en la despedida de Theo y Boris ya se podía intuir que ocurría algo raro. También en los momentos en Las Vegas en los que Theo dice no estar seguro de lo que ocurre entre ellos cuando se drogan. El comienzo en Ámsterdam y la referencia al asesinato también dan pistas de que algo turbio ocurrirá.
ResponderEliminarEn cuanto a la comparación con Dickens, me parece justificada por el interés por los personajes marginados socialmente. Donna Tartt "humaniza" a dos chicos que llevan mala vida, da otra perspectiva sobre ellos, mientras que presenta como "oscuro" el ambiente de lo que sería una familia bien (los Barbour). Dickens también hacía una crítica social importante de su sociedad.
Con respecto a las últimas páginas, me pareció que hace una reflexión magnífica y coherente con el resto de la novela, aunque si otro lector lo percibe como un sermón poco puedo decir :).
A mi en realidad el protagonista me parece un Superman . Quizá la autora debería haberse documentado un poco más sobre las pastillas ,ácidos, cocaína ,y un sinfín de fármacos que desde los quince años en adelante se mete Teo . Ese tipo de adicciones desde las esnifadas de pegamento hasta los ácidos no lo aguanta ni un elefante ..Por otro lado al libro le sobran unas 1000 páginas .
Eliminar¿Y tú sí que te has documentado para saberlo? ¿Eres médico, químico o algo así? :)
Eliminarjs, estoy de acuerdo perdi tiempo y dinero con este libro !
EliminarYa lo tengooooo, ahora a ver cuando le hago hueco :)
ResponderEliminarExcelente reseña
Bs.
@Ángela León. ¡Qué bien! Espero que lo disfrutes tanto como yo :).
ResponderEliminarEstaba con muchas ganas de leerlo y me lo han regalado hoy!!!!!!
ResponderEliminarEstoy loca por empezar a leerlo que seta enseguida!!
Me ha gustado mucho tu reseña.
@Teresa. Me alegro mucho de que ya lo tengas. A ver qué te parece :).
ResponderEliminarLo he dejado de leer en la pagina 400. Un toston. No hay intriga. Nada de nada. Reseñas continuas de autosuficiencia sacadas Wikipedia.
ResponderEliminarEl libro no está mal y la reseña tampoco, pero en mi opinión es innecesariamente largo, lento y pretencioso. Da bastante menos de lo que promete y carece del ritmo imprescindible para una novela tan larga. Está mucho más cerca de Dickens que de Breaking Bad (una de las referencias que aparecen en la solapilla). Personalmente no lo recomendaría. Demasiado tiempo invertido para lo poco que da.
ResponderEliminarFelicidades por el blog
Estoy totalmente de acuerdo con la opinión de Jorge C., llevo leídas unas 200 páginas del libro y, aunque tengo por regla no continuar la lectura de un libro si en las dos primeras horas no me ha "atrapado", algo me lleva a continuar con este libro, pero sigo sin sentirme especialmente motivada a seguir, es buena literatura,sin duda, y los personales están muy bien perfilados, pero a la historia la falta concreción, todavía no se que vá a pasar....He leído otro libro de la misma autora "Juego de niños" y adolece de los mismos "defectos", en cambio "El Secreto" me gustó mucho más, aunque hace tiempo que lo leí y lo que en esos momentos le pedía a un libro quizá no sea lo que le pido ahora....
EliminarCuando llevaba 200 páginas leídas pensaba lo mismo que tú, Anónimo, así que te animo a continuar porque la historia evoluciona mucho. Creo que es un libro que no se puede valorar precipitadamente; es necesario conocer toda la vida de Theo desde el principio hasta el final para entender qué ha querido contar la autora.
EliminarHola Rusta, te estoy haciendo caso y ya voy por la página 350, al menos ha aparecido el amigo Boris.........!la impaciencia no es buena consejera verdad?¡
EliminarMe temo que no es buena consejera, no, al menos en un libro tan largo :).
EliminarBoris engrandece la novela (su contraste con Theo y a la vez todo lo que los une, la viveza de los diálogos, sus valores, etc.). Para mí, uno de los mejores personajes secundarios que he encontrado jamás en una novela.
Hola Rusta, ya he terminado el libro, realmente los personajes hacen de esta novela un libro inolvidable: Boris y en general todos los demás, incluso la Sra. Barbour, pero sin duda mis favoritos son Hobie (la bondad personificada) y Boris.
EliminarHe leido algunos comentarios del libro que hablan de trampas narrativas, creo que se refieren a que el libro parte de una premisa no muy creíble y es la utilizar una obra de arte como aval o garantía, cuando los que están es ese mundo conocen las dificultades de convertir el aval en dinero efectivo en caso de impago de la deuda y también deja para último momento el que Boris descubra que puede conseguir una alta recompensa si devuelven el cuadro (eso lo debía conocer sobradamente dedicándose como se dedicaba, a ese negocio), pero todo eso es para mi secundario en relación a todo lo que retrata el libro, es un enorme "fresco" o "mural"(ya que hablamos de pinturas) sobra la sociedad actual y las reflexiones últimas de la autora me parecen de un gran valor (la gente no es blanca ni negra, cada uno tiene su propio tono de gris....).Por otro lado, me ha parecido que al libro le sobran páginas, se alargan muchos capítulos innecesariamente, pero estamos ante una gran novela.
@Jorge C. Vaya, qué pena que no te haya gustado. No puedo opinar sobre la comparación con Breaking Bad porque no he visto la serie, pero tengo entendido que se debe al parecido entre Theo y uno de los personajes. De todas formas, para mí estas referencias son lo de menos.
ResponderEliminarAcabé de leerlo ayer y todavía estoy entusiasmado (y lo que me va a durar...). Es evidente que no es un libro que vaya a gustar a todos los lectores, eso está claro en cuanto lees las primeras páginas. Aquí no hay acción trepidante ni thriller desencajado ni novela negra como el carbón ni aventuras de piratas. Aquí lo que hay es un tremendo drama humano de una profundidad que asusta pero que a la vez engancha y ya no te suelta. Todo lo que dices en tu reseña es lo que sucede, es perfecta, y le hace al libro el favor que se merece. No se lo voy a recomendar a todo el mundo porque no tengo ganas de estar discutiendo después con unos y con otros: a mí me ha entusiasmado y con esa experiencia tengo suficiente. Entiendo que haya lectores que prefieran libros de otras temáticas y estilos, sólo faltaría pero quiero dejar constancia aquí de que yo, que quedé prendado de "El secreto" he vuelto a disfrutar como pocas veces.
ResponderEliminarTienes mucha razón: en efecto, no es un libro para todo el mundo. Las últimas páginas, que para algunos son un "tostón", a otros nos parecen una reflexión maravillosa. Lo único que tiene de thriller es lo que ocurre al final, pero aun así está inmerso en una trama mucho más rica y compleja.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMe ha encantado! No he podido parar... y Theo, el protagonista, lleno de luces y sombras... te enganchas a su historia, le coges de la mano y no le sueltas... Gracias por la recomendación!
ResponderEliminarNo lo recomiendo, es pesado , carente de trama , el cuadro en segundo plano, se va de tema con detalles irrelevantes de la vida del protagonista, hay mejores, no pierdan tiempo ni dinero. NO VALE LA PENA !!!!
ResponderEliminarLo acabo de terminar. Maravilloso. Me fascina el personaje de Boris así como la señora Barbour. Sinceramente el "thriller" me ha interesado poco, me quedo con la vida de estos dos personajes Potter y Boris y todos los personajes que les rodean. La parte que más he disfrutado es la de Las Vegas y esa imágen del infierno que es esa urbanización desierta en mitad del desierto. Abstenerse los que esperan acción trepidante, giros espectaculares de la trama y lectura fácil. Esto es literatura.
ResponderEliminarNo conocía a esta escritora pero EL JILGUERO es un libro a tener en cuenta. Aunque inicialmente parece excesivo el volumen de hojas que tiene, ciertamente engancha desde las primeras líneas. Describe magistralmente los sentimientos y la vida de un niño que a corta edad pierde a su madre y en todo momento la historia te va envolviendo de tal forma que sus miedos, sus pensamientos y sus problemas pasan a ser tuyos e instintivamente vuelca en el lector la necesidad de protección, visualizando claramente lo que puede ser una vida desestructurada emocionalmente. No obstante el libro no peca de sentimentalismos supérfluos ni deriva hacia la pena por el protagonista. El libro se lee fácilmente y no cuesta en absoluto digerirlo pese a su elevado volumen, si bien, como pega, en ocasiones la autora se recrea en descripciones demasiado alargadas. El tramo final del libro (las 200-300 últimas hojas), a mi parecer, está un tanto deslavazado, toda vez que surgen personajes y situaciones poco definidas y producen en el lector (por lo menos a mí me ha sucedido) la sensación de no saber a quién se está refiriendo la autora. Por lo demás, un libro interesante, una forma de escribir muy legible y que, una vez terminado, produce ese sentimiento de nostalgia que, desafortunadamente, no ocurre con una gran mayoría de lo que actualmente se publica. Muy recomendable.
ResponderEliminarMe lo acabo de leer y me ha dado mucha pena q se acabara, a pesar de lo largo q es y de la ansiedad que me ha creaba leerlo
ResponderEliminarHace un par de horas he concluido lla lectura de esta maravilla.
ResponderEliminarPuedo resumir lo que siento en un "profundo síndrome de abstinencia".
Waw, Rusta, pedazo de reseña, ¡qué pena no haberla descubierto hasta hoy mismo! Resulta que el jueves pasado en la tertulia a la que acudo, "más que palabras", la comentamos y al día siguiente, o sea, ayer colgué mi opinión en mi blog. Pero al leer tu comentario sobre la novela me encojo me encojo y me hago pequeñito ante tu criterio magnífico y clarividente. Me ha encantado vtu forma directa de defender la calidad de esta novela. Coincido plenamente contigo, si bien en mi comentario yo he puesto algo más el acento en el excelente manejo que de los elementos culturales hace la escritora.
ResponderEliminarGracias por haberme hecho disfrutar leyéndose.
Un beso
Una reseña sumamente bien elaborada que me deja con un buen sabor de boca y ganas de conseguir el libro inmediatamente!
ResponderEliminara mi me gustó mucho, tiene momentos de gran literatura y personajes entrañables como Boris, hobie, la familia babour .. él ritmo es parejo y el libro a pesar de su extensión se deja leer fácil.
ResponderEliminarEstoy empezando a leer este libro, y la reseña (muy buena, con un análisis muy competo y bien elaborado) , me ha venido muy bien para leer el libro con más perspectiva. Gracias
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