Edición: Lumen, 2014
Páginas: 384
ISBN: 9788426401380
Precio: 19,90 €
(e-book: 11,99 €)
Después
del éxito de La vida cuando era nuestra
(Lumen, 2013), Marian Izaguirre (Bilbao, 1951) firma una novela que apuesta de
nuevo por la narración en dos tiempos, los escenarios convulsos de diversos
países, los personajes marcados por la culpa, los fuertes lazos de amor y amistad, y las
sutiles referencias artísticas. Al más puro estilo Kate Morton, aunque con un
tono más sereno y sosegado, Los pasos que
nos separan conecta un romance apasionado del
pasado con la frescura de una generación más joven que busca respuestas, sin
saberlo, en esos tiempos lejanos. En esta ocasión no hay librerías de viejo ni
se respira la angustia de la posguerra española, pero la elegancia de la autora
y su habilidad para penetrar en el desasosiego de los protagonistas se
mantienen intactas.
¿Qué más dan las
mentiras sobre uno mismo cuando todo está aún por inventar?*

Casi todos nuestros
pecados nos acompañan desde mucho antes de que los cometamos.
Izaguirre
escribe con una aparente sencillez que esconde mensajes más profundos de lo
que sugiere la trama. La vida cuando era nuestra, esa historia de libros y libreros, de una señora inglesa que
disfrutó de la fastuosidad de las grandes ciudades europeas a principios del
siglo XX, era ante todo una novela sobre la generosidad, sobre la valentía de
atreverse a vivir cuando se ha perdido casi todo y sobre la lectura como
resistencia. Los pasos que nos separan
habla de un romance apasionado y de una chica que sufre las consecuencias de
querer vivir demasiado rápido; aun así, el fondo de la obra plantea un tema
mucho más lúcido: la maternidad y las
diferentes formas de renunciar a ella. El embarazo de Marina no es
anecdótico, como tampoco lo es el hecho de que Edita, la amante de Salvador, sea
madre. La autora, no obstante, no se refiere a la cuestión con el tópico de
«tener hijos es lo mejor que me ha pasado en la vida». En un gran ejercicio de
delicadeza y empatía, Izaguirre reflexiona sobre el aborto y no elude las
decisiones complicadas a las que se debe enfrentar una mujer.
La vida se les echó
encima como un desprendimiento de tierras en las laderas del Carso.
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L'Annunziata, Messina (1475). |
Las relaciones
intergeneracionales, por otro lado, constituyen un punto destacable gracias
a la amistad entre el Salvador anciano y Marina. Comienzan su trato como dos
extraños, dos personas de edades y sexos diferentes que a primera vista no
tienen nada en común. Con todo, poco a poco sacan a la luz lo que callan y la distancia
se reduce. Esta camaradería muestra cómo dos generaciones, dos
formas distintas de ver el mundo, pueden enriquecerse mutuamente, tal y como
ocurría con Alice y Lola en La vida cuando era nuestra. Izaguirre domina el diálogo, esos momentos de
interacción (y de silencios) en los que se descubre al otro. Sucede algo
parecido con Salvador y Edita, en su caso por no compartir origen. Él debe
aprender, y aprende, el agitado ambiente en el que se ha criado su amada, que
determina de manera inevitable su futuro.
Ahora que la vida iba
en serio podía, a pesar de todo, imaginar que le ocurrirían otras cosas y que
no todas iban a ser malas.
Más allá de estas interpretaciones, Los pasan que nos separan es también una interesante inmersión en dos épocas y sus manifestaciones culturales. En los años veinte,
Trieste, el arte pictórico y escultórico de los maestros italianos (el cuadro L’Annunziata, de Antonello da Messina,
protagoniza un misterio ligado al destino de los amantes), las manifestaciones
lideradas por Gabriele D’Annunzio y los movimientos secretos de los eslavos. En
los setenta, en una Barcelona moderna, la liberación de costumbres de la juventud («cuando
había que ser inconsciente y despreocupada por obligación», pág. 99), acompañada
de la música de la Companyia Elèctrica Dharma y las salidas a la sala Zeleste. Escenarios que laten en Salvador y Edita, en Marina y sus amigos. La autora introduce
los datos históricos con perspicacia, siempre al servicio del relato y nunca
como descripciones farragosas.
Hay cosas que tienen
que suceder para que podamos crecer después del batacazo.
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Marian Izaguirre |
La
narración, por su parte, depara alguna que otra sorpresa. La mayoría del texto
se asemeja a una tercera persona convencional; ahora bien, en algunos párrafos
los personajes (Salvador, Marina y alguien más) ponen su propia voz, expresan
lo que sienten con sus palabras, un recurso que añade intensidad, como en
los continuos «Me llamo Marina y estoy embarazada», y que conforma un pequeño
juego que culmina en el último capítulo. Por lo demás,
Izaguirre sigue en su línea, con un estilo pulcro y depurado, un ritmo ágil, un equilibrio perfecto entre tranquilidad e intriga, entre
placidez y conmoción. En cinco palabras: una
novela escrita para disfrutar. Y para no perdérsela.
*Las
citas en cursiva se encuentran en las páginas 32, 34, 82, 109 y 152.
No he leído nada de la autora, pero si dices que tiene un estilo a lo Kate Morton aunque más sosegado.. es suficiente para suscitar mi curiosidad.
ResponderEliminarUn beso.
Sí, en cierto modo es una Kate Morton a la española: un misterio en el pasado, un amor apasionado, etc. Sus historias son más tranquilas, eso sí, pero el estilo fluye tan bien que enganchan como un thriller trepidante.
EliminarTenía muchas dudas sobre esta novela pero después de tu reseña voy a leerla.
ResponderEliminarSaludos
No tengas dudas: es muy buena, tanto esta como la anterior. Novelas muy cuidadas y bien ejecutadas.
EliminarTengo ganas de leer a esta autora y después de tu reseña aun más...
ResponderEliminarBesos
Merece la pena. Recomendé muchísimo su libro anterior y con este haré lo mismo. Son novelas que se leen con facilidad y, a la vez, plantean temas conmovedores. No me extraña que esté consiguiendo tantos lectores.
EliminarCompletamente de acuerdo en el análisis de esta novela. Tras haber leído La vida cuando era nuestra pensé que sería difícil subir más alto, pero Marian no ha bajado el nivel. No os la perdáis.
ResponderEliminarCierto, ha cumplido las expectativas con creces y no era nada fácil, porque "La vida cuando era nuestra", además de ser una buena novela en conjunto, hablaba de libros y librerías, que es un tema que gusta de por sí a los lectores asiduos.
Eliminar¡Qué ganas tengo de ponerme con esta autora! No leo más que reseñas positivas, creo que pronto me estrenaré.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu reseña y un saludo.
Estoy segura de que la disfrutarás. Cualquiera de las dos novelas es estupenda para conocerla.
EliminarActualmente estoy un poco obsesionada por leer La vida cuando era nuestra, justo cuando su nuevo libro empieza a tener popularidad... Así que creo que voy a tener una doble tarea con sus obras! Me gusta lo que he ido conociendo estos últimos días sobre la prosa de la autora: parece que no se queda en lo banal, sino que aporta algo más en las historias que configura y me apetece conocerlo. Espero poder leer algo suyo en breve. 1beso!
ResponderEliminarCuando leas uno te van a entrar ganas de leer el otro, estoy segura ;). Además, se leen con tanta facilidad que no te van a durar nada.
EliminarLe tengo muchas ganas a esta novela. La de "La vida cuando era nuestra" me gustó mucho así que voy con expectativas altas. Aunque, por lo que cuentas, creo que no me va a decepcionar porque es, más o menos, lo que esperaba. ¡Muchas gracias por la reseña!
ResponderEliminarSí, yo creo que está al mismo nivel. Quizá a algún lector le gusta más esta por el tema de la maternidad, o la anterior por la librería, eso ya es una cuestión personal; pero las dos están muy bien hechas, sin duda.
EliminarDespués de otras reseñas con las que coincides en lo fundamental, ya la tenía apuntada. Besos.
ResponderEliminarPues ya sabes, ahora te toca leerla ;).
EliminarNo he leído nada de la autora es una de las que tengo pendientes. Pero veo que todos opináis parecido. Besos
ResponderEliminarSí, a casi todos los lectores que conozco (blogueros o no) nos gustó mucho "La vida cuando era nuestra" y, de momento, con la nueva está ocurriendo lo mismo. Estas historias tienen mucho potencial para encandilarnos a todos.
EliminarMe gustó mucho el anterior y tu reseña acaba de convencerme éste, me lo apunto. Lucía
ResponderEliminarQué bien. Espero que lo disfrutes tanto como yo :).
EliminarCreo que no me gusta que sea "estilo Kate Morton", prefiero autores con estilo propio, pero supongo que las tendencias marcan y dentro de ellas se intenta dar el campanazo y marcar también alguna diferencia. No he leído nada de Marian, supongo que leeré antes La vida cuando era nuestra, aunque nunca descarto novelas que me hagan disfrutar.
ResponderEliminarGracias y un saludo
Debo de haberme expresado mal. Marian Izaguirre tiene estilo propio, por eso recalco que su tono es más sosegado que el de Kate Morton, que es más española, más cercana, etc. La comparación se refería al tipo de libro, esa combinación de tramas en dos épocas, con cierto misterio en torno al pasado, personajes muy apasionados y demás. Más allá de eso, cada autora tiene su voz personal.
EliminarAdemás, Marian Izaguirre escribe desde mucho antes que Kate Morton -aunque no haya empezado a ser más conocida hasta hace poco, con "La vida cuando era nuestra"-, y no creo que haya escrito esta novela para cumplir con ninguna tendencia.
Disfruté mucho con la anterior novela de la autora y por todo lo que cuentas, volveré a disfrutar con ésta. A ver si me hago con ella prontito.
ResponderEliminarBesotes!!!
Estoy segura de que así será :).
EliminarNo he leído nada de esta autora aún pero tengo anotado dos libros así que sólo me falta el hueco. A ver si en Navidad con las vacaciones me pongo con ella.
ResponderEliminarBs.
Sí, a ver si encuentras un hueco. Está muy bien.
EliminarHe leído el primero y espero leer este en breve.
ResponderEliminarEspero que lo disfrutes mucho :).
EliminarPor que dices "al mas puro estilo Kate Norton"
EliminarMe lo puedes explicar?
Un abrazo
Creo que las dos autoras tienen cosas en común: la trama impulsada por el romance y algún secreto del pasado, el uso de dos épocas, la escritura elegante, el hecho de ser una novela de fácil lectura... También tienen diferencias, claro: las influencias de Kate Morton son más anglosajonas, mientras que Marian Izaguirre es más cercana al lector español y utiliza una narración algo más tranquila.
EliminarHola ^^
ResponderEliminarTengo pendiente leer "La vida cuando era nuestra" y le tengo muchas ganas, pero ponerle pronto remedio. Este sin embargo no lo conocía y me has despertado la curiosidad.
Gracias por la reseña ^^
Se acaba de publicar. Si te gusta "La vida cuando era nuestra", también te gustará este :).
EliminarMuy buena sinopsis despierta curiosidades por el libro y ganas de leerlo. Ademas las dos somos devora libros
ResponderEliminarEspero que te animes a leerlo, está muy bien :).
EliminarMe ha atraído mucho tu reseña, Rusta; me parece una gran historia y, por lo que dices, muy bien contada. Si, además, le ves ese aire a Kate Northon, estoy totalmente convencida. Gracias y abrazos.
ResponderEliminarSí, así es: una buena historia contada de forma espléndida. Te gustará, creo.
EliminarDespués de leer "La vida cuando era nuestra", no tengo duda de que quiero leer más de la autora, me conquistó la naturalidad y la delicadeza de su prosa. Además, aunque no era un libro con una trama trepidante me envolvió desde el principio y lo leí en un suspiro.
ResponderEliminarY si este dices que no decepciona, pues de cabeza:)
1beso!
Es que Marian Izaguirre sabe enganchar sin necesidad de tramas rocambolescas. Y, como bien dices, su naturalidad conquista. Ojalá esta novela también se gane muchos lectores.
EliminarRusta me ha encantado lo que nos cuentas de Marian Izaguirre. Yo siempre voy de puntillas sobre la mesa de novedades y no sabes lo que agradezco opiniones como la tuya.
ResponderEliminarEn unos días bajo a España y tenía pensado comprar un par de libros de escritores españoles de los últimos años. Acabo de leer una opinión muy entusiasta en otro blog que me gusta, sobre Palmeras en la nieve. Y creo que a este voy a añadir una de las novelas de Marian. ¿Por cuál me recomendarías empezar?
Un beso y ¡gracias!
Me cuesta elegir entre estas dos novelas de Marian Izaguirre. Quizá recomiendo antes "La vida cuando era nuestra" por el tema de la lectura y las librerías, que a los lectores asiduos nos suele encantar. Es el libro con el que muchos conocimos a la autora y creo que a la mayoría nos ha conquistado. De todas formas, si por lo que sea te atrae más "Los pasos que nos separan" (la historia de Trieste, la maternidad...), también es una buena opción para conocerla.
EliminarEn cuanto a "Palmeras en la nieve", en su momento le dediqué una opinión bastante entusiasta porque tiene cosas que me parecieron acertadas (todo el tema colonial, por ejemplo), pero es una novela que, cuanto más la recuerdo, menos me convence. Demasiado melodramática y con páginas de más. Prefiero a Marian Izaguirre: me parece más elegante en el tratamiento de las emociones y no cae en tantos tópicos.
Anotado queda, muchísimas gracias Rusta.
EliminarHe visto que hay edición de bolsillo de "Palmeras en la nieve" así que frente a posibles disgustos, al menos que no duela mucho el gasto.
Sí, mejor en bolsillo siempre que se pueda :).
EliminarAún tengo pendiente la anterior, que me pareció apetecible aunque ha ido quedando relegada por todos las lecturas que me voy encontrando por el camino. Me gusta lo que cuentas (sin entrar en disquisiciones sobre el "estilo Morton", a la cual no he leído tampoco).
ResponderEliminarGracias por la recomendación.
Besucos.
Seguro que pasarás un rato muy agradable, tanto con esta como con la anterior. Ya nos contarás qué te parecen.
EliminarAcabo de terminarla y le tenia muchisimas ganas, me ha encantado, la verdad, ha cubierto todas mis expectativas. Maravillosamente escrita, es como si las palabras se quedaran luego flotando en tu mente, te envuelven. Los personajes me han parecido muy intensos y lo que mas me gusta es que aunque pienses que tu hubieras actuado asi o de otra forma, al final los comprendes a todos y en cierto modo los compadeces, tambien, porque quien no ha tomado alguna vez una decision equivocada o "ha pasado por la vida de puntillas, sin querer mirar", como decia la autora. Me ha interesado mucho la historia de los eslavos en Trieste, que desconocia y me quito el sombrero ante la forma tan delicada de tratar la maternidad. Vamos, un 10
ResponderEliminaryo lo tengo para leer, y después de leer todos los comentarios creo que me gustará mucho. Así que allá que voy, je je.
ResponderEliminarSaludos
Maria Carmen
Cursi y repleto de frases sonrojantes.
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