Edición:
Funambulista, 2017 (trad. y postfacio de Gian Luca Luisi)
Páginas:
128
ISBN:
9788494616464
Precio:
15,00 €
Publicada
en 1891, Giovanni
Episcopo es una novela breve, inédita hasta ahora en castellano, en la que Gabriele D’Annunzio (Pescara, 1863 – Gardone Riviera, 1938), el representante
principal del decadentismo en la narrativa italiana, se propone superar el verismo
imperante hasta entonces en la literatura de su país, un verismo del que él
también había bebido en sus primeras obras por influencia, sobre todo, de
Giovanni Verga. D’Annunzio, que dedica el libro a su colega Matilde Serao, llevaba
más de un año sin escribir cuando emprendió este proyecto. Se trata, por lo
tanto, de una pieza un tanto atípica dentro de su producción, un intento de abrir
un nuevo camino, para el que resultaron fundamentales sus lecturas de autores
rusos, como Gógol, Tolstói y Dostoievski, tal y como explica Gian Luca Luisi en
su esclarecedor postfacio. Esta huella se aprecia en el aire de fatalidad del relato, en lo patético,
incluso lo grotesco, de los personajes, abocados sin remedio a un desenlace
trágico.
La
novela comienza cuando la acción ya ha terminado: está concebida como una confesión, la confesión de un
hombre de mediana edad que desde el principio revela que ha perdido a su hijo.
Él, Giovanni Episcopo —inspirado en un caso real—, atormentado por el dolor y la desesperación, reconstruye los
acontecimientos en primera persona, dirigiéndose a un oyente silencioso que no
interviene en la trama. El estilo, preciso, depurado y ágil, está salpicado de
digresiones, los incisos propios de una persona abatida, que necesita aclarar,
matizar, con una voz en la que abundan las exclamaciones y otras muestras de
desaliento. Este hombre, Giovanni Episcopo, cometió un crimen por el que ahora
paga las consecuencias, pero hubo un tiempo en el que era un tipo anodino, un trabajador
de Roma, honesto, discreto, que no se metía en problemas. Hasta que trabó
amistad, si se puede llamar amistad, con Giulio Wanzer, un tipo siniestro,
chulo, dominante, que se cruzó con él de forma casual y desde entonces marcó
sus pasos. En un determinado momento, Wanzer desaparece de la ciudad, huye sin
decir nada. Y, a su regreso,
trastoca la vida del protagonista.
Giovanni Episcopo
es el relato de la decadencia de un hombre
bueno, la historia de un
personaje que permanece pasivo durante la mayor parte de la novela, que deja
que los demás decidan por él, se somete en contra de su voluntad y, al final,
lo paga caro con su propia transgresión. Después de conocer a su nuevo amigo, contrae matrimonio
con una mujer hermosa, deseada por todos; sin embargo, Giovanni Episcopo dista
mucho de ser feliz. Entra en juego otro personaje: su suegro, un mendigo
amargado por sus propios tormentos, que ya no puede trabajar porque está casi
ciego. El protagonista se siente incómodo en su presencia, igual que se siente
incómodo con Wanzer, pero no puede eludirlos, lo devoran poco a poco. Todos los que lo rodean están
manchados por la desgracia: el turbio Wanzer, el triste suegro, la bella pero
desdichada esposa... La existencia de Giovanni Episcopo se va degradando poco a
poco. Su única esperanza es su hijo, y ya sabemos que lo ha perdido.
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Gabriele D'Annunzio |
D’Annunzio
no tiene piedad: lleva al límite a un protagonista bienintencionado, íntegro, prudente,
al que sin embargo su buen talante no lo libra del infortunio, sino que lo
empuja al desastre en el clímax definitivo. El monólogo de Giovanni Episcopo
tiene la fuerza necesaria para poner al lector de su parte, para convencer con
su versión, una versión que hace del criminal una víctima de las circunstancias;
perturbador, desde luego. La dimensión moral aquí es importante, por cuanto
cuestiona hasta qué punto los factores sociales, emblema del realismo,
condicionan el devenir del personaje. Dicho de otro modo: en lugar de ceñirse
al retrato costumbrista al uso, D’Annunzio se centra en las pulsiones, sus
personajes actúan por instinto, se potencia la subjetividad que trasciende cualquier
contexto y de esta manera pone el foco en la
exaltación del antihéroe que no puede huir de la fatalidad. Un muy buen libro,
en suma.
Y sigues descubriéndome novelas, autores... Y con esta reseña es imposible resistirse.
ResponderEliminarBesotes!!
D'Annunzio es un clásico. No puede faltar en ninguna biblioteca :).
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