Alegría miró a las estrellas y les preguntó:
- ¿Qué pasaría si el Sol y
Alegría pensaba que el amor era muy complicado.
Un día Nicolás le dijo:
- ¿Por qué no nos vamos los dos lejos de aquí y empezamos una nueva vida juntos’
Alegría pensó que Nicolás se había vuelto loco.
- ¿De qué viviríamos?
- De amor. Yo te enseñaría a amarme.
Alegría bajó la mirada:
- El amor no alimenta.
Nicolás esbozó una gran sonrisa:
- Tal vez no, pero es lo más hermoso que existe.
El perfume, de Patrick Süskind
Hay en el perfume una fuerza de persuasión más fuerte que las palabras, el destello de las miradas, los sentimientos y la voluntad. La fuerza de persuasión del perfume no se puede contrarrestar, nos invade como el aire invade nuestros pulmones, nos llena, nos satura, no existe ningún remedio contra ella.
Buenos días, tristeza, de Françoise Sagan
A ese sentimiento desconocido cuyo tedio, cuya dulzura me obsesionan, dudo en darle el nombre, el hermoso y grave nombre de tristeza. Es un sentimiento tan total, tan egoísta, que casi siempre me produce vergüenza, cuando la tristeza siempre me ha parecido honrosa. No la conocía, tan sólo el tedio, el pesar, más raramente el remordimiento. Hoy, algo me envuelve como una seda, inquietante y dulce, separándome de los demás.
Divisé en el fondo del mar una preciosa concha, una piedra rosada y azul. Hundí el brazo para cogerla, la conservé, suavecita y pulida, en la mano hasta la hora de comer. Decidí que era un talismán, que no me separaría de ella en todo el verano. No sé por qué no la he perdido, yo, que lo pierdo todo. Hoy la tengo en la mano, rosada y tibia, y me entran ganas de llorar.
Qué bonitos fragmentos has escogido. Yo sólo leí Eñ perfume, pero de eso hace muchos años.
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