Mostrando entradas con la etiqueta David Wagner. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta David Wagner. Mostrar todas las entradas

10 abril 2017

Libros para regalar este Sant Jordi (Día del Libro 2017)

Un año más, aquí tenéis mis sugerencias para regalar (a otro o a uno mismo, o, por qué no, las dos cosas) el próximo 23 de abril, Día del Libro y Sant Jordi, una jornada especial para todos los que amamos los libros y la literatura. He seleccionado diez títulos recientes que, por diferentes motivos, disfruté mucho. Para leer las reseñas, clicad en cada título.

  • Regreso a Berlín, de Verna B. Carleton. Una novela extraordinaria sobre el peso del pasado: un exiliado regresa al Berlín de posguerra, aunque su retorno no será como esperaba. Es ficción, pero rebosa verdad. Imprescindible para todos los que disfrutaron de Tú no eres como otras madres: este libro, publicado por las mismas editoriales, continúa el hilo que comenzó con Angelika Schrobsdorff.
  • Los días iguales de cuando fuimos malas, de Inma López Silva. No podía faltar una recomendación "patria", esta vez de una autora gallega que sitúa la novela en una cárcel de mujeres. Destaca por su introspección psicológica en las cinco protagonistas, mujeres de diferentes estratos sociales, que comparten heridas por la maternidad, el amor y, en fin, la vida misma.
  • A la intemperie, de Rosamond Lehmann. De momento, mi libro favorito de 2017: la historia de una joven soltera que, en el Londres bohemio de los años treinta, se reencuentra con un antiguo amor. Y esto es solo el pretexto para narrar, con un estilo que recuerda a Virginia Woolf, una historia sobre las tensiones a las que se enfrentaba una mujer sola en la época. Magnífico.
  • La balada del café triste, de Carson McCullers. Siempre es un buen momento para leer a McCullers, y además en 2017 se cumplen cien años de su nacimiento y cincuenta de su muerte. Su obra explora los márgenes y la soledad, los personajes inadaptados y frágiles. Os recomiendo, para empezar, esta espléndida novela breve sobre un triángulo amoroso atípico.
  • Tiene que ser aquí, de Maggie O'Farrell. Esta es una de las novedades más promocionadas de la temporada: una historia poliédrica y ambiciosa que indaga en la familia, el amor, el divorcio, la paternidad y las segundas oportunidades. Sus casi quinientas páginas no se hacen nada pesadas.
  • Un mal secreto, de Ann-Marie MacDonald. Es una de las novelas más pegadas a la actualidad que he leído en los últimos meses: una pareja de lesbianas, la maternidad a una edad tardía, el trabajo creativo desde casa, las enfermedades propias de las mujeres. Y, lo mejor, con una calidad literaria indudable. Ha pasado injustamente desapercibida, y me encantaría que le dierais una oportunidad.
  • De qué color es Berlín, de David Wagner. David Wagner es uno de los autores alemanes más reconocidos de su generación. Con esta obra, un paseo por el Berlín contemporáneo, se convierte en un flâneur que reflexiona sobre asuntos como la segregación social, el arte urbano o lo que queda de la Alemania dividida. Imprescindible para los enamorados de la ciudad.
  • La vieja tierra, de Dörte Hansen. Dos mujeres unidas por una casa de campo. La primera es una refugiada que llegó allí huyendo de la Segunda Guerra Mundial. La segunda es una joven madre de nuestro tiempo que ha descubierto que su pareja le es infiel. El viejo caserón las ayuda a reencontrarse a sí mismas y, de paso, nos invita a reflexionar sobre el regreso (no tan idílico) a lo rural.
  • Diarios del Sáhara, de Sanmao. No todo es literatura occidental: os propongo estás crónicas de una taiwanesa cosmopolita y aventurera que se enamoró del desierto. Lo dejó todo para empezar de cero allí, junto a su marido, sin lujos, sin comodidades, y lo contó con humor y viveza en estas páginas que han inspirado a muchas generaciones.
  • El bosque infinito, de Annie Proulx. Una gran novela americana sobre la cuestión india o, dicho de otro modo, una épica sobre los abusos del hombre blanco en su colonización de Norteamérica. Todo ello, en forma de una apasionante saga familiar en la que se tratan temas como la homosexualidad, el racismo y la emancipación de las mujeres.
Y si queréis más recomendaciones:


03 marzo 2017

De qué color es Berlín - David Wagner



Edición: Errata naturae, 2017 (trad. Esther Cruz Santaella)
Páginas: 208
ISBN: 9788416544288
Precio: 18,00 €

[¿De qué color es Berlín?] Hoy la respuesta sale con facilidad, la ciudad es blanca, estamos metidos en la nieve hasta las rodillas. Por lo demás, en verano, Berlín es verde, dices, pero en realidad tiene los colores del asfalto o de la arena, el rojo del ladrillo, el tono pimienta y sal del granito del pavimento, el azul y el violeta del empedrado.

Un hombre sale a tirar la basura. Como cualquier día, como cualquier persona; solo que, en esta ocasión, desea alargar la salida, se entretiene paseando, recorriendo las calles, para retrasar el momento de volver a casa. No lo hace con ningún propósito particular; se trata del gusto por caminar, de perderse por la ciudad, de empaparse de su bullicio; el placer propio del flâneur. Y así, con esta anécdota, comienza De qué color es Berlín (2011), uno de los libros más importantes del escritor alemán David Wagner (Andernach, 1971), residente en Berlín y autor de dieciocho obras que abarcan diversos géneros. Hasta ahora, solo se han traducido al castellano el presente título y Cosas de niños (2009), una novela fragmentaria que indaga en la paternidad a partir de la relación entre un padre joven y su hija pequeña. En ambos destaca, además de la estructura en pequeñas piezas, su mirada urbana: es un escritor que se mueve por la ciudad como antaño lo hicieron Walter Benjamin, Franz Hessel o Siegfried Kracauer. He aquí, por lo tanto, un retrato del Berlín contemporáneo (en concreto, entre 2004 y 2011, los años en que lo escribió), un retrato entre lo erudito y lo corriente, en el que demuestra su extraordinaria capacidad de observación para ahondar con agudeza en lo que lo rodea.
La metáfora del color que da título al libro es la excusa para hilvanar una serie de textos de pocas páginas dedicados a diversas zonas de la ciudad, desde la perspectiva curiosa y analítica de David Wagner, una voz precisa e inteligente, que condensa muchas ideas. Se puede decir que, según él, Berlín tiene muchos colores, que se modifican por el paso del tiempo, pero también en función de las luces y sombras de cada espacio, de lo que estos impulsan, de lo que arrastran. Berlín, pese a ser una ciudad «moderna» en muchos sentidos (una ciudad urbanita, turística, reconstruida, plural, artística), conserva el recuerdo indeleble del Muro en la conciencia de la sociedad. El autor, aun dejando claro las diferencias que se han resuelto, hace múltiples referencias a lo que era antes el Oeste, recalcando la división, lo que queda de aquello. Incluso tratándose de un libro de paseos por el Berlín del siglo XXI, en la construcción de un relato sobre la ciudad la huella del pasado sigue ahí, como los edificios derruidos o reformados hasta resultar irreconocibles.

¿No era antiguamente Berlín sobre todo blanca y negra, como sugieren las fotos de antes de la guerra? ¿Y Berlín Este una ciudad del color de las películas fotográficas ORWO? La capital de la RDA tenía unos colores distintos a la de Berlín Oeste, gris lignito y marrón escombros, también tenía, aunque eso ya no es pertinente aquí, otro color. Se ha disipado, sí, ya no existe Berlín Este, no sólo está superada la división política de la ciudad, también la cromática, y en muchas zonas, mira si no las fachadas de color menta y pistacho, la división quedó sobrecompensada.

Los textos están planteados desde un enfoque en el que prevalece lo «no normativo», tanto en lo que se refiere a la organización social como al estado de la arquitectura y el urbanismo. David Wagner se pasea por los barrios menos favorecidos, con frecuencia atestados de inmigrantes, que ponen de relieve la naturaleza multicultural de Berlín y, a la vez, su cara menos amable, la segregación social, con la que se muestra crítico (y cuyas ideas podrían extrapolarse a muchas otras ciudades): «La sociedad multicultural de Kreuzberg […] funciona a través de la ignorancia tolerante. Pero funciona además porque los mayores rechazos sociales todavía se disimulan con las generosas medidas de fomento de años previos de más abundancia» (p. 44). No obstante, en otros pasajes elogia la «convivencia social»: «la convivencia diaria en Berlín está impregnada de mucha más tolerancia de lo que pretenden hacer creer los medios de comunicación con sus historias. Sí, hay una convivencia social que funciona, e incluso los traficantes son amables y saludan» (p. 58) El otro aspecto no normativo al que hace alusión es, cómo no, el arte urbano, cada vez más característico de Berlín: grafitis espléndidos, esculturas improvisadas que dan brillo a lo utilitario… David Wagner habla de la ciudad a pie de calle, una ciudad dinámica, alternativa, que «sin los grafitis, […] sería fría. Quizá sin garabatos pareciese más ordenada, sí, y no todas las pintadas son bonitas, no, y seguro que a menudo constituyen daños a la propiedad, pero sería más aburrida» (pp. 91-92).
David Wagner
Comer salchicha, tomar una cerveza, servirse un croissant, ver los partidos del mundial de fútbol en las pantallas… Celebrar una circunspecta fiesta nacional, recitar poemas de Schiller para conmemorar el bicentenario de su muerte… Pasear a orillas del lago, adentrarse en el bosque de Grunewald y dejarse sorprender por la flora y la fauna que alberga este oasis de naturaleza… En el Berlín de David Wagner cabe todo: lo banal y lo profundo, lo efímero y lo permanente, lo urbano y lo silvestre, lo antiguo y lo nuevo. Y, precisamente porque cabe todo, De qué color es Berlín rebosa vida, la vida de la gente corriente, y lucidez, la lucidez de la mirada perspicaz de David Wagner. Este libro habla, en definitiva, de hoy, de los problemas y los atractivos de una capital cosmopolita en la que su larga historia se funde con los recuerdos y experiencias individuales de los vivos. En sus propias palabras: «Estar en Berlín, dice W., es un sentimiento, aquí el pasado reposa en los adoquines como el agua estancada. Aquí vivió K., en su casa en el ala lateral, arriba. Y aquí me besó V., yo a ella, o los dos. De eso no le digo nada a W» (p. 198).
Citas en cursiva de las páginas 95 y 96.

07 diciembre 2015

Libros para regalar estas Navidades (2015-16)



Una selección de 15 libros para regalar en 2015
(para saber más, haz clic en cada título)
1. La saga Dos amigas, de Elena Ferrante (Lumen), compuesta por La amiga estupenda, Un mal nombre, Las deudas del cuerpo y La niña perdida.
¿De qué va? La amistad entre dos mujeres napolitanas a lo largo de la segunda mitad del siglo XX, desde la infancia hasta la madurez, con todos los cambios y contradicciones que entraña.
¿Por qué deberías regalarlo? Es una muestra de que la calidad literaria puede ir unida a una historia apasionante. Además, es una de las obras que mejor retrata las tensiones de la mujer contemporánea, como la experiencia del amor o las dificultades para conciliar carrera y vida privada.
2. La casa de las miniaturas, de Jessie Burton (Salamandra).
¿De qué va? En la Holanda del siglo XVII, una joven descubre que las figuras de su casa de miniaturas, una réplica de su hogar, vaticinan los acontecimientos que están a punto de ocurrir.
¿Por qué deberías regalarlo? Con un estilo que recuerda a Sarah Waters y Tracy Chevalier, narra una adictiva trama de misterio a la vez que desarrolla las historias personales de mujeres fuertes que buscan su lugar en una sociedad que las ningunea.
3. La inmensa soledad, de Frédéric Pajak (Errata naturae).
¿De qué va? Entre la novela gráfica y la biografía, el autor relata las particulares soledades de Nietzsche y Pavese, unidas por la ciudad de Turín.
¿Por qué deberías regalarlo? Es uno de los libros más singulares que uno puede leer ahora mismo. El autor traza un hilo invisible entre las experiencias que marcaron a ambas figuras y a él mismo (pérdida temprana del padre, locura, soledad) para dar forma a un libro que nos perturba y nos hace reflexionar.
4. Alguien, de Alice McDermott (Libros del Asteroide).
¿De qué va? La historia de una mujer aparentemente anodina a lo largo del siglo XX, siguiendo las etapas de infancia, matrimonio, maternidad y senectud.
¿Por qué deberías regalarlo? La autora tiene una serenidad y una calidez asombrosas para hablar de lo íntimo, de lo cotidiano, hasta el punto de convertir una historia en la que en apariencia no ocurre nada en literatura de alto nivel.
5. Las siete cajas, de Dory Sontheimer (Circe).
¿De qué va? La autora reconstruye, con cartas y otros documentos auténticos, las vivencias de su familia (judía) durante el Holocausto.
¿Por qué deberías regalarlo? Nos conmueve por la honestidad abrumadora de su testimonio y nos hace pensar en los errores del pasado que no debemos volver a cometer. Es aconsejable también para que los jóvenes descubran lo que supuso el Holocausto.
6. El hilo azul, de Anne Tyler (Lumen).
¿De qué va? Un matrimonio de clase media se hace mayor y los hijos deben estar más pendientes, lo que saca a la luz las viejas rencillas y algún que otro secreto familiar.
¿Por qué deberías regalarlo? Anne Tyler es una de las mejores narradoras de lo cotidiano (las relaciones entre padres e hijos, el matrimonio, la asimilación de una pérdida, etc.) y escribe, además, con un estilo accesible que nos entretiene.
7. Los perales tienen la flor blanca, de Gerbrand Bakker (Rayo Verde).
¿De qué va? Un muchacho se queda ciego tras sufrir un accidente. Tanto él como sus allegados, y en particular sus hermanos gemelos, deben adaptarse a la nueva situación.
¿Por qué deberías regalarlo? La escritura de Bakker está hecha de silencios, de sutileza, de emociones contenidas. Narra una crisis personal sin caer en la sensiblería y, con ello, nos conmueve. Recomendable tanto para jóvenes como para adultos.
8. La solitaria pasión de Judith Hearne, de Brian Moore (Impedimenta).
¿De qué va? A mediados del siglo XX, una solterona irlandesa, religiosa y abnegada, se enamora de un hombre que parece perfecto a sus ojos. Y él también piensa que ella es perfecta, pero...
¿Por qué deberías regalarlo? Porque, aunque las palabras «irlandesa» y «religión» te suenen a rancio, aquí tienes una obra maestra que explora la soledad, la subyugación religiosa y la fuerza liberadora de la imaginación. Ah, y está contada con mucho humor.
9. Olive Kitteridge, de Elizabeth Strout (El Aleph).
¿De qué va? Un conjunto de relatos sobre la cotidianeidad de un pueblo, unidos por el personaje de Olive Kitteridge, una mujer sin pelos en la lengua que no siempre despierta simpatía.
¿Por qué deberías regalarlo? Es una pieza de orfebrería que desgrana los conflictos interiores de la gente corriente y, sobre todo, de una mujer de apariencia impenetrable. El éxito de la miniserie basada en el libro es la excusa perfecta para no perdérselo.
10. El murmullo de las abejas, de Sofía Segovia (Lumen).
¿De qué va? Una saga familiar que recorre la historia de México en el siglo XX a partir del personaje de un niño que tiene un don peculiar.
¿Por qué deberías regalarlo? Aporta un soplo de aire fresco al realismo mágico hispanoamericano y, además, está contada con mucha ternura, es una novela distendida y apacible, fácil de disfrutar.
11. Mi maravillosa librería, de Petra Hartlieb (Periférica).
¿De qué va? Las experiencias de una librera austríaca, con anécdotas sobre el sector, un poco de autocrítica y mucho sentido del humor.
¿Por qué deberías regalarlo? Porque desmitifica la imagen del librero romántico para mostrar todo el trabajo que conlleva levantar un negocio, y porque reivindica el valor de las librerías independientes como parte del circuito cultural de una ciudad.
12. Cosas de niños, de David Wagner (Errata naturae).
¿De qué va? Un padre y su hija pequeña pasean por Berlín. Cada tema que surge da pie a reflexiones sobre la naturaleza de la paternidad y la infancia.
¿Por qué deberías regalarlo? Nos invita a reflexionar sobre lo que significa ser padre y ser hijo, y cómo ambas identidades se cruzan cuando uno tiene hijos. Está contado de una forma singular, en pequeños fragmentos, como un collar en el que cada perla recoge una anécdota que a su vez se encadena con las demás.
13. Una mujer de recursos, de Elizabeth Forsythe Hailey (Libros del Asteroide).
¿De qué va? Una novela epistolar sobre una pionera de principios del siglo XX: una mujer independiente, viajera incansable, que hizo lo que ella quiso en todo momento.
¿Por qué deberías regalarlo? La protagonista transmite una fuerza arrolladora y un entusiasmo por la vida que resultan contagiosos e inspiradores para el lector. Además, engancha como pocos.
14. El silbido del arquero, de Irene Vallejo (Contraseña).
¿De qué va? Un retelling de la historia de Eneas y Dido: el héroe que se refugia en la ciudad y se enamora de la reina. Pero los problemas los acechan…
¿Por qué deberías regalarlo? Las historias clásicas no caducan, de modo que aquí se pueden encontrar muchos temas aplicables al presente. La autora recrea el mito con su propia voz, y con ello le aporta frescura y lo hace más accesible.
15. Las buenas intenciones, de Amity Gaige (Salamandra).
¿De qué va? Desde la cárcel, un hombre escribe una carta para pedir disculpas a su exmujer porque hizo algo terrible con la hija de ambos.
¿Por qué deberías regalarlo? Siempre es interesante que la figura del «malo» no se quede en un cliché: Gaige le da una voz sugerente y persuasiva, que por momentos nos inspira simpatía. También hace un excelente retrato de las consecuencias del divorcio para los niños.

+1 de regalo para 2016
16. Mis años grizzly, de Doug Peacock (Errata naturae)
¿De qué va? Las memorias de un hombre, veterano de la guerra de Vietnam, que a su regreso convivió durante años con los osos grizzly.
¿Por qué deberías regalarlo? Este libro es un golpe de realidad, un sí a la vida salvaje, al respeto por la naturaleza, a la humildad del ser humano frente a los animales y los bosques. Nos muestra otra forma de relacionarnos con el mundo, y esto siempre resulta enriquecedor.

Si quieres más recomendaciones:

07 septiembre 2015

Cosas de niños - David Wagner



Edición: Errata naturae, 2015 (trad. Esther Cruz Santaella)
Páginas: 160
ISBN: 9788415217985
Precio: 15,50 €

Los niños le enseñan a uno la propia vida y se dejan asombrar. Los padres los observan y supervisan el producto de la reproducción, se alegran. A veces, se reconocen a sí mismos, en pequeño. Piensan, desde luego, que su vida está ahí otra vez. Piensan que ahí hay una realidad que ríe y llora y grita y muestra pequeñas escenas de la vida. Una realidad que quiere que la alimenten. Auténtica vida. Le doy un paseo en un cochecito de bebé. Pág. 95.

El alemán David Wagner (Andernach, 1971) está considerado uno de los escritores más importantes y versátiles de su generación. Licenciado en Literatura Comparada e Historia del Arte, ha vivido en Bonn, Berlín, París, Roma, Barcelona y México; y desde su debut, en 2000, ha publicado dieciséis obras, que comprenden narrativa, poesía y ensayo, aunque destaca sobre todo en la llamada «miniatura en prosa» o composición a partir de fragmentos breves. Algunos lo saludan como el heredero de Franz Hessel, ya que también es un autor muy berlinés y ha escrito un libro de paseos por la ciudad, ¿De qué color es Berlín? (2011), por ahora no traducido. Wagner, que suele escribir sobre temas autobiográficos, se inspira en la relación con su hija y en su propia infancia para dar forma a Cosas de niños (2009), su primera novela traducida al castellano, en la que su habilidad para el texto corto se une a una gran capacidad de observación para hablar, con creatividad y realismo, de un tema tan complejo y a la vez tan corriente como la paternidad.
Fuente: Miguel Gener.
Cosas de niños se construye con fragmentos breves que toman como punto de partida un objeto, un lugar, una rutina o cualquier otra actividad que ataña al narrador y a su hija, una niña aún muy pequeña. Los fragmentos se relacionan entre sí, ordenados uno detrás del otro, como las perlas de un collar; y de este modo conforman una novela íntima y singular sobre la infancia, sobre ser padre, y también sobre ser hijo, porque la niñez de la chiquilla aviva los recuerdos del hombre sobre su propia niñez y la relación con sus progenitores. Tener hijos, en cierto modo, lo lleva a recordar cómo era él como hijo, a reconocerse en algunos comportamientos de su hija y, en definitiva, a reflexionar sobre la forma de entender el mundo cuando se es niño y cómo esta perspectiva se transforma al convertirse en adulto («Siempre me he visto como un niño grande. […] La niña me hace ser niño otra vez. Y me hace pueril otra vez. Hacerse mayor significa también hacerse cada vez más joven», pág. 10). En otras palabras, Wagner invita a pensar en el paso del tiempo, en lo que permanece y lo que se va, y lo hace a través de un más que consistente retrato de la infancia y la relación padre-hija.
En estas páginas lo anecdótico adquiere un significado trascendental gracias a la pericia del autor, que puede referirse a un cochecito, un calcetín o un peluche, pero siempre está ahondando en algo más profundo, va más allá de lo evidente. Por ejemplo, reflexiona sobre el papel del niño, la sensación de que nunca será adulto y el modo en el «aprende a estar en el mundo» hasta que más tarde se aleja del espacio confortable de la niñez («Los niños son actores todo el día. Todo el tiempo que permanecen despiertos representan la infancia delante de nosotros. El papel que hemos inventado para ellos. Hasta que un día, mucho antes de lo que quisiéramos, encuentran su propio papel», pág. 63). Habla asimismo de cómo perciben los niños a sus padres («Y me acuerdo del día tan decepcionante en el que me di cuenta de que tampoco mi madre lo sabía todo», pág. 13), y viceversa («Casi todos los padres aspiran a contar que sus niños están por encima de la mediocridad. A mí en el fondo eso me da auténtico miedo», pág. 83).
David Wagner
Wagner escribe sobre las emociones, los pensamientos y las inquietudes —es decir, lo interior, lo que perdura y se puede extrapolar a los demás— tomando como base todo lo material, y por lo tanto efímero, que los suscita. Es un narrador tierno, lúcido, divertido y melancólico, que sabe plantear las tensiones que afectan al protagonista con mucha sutileza («… del libro Conni va a la escuela. Conni es la niñita modelo de la familia modelo. […] Para todas las situaciones de la vida, existe el librito pertinente. Sólo falta, lo he buscado, Los padres de Conni se divorcian», pág. 21). Como resultado, Cosas de niños, más que contar una «historia» al uso, propone un ameno ejercicio de introspección, a modo de ruta por Berlín de la mano de la niña, un paseo en el que lo profundo no está reñido con el sentido del humor y que trasciende el simple testimonio para identificar con inteligencia las pequeñas y grandes alegrías, inseguridades  y vértigos de la paternidad en la sociedad contemporánea.

LinkWithin

Related Posts with Thumbnails