Edición: Errata naturae, 2013 (trad. Regina
López Muñoz)
Páginas: 304
ISBN: 9788415217589
Precio: 18,90 €
La
transición de la infancia a la madurez
ha dado lugar a un sinfín de obras, y no es de extrañar: esta etapa vital, tan
intensa y penetrante, no entiende de orígenes, de géneros, de etnias ni de
clases; todos la experimentamos tarde o temprano, por eso las historias de iniciación constituyen un legado de lo más rico y variado. Las chicas de campo (1960), novela con la que Edna O’Brien (Tuamgraney,
Irlanda, 1932) se dio a conocer, plantea una trama de este tipo a partir del
personaje de Caithleen, una adolescente de familia humilde que en los años
cincuenta vive en una pequeña localidad del campo irlandés. Mientras su padre
se pasa los días ebrio, la madre de Caithleen se esfuerza para educar a su
hija, y Hickey, el empleado, la hace reír con sus bromas. Sin embargo, un
suceso dramático rompe esta apacible rutina y la protagonista descubre que el
futuro le depara experiencias que van más allá de lo que ha aprendido en su
hogar.

La
búsqueda de un espacio en la ciudad (un
paso que también dio la autora) es otro de los aspectos interesantes: se
muestra el contraste entre la sencillez del campo y el ritmo frenético de Limerick,
además de la sensación de dejarlo todo atrás, la familia, los vecinos (aunque,
sabiendo que hay continuación, esto no es un final definitivo). Se trata, en
definitiva, de la entrada al mundo de los adultos, con todo lo que eso
conlleva. O’Brien se sirve de este planteamiento para defender la independencia de las mujeres jóvenes ¡en
los inicios de los sesenta! Aunque la emancipación sea entre comillas (la
amiga de Caithleen aún depende económicamente de su familia), se trata de un
mensaje valiente que choca con la tradición de pasar de la casa del padre a la
del marido; introduce los años locos, las habitaciones compartidas, las noches
de frenesí, la coquetería femenina. Fantástico.
Esta
no es la única demostración de progresismo de Las chicas de campo. Hay detalles que en la actualidad pueden
parecer inocentes, pero que en el momento de su publicación, en plena
posguerra, se entendieron como un auténtico desafío por parte del estamento más
conservador: la sutil crítica a la
hipocresía del catolicismo y su presencia en todos los ámbitos, desde el
internado hasta la sanidad —recordemos que Irlanda es un país muy católico—, y,
sobre todo, una apertura al sexo
desde una perspectiva que rompe por completo los esquemas de la época. El libro
fue prohibido en Irlanda y el clérigo de la localidad de la autora lo quemó en
público. Mientras, cosechaba una gran acogida en Inglaterra y Estados Unidos. O’Brien,
que por aquel entonces ya vivía en Londres, no regresó a su tierra. La
innovación que supusieron estas ideas explican en parte por qué con los años
esta novela se ha convertido en todo un clásico de la literatura irlandesa del
siglo XX.

Pero
no solo Baba acompaña a Caithleen. Los años que transcurren le permiten conocer
a mucha gente, unos secundarios cuidados
que convencen sin necesidad de largas descripciones: el padre de Caithleen, el
encantador Hickey, el señor Gentleman (qué nombre tan bien elegido), las
particularidades del matrimonio de los Brennan, la hermana Margaret, la tosca
bondad de Joanna, etc. Todos cumplen con su cometido, no hay ninguno que esté
de más y el diálogo abundante de la novela plasma perfectamente la diversidad
de estos personajes. A propósito, la escritura va acorde con el ambiente cercano
de la trama: predomina el tono ameno, simpático y coloquial, conjugado con la
nostalgia del recuerdo de unos años que no volverán. O’Brien no utiliza
artificios recargados; es en la sencillez, en la prosa «limpia», donde consigue
representar con verosimilitud las palabras de la joven y sus allegados.
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Edna O'Brien |
Las chicas de campo es el primer
volumen de una trilogía que recorre la vida de Caithleen. Este libro cierra una
etapa y se puede leer como una obra independiente, pero deja la puerta abierta
a la continuación con la llegada, en las últimas páginas, de un personaje que
promete ser importante. Errata naturae tiene previsto publicar próximamente los
dos títulos siguientes, The Lonely Girl
(1962) y Girls in Their Married Bliss
(1964), así que podremos disfrutar al completo de las aventuras de la
protagonista. O’Brien, pese a ser una reconocida (y prolífica) escritora en su
país, hasta ahora solo había entrado en el mercado español de forma puntual y
sin demasiada repercusión, de modo que se agradece el trabajo de esta editorial
para reivindicar a una autora que ya es todo un referente de la literatura
anglosajona del pasado siglo.
Me ha gustaod el análisis que has hecho. Sin duda tiene muchos puntos interesantes, pero hace poco he leído otra crítica que me ha rebajado algo las expectativas, así que andaré con pies de plomo.
ResponderEliminarTampoco sabía que era una trilogía, así que creo que esperaré a que las otras dos partes estén publicadas para ver como evoluciona y para no tener que esperar entre un libro y otro:)
1beso!
@Elena:). Yo te animo a leerla, sin duda. Creo que es una novela con muchos puntos interesantes y podría gustarte.
ResponderEliminarLo de trilogía hay que entenderlo entre comillas: son tres libros sobre el mismo personaje y el mismo universo literario, pero cada uno deja una trama cerrada, así que se pueden leer de forma independiente (no es como esas trilogías que parten una historia en tres y tienen un final que te deja a medias). Si has leído "La amiga estupenda", es algo parecido a lo que hace Elena Ferrante con su personaje.
Rusta, ya sabes que a mí no me llegó de la misma manera. Tuve la sensación de que la autora desaprovechaba personajes y situaciones. No sé si el hecho de que sea una trilogia supone que esos personajes se retoman posteriormente o se desarrollan más, pero tampoco sé si de entrada me animaré a seguir con más libros de Edna. Me esperaré antes si acaso.
ResponderEliminarEntiendo tus argumentos, por supuesto, pero dentro de literatura de iniciación de una época y un lugar hay otros libros que me han llegado más. Sí es cierto que es un libro que se deja leer con facilidad. Pero me ha faltado ... algo.
En cualquier caso me alegro de que lo hayas disfrutado más que yo, que seguramente también las expectativas me han hecho una faena, pero no sólo ha sido "culpa" de las expectativas.
Besos
@Ana Blasfuemia. A mí, por el contrario, los personajes me han parecido muy interesantes, tanto los del campo (creo que recrea muy bien ese ambiente de pueblo pequeño en el que todos se conocen) como los de la ciudad (la dueña de la pensión, los jefes de Caithleen, etc.). También creo que las situaciones están bien aprovechadas, con escenas tan memorables como cuando ella sentencia "Ese día terminó mi infancia" o toda la relación con su amorcito.
ResponderEliminarPero, en fin, no siempre se puede coincidir en impresiones :). Yo sí que quiero seguir leyendo a la autora; espero que la editorial no tarde mucho en publicar la segunda parte.
Estoy viendo reseñas dispares de este libro, así que no quiero elevar mucho mis expectativas. Pero desde luego quiero leerlo.
ResponderEliminarBesotes!!!
@Margari. Es bueno intentar leer un libro sin formarse opiniones previas. Espero que lo disfrutes.
ResponderEliminarMe pasa como a Margari. Veo reseñas apasionadas, como la tuya, y otras que no recomiendan la lectura. Te quedas que no sabes que hacer. Esperaré más opiniones.
ResponderEliminarBesos
Cita
@Cita Franco. Bueno, ya sabes que la única forma de salir de dudas es comprobarlo tú misma :).
ResponderEliminarTiene buena pinta lo que cuentas. Además me encanta Irlanda y su gente; siento una conexión especial desde que estuve allí. Me la apunto ahora mismo. Abrazos.
ResponderEliminar@Marisa C. Estupendo; ya me contarás qué te parece :).
ResponderEliminarRusta me encantan las novelas de iniciación y si encima están ambientadas en el mundo anglosajón, mejor que mejor.
ResponderEliminarLeí la reseña de Ana B. y me decaí muchísimo al ver que no había terminado de conectar con O'Brien. Desde que vi anunciada su publicación pensé en comprarlo y hoy me has devuelto la ilusión y con creces.
Ya te contaré que tal fue la lectura :)
Un beso.
@Marie. Supongo que en la red es inevitable encontrar opiniones de todo tipo, pero si de entrada ya te llamó la atención creo que haces bien en leerlo :).
ResponderEliminarDebo reconocer que las opiniones más tibias que he leído me desanimaron un poco, pero se me metió entre ceja y ceja y lo leeré sin duda. Por algo fue uno de mis regalos navideños más deseados. Sólo estoy esperando a enfriar un poco mis expectativas. Ojalá lo disfrute como lo has hecho tú.
ResponderEliminar@Zazou. Tengo ganas de saber qué te parece. Espero que lo disfrutes ;).
ResponderEliminar@Hojas de Alisio. ¡Gracias! Ya me contarás qué te parece :).
ResponderEliminarAcabo de leerlo hace unos días, y si es cierto queda la sensación de que deja las situaciones a medias pero resulta que luego te las encuentras resueltas. A mi me ha resultado ameno y estoy esperando tu reseña de su continuación para luego leerlo.
ResponderEliminarLa continuación está muy bien, sigue en esta misma línea: una historia amena sobre las vivencias de dos chicas jóvenes. Mañana publicaré la reseña.
EliminarHe terminado hace poco de leerlo y buscando otras opiniones me topé con la tuya y otras que son desfaborables. A mí también me resultó menos de lo que esperaba, pero creo que hay que enfrentarse a los libros poniéndote en la época en la que se escribe y conociendo un poquito a su autora. Y entonces te das cuenta de que este primer libro habla de ella misma y como era y veía las cosas en su infancia y juventud, y de esa manera el libro cobra otro sentido. Estoy de acuerdo en que describe estupendamente el ambiente de pueblo, yo que también soy de un lugar muy pequeñito, sentía al leer la impotencia de cuando todos saben algo que te incumbe menos tú. Seguiré con el segundo, a ver cómo va espabilando esta muchacha.
ResponderEliminarExacto, hay que situar cada obra en su contexto. Ahora se ha publicado la novela más reciente de Edna O'Brien, "Las sillitas rojas". La ha escrito cincuenta años después de "Las chicas de campo", que se dice pronto, y, claro, la diferencia es enorme aunque compartan algunos temas (mujeres, Irlanda...). Su escritura se ha enriquecido y la obra en conjunto es mucho más ambiciosa. Te la recomiendo.
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