31 marzo 2018

Amores - Leonor de Recondo


Edición: Minúscula, 2018 (trad. Palmira Feixas)
Páginas: 208
ISBN: 9788494675478
Precio: 18,00 €

Después de narrar el exilio de una familia española en Sueños olvidados (2012), y de evocar a un Michelangelo Buonarroti atormentado en Pietra viva (2013), la violinista y escritora francesa Leonor de Recondo (1976) vuelve a encontrar la inspiración en el pasado en su cuarto libro –el tercero traducido al castellano–, Amores (2015), con el que ha recibido el Prix des Libraires y el Prix RTL-Lire. En 2017 publicó Point cardinal, merecedor del Prix du Roman des Étudiants France Culture/Télérama, que también se traducirá al castellano. Premios aparte, para quien haya seguido su trayectoria no cabe duda de que su narrativa se ha robustecido y ha ganado en matices con la experiencia.
Esta vez, la acción se sitúa en 1908, en el seno de una familia adinerada de provincias: dos mujeres tratarán de liberarse del yugo del patriarcado. Durante el día, el señor se encierra en su despacho, concentrado en sus obligaciones. Su esposa, Victoire, se ha resignado a la gris monotonía de su matrimonio. Aún no se ha quedado embarazada, lo que le causa un gran pesar; siente la presión de sus allegados, que esperan ansiosos la llegada del heredero. Por la noche, su marido visita la habitación de Céleste, la joven sirvienta, una muchacha de campo a quien nunca educaron para oponer resistencia al amo. Cuando Victoire descubre que Céleste espera un bebé de su esposo, se las ingenia para llevar a cabo un plan que las liberará a ambas del dominio masculino. O, al menos, esa es su intención… En la práctica todo resulta más complicado. 
Con este planteamiento, Leonor de Recondo aborda la búsqueda de emancipación de dos mujeres y la solidaridad femenina entre ellas en el marco de una sociedad lastrada por las diferencias de clase y género. De entre sus tres novelas traducidas, esta es la que tiene unos personajes femeninos más elaborados, así como un fondo «feminista», por cuanto las protagonistas rompen las convenciones sociales de la época. La autora contrapone dos perfiles tradicionalmente enfrentados (la esposa y la amante, la dueña y la criada) que sin embargo comparten la subordinación con respecto al hombre. Por un lado, Victoire, una mujer que, a ojos de los demás, ha contraído un buen matrimonio y carece de motivos para sentirse desdichada. Aun así, sus dificultades para concebir, junto con el cambio en la relación con su marido después de casarse, la han convertido en una persona triste y desvaída, que solo se ve defectos. Céleste, por su parte, es una chica sencilla y de valores nobles, acostumbrada a obedecer. No sufre por su condición humilde; su malestar viene dado por los abusos del señor. 
A pesar de las diferencias entre ambas, están unidas en lo más íntimo: el control de su sexualidad. La decisión de Victoire refleja rebeldía e independencia, una negativa a seguir expandiendo la hipocresía y la desigualdad de la clase privilegiada. El mensaje de dos mujeres juntas contra la adversidad resulta hermoso, pero a la larga se hacen patentes los conflictos: una está más «atrapada» que la otra. Porque las ataduras no se limitan al patriarcado; la distancia social se termina por imponer. Ante los planes, sin duda bienintencionados, de Victoire, sobrevuela una pregunta: ¿es Céleste realmente libre?, ¿puede elegir? El desenlace va acorde con la realidad histórica: las primeras mujeres en lograr su independencia fueron las que poseían recursos. Las demás –las pobres, las campesinas, las analfabetas– todavía tenían (todavía tienen, sobre todo en determinados lugares del mundo) un largo y tortuoso camino por delante.
Leonor de Recondo
El estilo, como en sus libros anteriores, se caracteriza por su fluidez y elegancia: una prosa intimista, delicada, depurada hasta lo esencial. Esta novela gana en narratividad con respecto a sus otras obras, que son más impresionistas y no desarrollan tanto el hilo. Lo que sí conserva, además de esa inclinación por el pasado, es el detalle de incluir un motivo artístico / musical de forma secundaria: Victoire toca el piano en sus momentos de plenitud; la música como símbolo de pasión y esperanza. Leonor de Recondo escribe con un tono suave, amable, que contrasta con la crudeza de algunas escenas y en ocasiones tiende a la cursilería (como en los párrafos finales), aunque en general está más contenida que antes. Amores, en suma, es una lectura idónea para intercalar entre novelas «duras» o densas; tiene una levedad bien entendida que se bebe como agua.

5 comentarios :

  1. Tengo muchas ganas de leerlo y ahora más

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  2. Tiene muy buena pinta, no he leído nada de la autora. La edición de Minúscula es preciosa, vaya maravilla de portada.

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    1. Estoy de acuerdo: la cubierta es bellísima. "Amores" y "Pietra viva" me parecen buenas opciones para descubrir a la autora. Tiene un estilo muy fino, muy fluido. Sus libros se leen en dos sentadas.

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  3. Muy recomendable,me ha encantado a pesar de la dureza del desenlace.

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