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Dhuoda me contempla con una mirada fija y quieta, sus ojos en mis ojos, dos sigmas de negrura. Ahora, sin dejar de mirarme, se lleva la rosa a la boca. Sus pequeños dientes, blancos y afilados como los de un animal, muerden las suaves hojas con fiereza. Corta y mastica y traga. Se está comiendo la flor. La devora lentamente, con impavidez y obstinación. Primero desaparecen los pétalos, después la rizada base verde, luego el corto tallo erizado de espinas. Aterra ver los formidables pinchos en su boca, pero ella sigue masticando sin hacer ni un gesto. Transcurre un tiempo interminable; Dhuoda ha dejado de rumiar y ya no queda nada de la rosa. Sonríe:
- Tienes razón, Leo. No eres más que una campesina ignorante. Pero es posible que algún día llegues a aprender lo cerca que está el placer del sufrimiento.
Y una gota de sangre resbala por sus labios y cae sobre la inmaculada seda blanca del vestido.
Pero sobre todo, mi Leo, me quedó un corazón endurecido por el odio, un corazón feroz del que me enorgullezco. Hace ya mucho tiempo de todo esto, pero yo sigo sintiendo la viscosa y cálida humedad de la sangre de Mambrina sobre mis ropas: también es por eso por lo que visto de blanco. No he vuelto a cruzarme con mi hermanastro, pero algún día lo haré. Y le mataré. Por eso quiero aprender a combatir. Rezo todos los días a Dios para que Pierre no muera antes, para que pueda acabar con él con mis propias manos. Puede que este tipo de plegaria no le guste al buen Dios, puede que sea sacrílega, pero no me importa, porque he pagado con creces mis pecados. Esto es lo mejor de la venganza: que cuando llega, tú ya has atravesado todo tu infierno.
A veces las discusiones son tan profundas que dejan por detrás un rastro indeleble. Son como esas tablillas de cera negra en las que Nyneve me ha enseñado a escribir: en ocasiones, sobre todo al principio, mi torpeza en el manejo del punzón hizo que arañara la madera. Y eso no tiene remedio: puedo volver a extender cera virgen sobre la superficie, pero la tablilla está astillada. Siento algo parecido en mi trato con Nyneve. Me alegro de haber hablado con ella el otro día en el patio de armas; me conmovieron sus palabras y se deshizo el resquemor que me asfixiaba. Pero por debajo de la cera nueva, perduran aún las punzantes astillas.
Esperanza: pequeña luz que se enciende en la oscuridad del miedo y la derrota, haciéndonos creer que hay una salida. Semilla que lanza al aire la sedienta planta en su último estertor, antes de sucumbir a la sequía. Resplandor azulado que anuncia el nuevo día en la interminable noche de tormenta. Deseo de vivir aunque la muerte exista.
Buff parece una lectura dura. Al menos los fragmentos tienen un lenguaje plagado de sentimientos de odio o venganza. Parece una novela de sentimientos fuertes e intensos.
ResponderEliminarMe han impresionado bastante los dos ultimos. Y la del hermano tambien me ha tocado.
Besos
Me han gustado mucho estos fragmentos que nos has dejado. Yo me quedo con el último,sobre todo "resplandor azulado que anuncia un nuevo día en la interminable noche de tormenta", una definición de lo más romántica de la esperanza, tan necesaria ahora y siempre.
ResponderEliminarUn beso shakiano!!
Qué magnífico libro. Adoré la historia desde la primera frase, la cual me fascinó.
ResponderEliminarGracias por recordarlo.
Besotes transparentes.
@Carax. Bueno, ten en cuenta que en esta sección solo pongo los fragmentos que más me han llamado la atención (por bonitos, por intensos, por interesantes...), así que la novela no tiene por qué mantener ese tono todo el rato. De todas formas, "Historia del Rey Transparente" es un libro un poco "raro", así que en este sentido sí que pienso que no es para todo el mundo.
ResponderEliminar@Shaka. A mí me encantó la definición al completo, y el hecho de plasmarla así, en una obra de ficción, me pareció muy original.
@Babel. En Facebook me han recordado esa primera frase, es una maravilla :).
Hola!
ResponderEliminarMil gracias por recordarme esta preciosidad de libro.
Me enamoró desde la primera línea y es uno de mis eternos recomendados.
No comparto opinión de que sea una lectura dura ni rara, a menos que por rara pensemos en diferente, entonces sí.
La parte del entrenamiento de Leo y algunas batallas están contadas tan en detalle, tan ricamente descritas, que es como si estuvieses en mitad del campo de batalla, en mitad de una película épica.
Leí en voz alta a mis hijos algunos de estos fragmentos (ojo, no es un libro para niños), anticiándoles que trataran de imaginárselo como una película de acción; mi intención era hacerles ver que con imaginación y un buen texto, uno puede sentir esa historia casi como si fuera real. El resultado fue espectacular, querían que les leyera más y más... tuve que contarles el fin de la historia, adaptada a su edad, porque les entusiasmó!
Simplemente preciso.
Saludos,
Irene Maeztu
@Irene Maeztu. Al leer tu comentario me han entrado unas ganas tremendas de releer el libro. Recuerdo que me encantó, pero hay muchas partes de la historia que no recuerdo, a pesar de que los fragmentos que apunté me ayudan a recordar un poco su "espíritu".
ResponderEliminarTiene que ser maravilloso que tus hijos disfruten tanto con lo que les lees hasta el punto de pedirte más. Una muestra más de lo maravillosa que es esta novela, incluso versionada a modo de cuento.
Ah, lo de "raro" era por "diferente", sí. Para mí no tiene ninguna connotación despectiva ni nada por el estilo, es solo que no leído nada que se le parezca :).