Páginas: 224
ISBN: 9788498383584
Precio: 15 €
Irène Némirovsky
Irène Némirovsky |
De entre todos los títulos que publicó, en España se han reeditado en los últimos años los siguientes (todos de la mano de Salamandra): David Golder, El baile, El ardor de la sangre, El maestro de almas, El caso Kurílov, Nieve en otoño y Los perros y los lobos, además del exitoso e inacabado Suite francesa, que en 2004 supuso todo un fenómeno literario en diversos países y es, en gran medida, el «culpable» de que se haya recuperado a esta magnífica autora.
Sinopsis
Ada Sinner es una niña judía que vive en Ucrania en los años veinte. Huérfana de madre, se ha criado junto su padre durante los primeros años de su vida, y pronto su tía se instala en casa con sus dos hijos. El pequeño, Ben, se convierte en el amigo inseparable de Ada: juegan juntos, ríen juntos, crecen juntos… Ambos pertenecen a una de las clases más bajas de la ciudad, y miran con envidia a un primo lejano, Harry Sinner, cuya familia se enriqueció gracias a los negocios y ahora viven cómodamente. Parece mentira que dentro de un mismo linaje pueda haber personas tan pudientes y otras tan desfavorecidas, pero no es eso lo que llama la atención de la muchacha: Ada se enamora al instante de Harry, un amor platónico, porque las diferencias sociales entre ambos impiden cualquier acercamiento.
Años más tarde, las dos familias se ven obligadas a huir del país y vuelven a encontrarse en París. Ada se ha casado con Ben y aspira a dedicarse a la pintura; no obstante, en sus adentros aún tiene muy presente a Harry, al que sigue sin conocer en profundidad. El destino de los jóvenes todavía quiere jugar algunas cartas con ellos, por lo que las coincidencias para que puedan verse llegarán, y quizá esta vez no sean tan fugaces como antes.
Estilo
Ante todo, Irène Némirovsky es una gran escritora: su prosa destila elegancia y buen gusto, con un lenguaje cuidado hasta el más mínimo detalle y unos fragmentos cargados de matices que vale la pena leer con calma para apreciarlos bien. La autora se muestra hábil tanto en los diálogos –muy vivaces y expresivos— como en las descripciones —con abundante adjetivación, aunque no por ello pesadas de leer—, estilos que alterna en la novela. Dibuja todas las escenas meticulosamente y sabe entrelazar las pertenecientes a distintos personajes de forma adecuada. No se puede decir que tenga un estilo adictivo, si bien captó mi interés desde las primeras líneas y no me ha aburrido en ningún momento. A pesar de su brevedad (en la extensión de los capítulos y el propio libro), aprovecha bien cada frase, cada palabra, para construir una historia intimista y minuciosa, con una redacción muy superior a gran parte de la narrativa actual.
El libro en sí
La lectura de Los perros y los lobos me ha permitido volver a sentir la satisfacción que solo se aprecia cuando se lee una obra de calidad en todos los aspectos: estilo, tema, personajes, evolución de la trama, ambientación. Sé que en la actualidad hay muchos escritores que dan la talla, y sus obras serán los clásicos del futuro muy merecidamente; aun así, hay una simpleza bastante extendida entre las obras más comerciales (principalmente en la escritura) que hace que vea pequeñas joyas en las de antaño, relatos muy difíciles de igualar. Soy la primera que disfruta de los géneros livianos, pero, de vez en cuando, un libro más elaborado entra muy bien.
En primer lugar, me fascina la capacidad de Némirovsky para decir tanto en tan pocas palabras. Y es que, en efecto, la novela apenas cuenta con doscientas páginas y parece mentira que tenga tantas tramas, tanto contenido. No es fácil condensar las ideas sin quedarse cojo, de hecho, muchas veces he criticado textos breves porque en mi opinión ofrecían una versión demasiado superficial de la historia. A partir del triángulo amoroso, nos habla de la forma de vida de los tres implicados, con sus traumas y aflicciones, la relación de Ada con su tía, el papel de diversos secundarios y, por supuesto, el contexto histórico de Ucrania y París. No se desaprovecha ni una línea, y tampoco le falta nada.
En El ardor de la sangre descubrí la habilidad de la autora para plasmar emociones, hecho que ocurre de nuevo en Los perros y los lobos. Más que sentimientos, la novela está llena de pasión, ímpetu y exaltación, rasgos que definen perfectamente a los protagonistas. Si alguien esperaba una historia de amor tranquila, va mal encaminado: Ada y Ben tienen un carácter que les hace vivirlo todo con intensidad; ella por su espíritu soñador con Harry, él por la personalidad avispada que ha mostrado desde pequeño. Harry no deja de ser «el niño rico», simplemente cumple con el papel que se espera de él. Pienso que este ardor, estas pasiones desgarradoras, pueden ser una desventaja para algunos lectores, pues ciertamente hay cosas que no resultan demasiado creíbles (básicamente, que toda la historia se sostenga sobre la ilusión infantil de conocer a su particular príncipe azul). A pesar de todo, la novela tiene tantas cualidades que doy por válido este recurso.
Del mismo modo, hay aspectos de la trama que pueden parecer previsibles (unos más que otros), aunque eso no supone un problema para mí porque el valor de la obra va mucho más allá del típico «con quién acabará Ada». No obstante, he querido mencionarlo porque no quiero transmitir una idea equivocada. Los perros y los lobos es, ante todo, una novela intimista, así que no esperéis ni grandes acciones, ni giros argumentales especialmente sorprendentes.
Dicho eso, paso a comentar los temas que se tratan, más allá de los sentimientos. Desde mi punto de vista, el principal es la diferencia de clases: la narración empieza hablando de las zonas de la ciudad y la gente que vive en ellas, lo que ya nos da una pista acerca de la importancia que tendrá este asunto (que da título al libro, además); en segundo lugar, el que los tres protagonistas pertenezcan a la misma familia, aunque de ramas y situaciones muy distintas, llama bastante la atención. En todo momento está presente, aunque sea de forma sutil, unido a la inmigración y las condiciones de vida de los judíos, otros temas que destacar. Sin lugar a dudas, la obra tiene tintes autobiográficos de la vida de la autora, lo que le otorga una mayor credibilidad.
Asimismo, en las relaciones interpersonales también hay mucho jugo. Triángulo aparte, se habla de la tía que no soporta que su sobrina sea mejor que su hija, un hilo argumental de sobra desarrollado en la literatura, aunque no por ello pierde interés (no hace falta aportar algo nuevo, la forma de narrar de Némirovsky hace que sientas ganas por saber qué ocurrirá, trate el tema que trate). En relación con la inmigración que comentaba antes, conocemos cómo se las arreglaban los judíos que querían casarse con francesas de buena familia, porque no estaban muy bien vistos. En definitiva, el libro está cargado de tramas interesantes, presentadas con facilidad, que enseguida conectan con el lector.
El final me ha dejado muy buen sabor de boca. Pese al regusto agridulce de los sucesos anteriores (no revelo nada esencial, creo que salta a la vista que Irène Némirovsky no escribió historias flower power), me ha gustado mucho, y creo que no podía tener un desenlace mejor (tanto por lo que ocurre, como por la forma de narrarlo, porque la autora tiene citas y fragmentos para enmarcar). En esto supera al de El ardor de la sangre, que me pareció un poco precoz.
Finalmente, el libro ha cumplido mis expectativas plenamente, incluso diría que me ha gustado más que El ardor de la sangre. Tristemente, fue el último que Némirovsky publicó en vida, dos años antes de su deportación. Esto último me lleva a una reflexión que me viene bien para cerrar la reseña: Suite francesa fue un fenómeno editorial y gracias a ello se ha vuelto a editar el resto de su obra, pero ¿qué ocurre con los escritores que no dejaron un manuscrito que pudiera ser rescatado años más tarde? Se olvidan. Solo sobreviven unos pocos, los que se convierten en libros de referencia, pero todos sabemos perfectamente que hay muchos autores que carecen de esa reputación aunque sus escritos no tienen nada que envidiarles. En fin, sé que es inevitable y que ocurre en todos los ámbitos de la vida, pero me apena que se pierda tanta buena literatura con el paso del tiempo.
Mi valoración: 7,5/10
Bueno, yo también leí El ardor de la sangre y me gustó mucho, siendo lo primero que leía de la autora, de la que sólo conocía la biografía (terrible, aunque hayamos tenido la suerte de que sus manuscritos no se perdiera, que también podía haber pasado...).
ResponderEliminarPues me han entrado ganas de leerlo con tu reseña, la verdad. El estilo en ese libro que leí me gustó mucho, y este libro también tiene pinta de ser de intrigas familiares que al final te sorprenden, así que seguro que me gusta!
Saludos!
@Isi. Veo que coincidimos con "El ardor de la sangre". Si ese te gustó, estoy segura de que este no sería menos, y sí, hay cierta intriga familiar en relación con el triángulo que al final me sorprendió ;)
ResponderEliminarAis... a ver si leo algo de esta autora, que le tengo muchas ganas (y como he dicho otras veces, me llaman la atención todas sus novelas).
ResponderEliminarBesotess
No tengo nada de esta autora y, como por el momento, me he prohibido comprar, tendré que ver en la biblioteca pública.
ResponderEliminarSaludos.
no he leído todavía nada de ella y se me ponen los dientes largos cada vez que leo una reseña....a ver si me pongo
ResponderEliminarun beso
El ardor de la sangre me gusto pero El baile aun mas. Esta me parece muy interesante y pienso que podría gustarme
ResponderEliminarsólo he leído un libro de ella, pero me animas a seguirla leyendo.
ResponderEliminarSaludos,
Ale.
@Shorby. Yo solo he leído dos libros suyos, pero tengo la sensación de que es una de esas autoras que siempre mantienen un buen nivel, así que creo que te llevarías una buena impresión con cualquiera de ellos.
ResponderEliminar@Luciana. A ver si tienes suerte ;) (Por cierto, yo también me he impuesto estar una temporadita sin comprar, je, je).
@Sonia. Te animo a hacerle un hueco, y como además casi todos sus libros son breves, no te llevaría mucho tiempo.
@Laky. Tengo ganas de leer "El baile". Este creo que te gustaría.
@Bibliobulimica. Yo he quedado muy satisfecha tras esta segunda lectura ;)
Me encanto el libro tienen una historia muy conmovedora de amor gracias por la reseña, bay cuídate.
ResponderEliminarQué curioso, ambas hemos leído dos de la autora pero no coincidimos en títulos. Tal vez nos encontremos en Siut Francesa jeje. Coincido contigo en que es muy meticulosa escribiendo. Para mí sí que es de algún modo adictiva. No porque la intriga te corroa sino por esa forma clara y directa de escribir.
ResponderEliminar@Maryn. Me alegro de que te gustara el libro ;)
ResponderEliminar@Elwen. Sí, en eso estoy de acuerdo. A ver si nos animamos con "Suite francesa", siempre me ha dado un poco de palo por estar inacabado, pero a la vez me apetece leer algo de Némirovsky más extenso.
Me ha gustado mucho. Me he animado a seguir leyendo a esta autora. Tu reseña del libro también me ha parecido genial. Gracias.
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